Homeopatía: entre la confianza del paciente y el escepticismo científico

La homeopatía es un sistema terapéutico que fue desarrollado hace más de dos siglos por el médico alemán Samuel Hahnemann. Basada en el principio de «lo similar cura lo similar» y en el uso de sustancias altamente diluidas, esta medicina alternativa se presenta como una opción sin toxicidad, sin efectos secundarios y adecuada para cualquier … Continuar leyendo "Homeopatía: entre la confianza del paciente y el escepticismo científico"

Abr 18, 2025 - 07:10
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Homeopatía: entre la confianza del paciente y el escepticismo científico

La homeopatía es un sistema terapéutico que fue desarrollado hace más de dos siglos por el médico alemán Samuel Hahnemann. Basada en el principio de «lo similar cura lo similar» y en el uso de sustancias altamente diluidas, esta medicina alternativa se presenta como una opción sin toxicidad, sin efectos secundarios y adecuada para cualquier grupo poblacional, incluidas embarazadas y niños.

En la actualidad, se calcula que más de 100 millones de europeos recurren a la homeopatía, y en muchos países forma parte de los sistemas nacionales de salud, tal y como indican desde el Comité Europeo de Homeopatía, que representa a 40 asociaciones médicas de 25 países, y subrayan su seguridad y amplia aceptación clínica.

A nivel legal, tanto la normativa europea como la española permiten la comercialización de medicamentos homeopáticos. En España, hay registrados más de 2.000 productos de este tipo, y su presencia en las farmacias está amparada por la legislación vigente. Muchas de estas prescripciones son realizadas por médicos y veterinarios con formación específica. 

Las ventajas que destacan sus defensores

Los defensores de la homeopatía argumentan que se trata de una terapia segura y compatible con otros tratamientos médicos. Además, destacan que involucra activamente al paciente en el proceso de recuperación, favoreciendo la toma de conciencia sobre su estado de salud y el autocuidado. También señalan que puede utilizarse como tratamiento complementario o exclusivo, dependiendo de cada caso.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha expresado su apoyo a la integración de las terapias tradicionales y complementarias dentro de los sistemas públicos de salud, siempre que se utilicen de forma segura y eficaz.

Actualmente, la homeopatía forma parte de la práctica médica en más de 80 países, con más de 300 millones de pacientes y unos 248.000 médicos que la utilizan, tal y como indican desde Cofenat. En Europa, su integración es notable: en Francia, más de 30.000 facultativos la prescriben y más de la mitad de la población recurre a ella; en Suiza, cerca del 50% ha probado la homeopatía y un 85% de estos médicos apoya su incorporación en el sistema público de salud. Bélgica también respalda parcialmente estos tratamientos a través de seguros sanitarios.

En el caso de España, un tercio de la población ha utilizado en algún momento medicamentos homeopáticos. La principal razón que esgrimen los usuarios es la ausencia de efectos secundarios relevantes, seguida por su eficacia y su compatibilidad con otros tratamientos o situaciones como el embarazo. El interés va en aumento: dos de cada tres ciudadanos desean más información sobre esta terapia y un 74% estaría dispuesto a recibir asesoramiento médico al respecto.

La práctica médica también refleja este interés creciente. Además de unos 2.600 profesionales especializados, más de 7.000 médicos españoles han incorporado la homeopatía en su consulta diaria. El ámbito académico también empieza a integrarla con mayor frecuencia en su oferta formativa a través de universidades, sociedades científicas y colegios profesionales.

En cuanto a la evidencia científica, existen múltiples estudios, entre ellos 137 ensayos clínicos controlados y revisados por pare, que ofrecen resultados favorables. También se han publicado investigaciones observacionales, experimentos en laboratorio y estudios veterinarios que apoyan su utilidad. Además, varios informes de coste-efectividad destacan una menor necesidad de consultas posteriores, menos visitas al especialista, y una reducción de estancias hospitalarias entre quienes usan tratamientos homeopáticos.

