He pasado de Chromecast a Google TV Streamer y ya casi no echo de menos a mi antiguo dongle

Pese a que para muchos no es una transición sencilla, la realidad es que una vez te acostumbras, el Google TV Streamer tiene opciones que son muy interesantes para revitalizar nuestra Smart TV.

El Chromecast de Google nos ha acompañado a muchos de nosotros durante los últimos años, ofreciéndonos la posibilidad de añadir funciones inteligentes a cualquier televisor que cumpliese con unos mínimos requisitos. Con él, podíamos plantearnos alargar algunos años más la renovación de nuestra TV, gracias a las posibilidades que nos brindaba a un precio que podía llegar a ser irrisorio si teníamos en cuenta todo lo que nos ofrecía.

La decisión de Google de discontinuar su producción supuso un jarro de agua fría para muchos de nosotros. Una vez dejase de funcionar el que estábamos utilizando, iba a ser bastante difícil poder encontrar su sustituto. Una situación que ha impulsado las ventas del Google TV Streamer y, una vez te acostumbras a él, la realidad es que es un dispositivo que es muy interesante.

Simplificando la experiencia al máximo

La principal ventaja de Google Chromecast es que por unos pocos euros, teníamos un dispositivo que conectábamos una vez a nuestra televisión y tras un mínimo proceso de configuración, podíamos disfrutar de todo el contenido de nuestro móvil directamente en la pantalla de la TV. Una experiencia de usuario que es prácticamente imposible por cualquier otro dispositivo que existe en el mercado.

En el caso del Google TV Streamer, lo primero que deberemos tener en cuenta es que necesitamos asumir un coste bastante mayor al del Chromecast para poder disfrutar de todas las posibilidades que nos ofrece, puesto que parte de un PVP de 119€.

Una vez asumimos su coste, sus posibilidades son prácticamente ilimitadas. Lo primero que debemos tener en cuenta es que es compatible con una resolución de hasta 4K y, además, también con HDR y Dolby Vision, por lo que si nuestra Smart TV es compatible, tendremos la mejor calidad posible de imagen y de sonido directamente en nuestro salón.

El almacenamiento también ha dejado de ser un problema, gracias a los 32GB que incluye de serie. Podemos descargar Netflix, Max, DAZN, Spotify y cualquier otra plataforma sin miedo a quedarnos sin espacio y sin tener que estar borrando constantemente.

Más rápido y más funciones

Si comparamos este Google Streamer con el Chromecast con Google TV, también encontramos importantes diferencias en la rapidez con la que gestiona las apps que tenemos descargadas. Desde Google aseguran que es hasta un 22% más rápido, en la práctica, parece mucho más, por lo que se acabaron los clásicos parones al tener que cambiar de una aplicación a otra.

Además, no solo nos ofrece la posibilidad de disfrutar de todas las apps de streaming desde una misma pantalla. También podremos disfrutar del panel de casa, que nos permite gestionar el resto de los dispositivos inteligentes desde nuestra TV. 

Incluso si perdemos el mando, este Google TV Streamer también es muy interesante. Podemos hacer que suene con solo pulsar un botón en nuestro Google TV Stramer o por medio de un comando de voz. Más fácil, imposible. Por último, recuerda que tiene puerto Ethernet, por lo que podemos conectarnos por cable con el router y optimizar al máximo nuestra conexión.

El Google TV Streamer es un dispositivo completamente diferente al Chromecast. Obviando las diferencias de precio, que son evidentes, la realidad es que una vez interactuamos con él, nos damos cuenta del importante paso hacia delante que supone en términos de experiencia de usuario, una de sus principales señas de identidad. Tras unas semanas de uso, te olvidarás por completo de tu antiguo dongle.

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