Francesco, el pastelero que dedicaba pasteles al Papa: "Pidió que repartiésemos entre los más pobres"

Aunque el mundo amaneció el pasado lunes 21 consternado por la noticia del fallecimiento del papa Francisco, lo cierto es que, durante los 12 años que 'el papa del cambio' ha sido la cabeza de la Iglesia Católica, ha conocido a muchas personas a las cuales consiguió sacar una sonrisa, como es el caso de Francesco, el regente de una pastelería próxima a El Vaticano que elaboraba pasteles y helados para el sumo pontífice.

The Vatican Cookbook, el libro publicado en 2014 por David Geisser, Erwin Niederberger y Daniel Anrig, ya nos daba alguna pista de los gustos culinarios de Bergoglio, y además de las empanadas de su argentina natal y algunos cortes de carne propios de la cultura de este país, el papa Francisco era un enamorado del dulce de leche y los alfajores. ¡No hay quien se resista a un dulce!

La heladería de confianza del papa

Tal y como asegura Francesco Ceracolo, propietario de Hedera Gelateria, una heladería ubicada a pocos metros del Vaticano, abrieron las puertas de su negocio el mismo día que de la elección del papa Francisco. "El primer pastel fue el de su onomástico, que representó el San Jorge que mara al dragón".

"La frase que me decía era 'me vas a hacer engordar'", recuerda emocionado este maestro pastelero que cada año personalizaba pasteles y postres variados con temas importantes para el papa.

A pesar de que por motivos de salud en los últimos años el difunto papa ya no podía disfrutar de estos placeres dulces, el sumo pontífice siguió en contacto con Francesco: "Nos pidió que se los diéramos a los más desfavorecidos, a los últimos, a los más pobres que están alrededor de la columnata, así que empezamos, por sugerencia suya, a hacer no un solo pastel para celebrar, sino cientos y cientos de pequeños pasteles iguales al suyo", aseguran el propietario de esta heladería.

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