Aunque la homeopatía ha sido objeto de controversia por parte de algunos sectores científicos, sus defensores señalan que las pruebas en su apoyo no son inferiores, en proporción, a muchas terapias convencionales. De hecho, según BMJ Clinical Evidence, la evidencia científica para el 50% de los tratamientos médicos habituales también resulta insuficiente. En este contexto, se recalca la importancia de tener en cuenta tanto la experiencia clínica como las preferencias del paciente.

Los medicamentos homeopáticos destacan por su enfoque individualizado, su seguridad y su tolerancia, características especialmente valoradas en medicina familiar. Con escasas reacciones adversas y un enfoque centrado en el paciente, esta forma terapéutica se posiciona como una herramienta útil dentro de un modelo de medicina integrativa.

La visión crítica desde la farmacología

Sin embargo, desde el ámbito de la ciencia, las voces críticas continúan advirtiendo sobre la falta de evidencia sólida que respalde los beneficios de la homeopatía. En declaraciones para OKSALUD, Gonzalo Herradón, catedrático de Farmacología y decano de la Facultad de Farmacia de la Universidad CEU San Pablo, considera que la imposibilidad de evaluar científicamente las acciones de los productos homeopáticos es la principal razón de su rechazo por parte de la comunidad médica aunque reconoce que no implican riesgos para la salud.

Para Herradón: «Si hablamos de riesgos del propio producto, son escasos más allá de los posibles derivados de sus componentes de fabricación (alergias, etc). Por la misma razón que no puede tener efecto farmacológico, no puede causar reacciones adversas como los medicamentos al no encontrarse en el organismo la cantidad mínima necesaria de principio activo para causar efecto». Sin embargo, prosigue: «Existe un riesgo alto de que la confianza del paciente en estos productos haga que retrase su acceso a los tratamientos más adecuados a su patología, especialmente cuando ésta es crónica o grave. Por eso es fundamental que el paciente conozca la evidencia científica que respalda (o no) los tratamientos que recibe o con los que se automedica. Es nuestra labor como profesionales sanitarios hacer esta pedagogía porque redundará en beneficio del paciente que es nuestro objetivo último».

Además, en cuanto a su regulación el experto del CEU destaca: «La regulación de la homeopatía en la Unión Europea a través de sus directivas y reglamentos está muy centrada en que los productos de este mercado sean seguros y de alta calidad. No considero que ayude de forma significativa en el debate sobre la posible eficacia de estos productos. Hay que tener en cuenta que cada país de la UE puede tener sus regulaciones adicionales. A este respecto, en España, el Ministerio de Sanidad y la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios han dejado clara su posición en este sentido: la homeopatía no tiene valor terapéutico y no hay evidencia científica que lo sostenga».

¿Placebo con efectos secundarios invisibles?

El experto del CEU subraya que muchos estudios que reportan beneficios con el uso de la homeopatía carecen de la calidad científica necesaria para ser concluyentes. Algunos presentan defectos de diseño, tamaño de muestra insuficiente o parámetros mal definidos. De hecho, indica que numerosos estudios muestran resultados indistinguibles del efecto placebo, o incluso empeoramiento de las patologías cuando se abandona el tratamiento convencional.

Herradón advierte que, incluso cuando se reportan mejoras, éstas podrían deberse exclusivamente al efecto placebo, «una respuesta que no implica eficacia real del producto pero sí una percepción subjetiva de mejoría», señala.

En este contexto, la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (SEFAC) subraya que los profesionales sanitarios deben guiarse por criterios científicos y deontológicos, priorizando siempre el beneficio del paciente. También abogan por una coordinación entre las sociedades científicas y la administración sanitaria para establecer un marco común de actuación en el uso de este tipo de productos.

Aunque muchos pacientes continúan confiando en la homeopatía y reclamando su disponibilidad en farmacias, la falta de pruebas científicas concluyentes y los riesgos derivados de su uso inapropiado mantienen el debate abierto. Hasta que la investigación no aporte respuestas definitivas, la homeopatía seguirá situada en esa delgada línea entre la medicina alternativa y el placebo sofisticado.