Honestidad, responsabilidad y orden
Nos planteamos como objetivo cuidar el patrimonio del pueblo, comenzando por poner orden en las finanzas, revisando cada dependencia para terminar con la opacidad.

La herencia de corrupción del viejo régimen en nuestro estado ha sido una loza para revertir todo el daño que provocó en nuestras comunidades y hacer realidad la transformación que Oaxaca merece.
Cuando llegamos al gobierno encontramos desorden, ineptitud y despilfarro en el manejo de las finanzas del estado; por eso, era comprensible el enojo y las ansias de revancha de la mayoría de los oaxaqueños. Pero no podíamos actuar guiados por nuestras pasiones, por el enojo o el afán de revancha. Teníamos que actuar con responsabilidad, pensando en el interés superior que nos mueve: el futuro de todas y todos.
Para comenzar la transformación, nos planteamos como objetivo cuidar el patrimonio del pueblo, comenzando por poner orden en las finanzas, revisando cada dependencia para terminar con la opacidad, haciendo recortes en las partidas cuyo único propósito eran los lujos y excesos de los funcionarios, detener el creciente de la deuda pública y evitar la contratación de nuevas deudas.
Cabe recordar que heredamos de los gobiernos anteriores una deuda superior a los 32 mil millones de pesos, que hemos reducido gracias a la disciplina fiscal y una política de austeridad rigurosa. A la fecha, hemos pagado poco más de 10 mil millones de pesos para sanear las finanzas públicas y evitar las consecuencias letales que esa carga conlleva. Estas decisiones las tomamos pensando en el futuro, sin dejar de ver por las necesidades de hoy.
Esas premisas (combatir la corrupción, austeridad, reducir la deuda y no endeudarnos más), eran una condición necesaria para cumplir con el mandato superior de nuestro movimiento: invertir en el bienestar y desarrollo para saldar la deuda histórica con nuestras comunidades.
El orden, la honestidad y el compromiso social, fueron la base que nos permitió pagar lo que otros dejaron pendiente y hacer lo que no se había hecho. Además del pago de la deuda, logramos una inversión histórica en obras y programas de bienestar; casi 10 mil millones de pesos de presupuesto estatal 2024 que se alinea y complementa con las políticas de bienestar y desarrollo del gobierno federal, tanto de nuestro expresidente Andrés Manuel López Obrador, como de nuestra presidenta, la Dra. Claudia Sheinbaum.
De esa cantidad, casi el 50 por ciento lo invertimos en programas para mujeres, jóvenes, trabajadores del campo y familias en condición de pobreza. La otra parte los destinamos a la construcción de obras en las 8 regiones del estado para detonar el desarrollo, el empleo y la inversión privada en beneficio de las familias oaxaqueñas.
Lo invertido en 2024 representa un incremento de 160 por ciento comparado con 2022, último año de la administración anterior. En 2 años, demostramos que los gobiernos de izquierda no solo tenemos sensibilidad social, sino que gobernamos con responsabilidad y disciplina financiera.