Giro galáctico: descubren una estructura que abarca el 13% del volumen total del universo conocido
Científicos de la Universidad Cornell identificaron cinco formaciones cósmicas, de las cuales una de ellas es más grande que nuestra propia Vía Láctea

Un equipo de astrónomos de la Universidad Cornell identificó cinco estructuras cósmicas gigantes, de las cuales una de ellas se caracterizó como la más grande de todo el universo conocido hasta el momento. Se trata de un cúmulo de galaxias que se extiende aproximadamente 1300 millones de años luz de longitud y se la bautizó como Quipu.
El cosmos es fascinante y esconde miles de millones de planetas, estrellas y cuerpos que se extienden por los confines de esta masa infinita. A medida que la tecnología avanza, los astrónomos hallaron la existencia de galaxias cercanas, impresionantes y con características particulares, como ocurrió en 2003, cuando se coronó un hito tras el hallazgo de la Gran Muralla de Sloan.
La reciente estructura descubierta tiene 13.000 veces la longitud de nuestra Vía Láctea. Está formada por 200 cuatrillones de masas solares y junto con las otras cuatro “abarcan el 30 por ciento de las galaxias, el 45 por ciento de los cúmulos de galaxias, el 25 por ciento de la materia y el 13 por ciento del volumen total del universo conocido”, señaló la revista científica del Museo Smithsonian.
Esta investigación se anunció en el servidor arXiv y más tarde se dio el aval para ser publicada en la Astronomy and Astrophysics. El hallazgo se dio en el contexto de la investigación de la distribución de la materia en el universo en diferentes longitudes de onda de la luz.
“Quipu es en realidad una estructura prominente, fácilmente reconocible a simple vista en un mapa del cielo de cúmulos en el rango de corrimiento al rojo objetivo, sin necesidad de un método de detección”, indicaron los científicos en el artículo científico.
¿Cómo impacta Quipu en el universo?
Según los expertos, esta estructura incide en la cosmología. Su enorme masa modifica la radiación cósmica de fondo de microondas, que es la señal que quedó desde el Big Bang y que los científicos rastrean y analizan para comprender el universo primitivo. Gracias a su ubicación, podría cambiar la percepción de los próximos estudios que se realicen sobre las estrellas.
Además, “distorsiona las imágenes del cielo por lentes gravitacionales a gran escala”, e “influye en los movimientos de flujo a gran escala en las mediciones de la constante de Hubble”, que es un parámetro vital para medir a qué velocidad se expande el universo.
Lo cierto es que el tamaño de Quipu en algún momento dejará de ser tan extenso y se fragmentará en varias estructuras más pequeñas. Para que ello suceda hacen falta miles de millones de años. Mientras tanto, se puede explorar y sondear cómo evolucionan dichos conjuntos estelares y qué rol juegan en la historia del cosmos.
Desde la revista New Scientist, notificaron que el satélite alemán de rayos X ROSAT sirvió como herramienta fundamental para rastrear Quipu y las otras cuatro estructuras cósmicas. El equipo utilizó un algoritmo de “amigos de amigos”, que establece una distancia máxima entre cúmulos para que se los considere parte del mismo conjunto.
Por último, el artículo científico destacó que las características de “estas superestructuras también son importantes para la investigación astrofísica. Por ejemplo, el estudio de la dependencia ambiental de la evolución de las galaxias, así como para las pruebas de precisión de los modelos cosmológicos”.
Tanto Quipu como el conjunto completo puede verse con un telescopio desde la Tierra, aunque a simple vista aparezca una simple estrella, se trata de una de las manifestaciones astronómicas más masivas que se hayan encontrado hasta ahora.