Fórmula 1: Oscar Piastri lideró el 1-2 de McLaren, en un gran premio de emociones y discusiones
Largó desde la cuarta posición, ganó y firmó un póquer de victorias en el calendario; decepción en Red Bull y cortocircuitos en Ferrari
A una vuelta, Red Bull Racing enseñó que con la jerarquía de Max Verstappen puede pulsearle el dominio a McLaren. En carrera, los autos de Woking reflejan una superioridad abrumadora y Oscar Piastri es el líder del garaje en el inicio de la temporada. El australiano ensayó un trabajo imperial en el Gran Premio de Miami: saltó desde el cuarto puesto para anotarse un póquer de triunfos en seis fechas, tres de ellas de modo consecutivo, y liderar con 16 puntos de ventaja sobre su compañero Lando Norris el Mundial de Pilotos.
La agresividad para ejecutar la maniobra de superación frente a MadMax, una virtud que ya es un sello en el joven de 24 años. Después del sexto episodio que desanduvo la Fórmula 1 en la primera de las tres visitas del Gran Circo a Estados Unidos y antes de empezar el periplo de circuitos europeos, el modelo MCL39 de McLaren agiganta la distancia sobre Mercedes y empequeñece a RBR y a Ferrari, que desnudó en la pista y en las comunicaciones de radio el primer chisporroteo entre sus espadas Lewis Hamilton y Charles Leclerc.
“En Red Bull son muy buenos haciendo autos rápidos, son excepcionalmente buenos diría conduciendo autos rápidos y son extremadamente buenos también creando la narrativa a su favor”, comentó Andrea Stella, el jefe de McLaren, después de que Verstappen anotara la pole, la número 43 de su trayectoria, un puñado de días después de compartir con su pareja Kelly Piquet –hija de Nelson, tricampeón mundial de F.1.- el nacimiento de Lily, su primera hija biológica; el neerlandés ensaya también el rol de padre de Penélope, fruto de la relación entre Kelly y el piloto ruso Daniil Kvyat, a quien MadMax relegó a Toro Rosso en 2016.
El análisis del ingeniero italiano no se replicó en la pista, donde los autos que alista su escudería impusieron un ritmo demoledor para superar por más de medio minuto a George Russell (Mercedes) –finalizó entre los cinco primeros casilleros los seis grandes premios- y a Verstappen, que no perdió medio segundo por vuelta como definió alguna vez don Enzo Ferrari a aquel piloto que tenía un hijo, aunque RBR no descubre el método para devolver al neerlandés a las batallas por el triunfo. Aquel éxito en Suzuka es un espejismo para el equipo de Milton Keynes.
La pista de Miami no recibe los mejores conceptos de los pilotos, aunque la cuarta visita –nunca quien marcó la pole position ganó la carrera- ofreció un espectáculo magnífico, con múltiples sobrepasos y maniobras al límite que levantó a los 275 mil espectadores –la cifra corresponde a los tres días de actividad- que visitaron el trazado en el que Piastri regaló una vez más una tarea sobresaliente.
El show para el público comenzó con ese desfile que los pilotos hicieron en autos a tamaño real, armados con piezas de Lego. Continuó con las celebridades que se exhibieron por el paddock y terminó con el australiano como actor protagónico, venciendo hasta el pronóstico de lluvia que amenazó con suspender la carrera en caso de que se desatara una tormenta eléctrica.
La contundente victoria de Piastri en Miami
“Dos años atrás éramos el auto más lento, nos doblaron… Ahora ganamos con 35 segundos de ventaja sobre el tercero. El tránsito de la Curva 1 fue complicada, pero me benefició. Confiaba en tener ventaja en esa primera curva con Max y desde ese momento sabía que tenía más ritmo: el auto fue increíble. Creo que el primer stint fue muy fuerte y sufrí algo con los neumáticos duros, así que fue muy bueno lograr esa diferencia en la primera tanda. Hay cosas para mejorar y tengo que seguir aprendiendo”, comentó Piastri, que en Arabia Saudita sobrepasó a Verstappen con el mismo método agresivo que activa el neerlandés y ahora en Miami atacó durante varios giros al tetracampeón, hasta desgastarlo y llevarlo a cometer un error para completar la maniobra de superación.
La actitud del australiano y cómo enfrenta su compañero Norris los retos con MadMax son muy diferentes: el británico no domina los duelos y quedó en evidencia en el tránsito de la primera curva, cuando Verstappen lo apretó y el británico debió ceder no solo en la pulseada, si no que cayó hasta la sexta posición. “Si no ataco, la gente se queja. Si voy por ello, la gente se queja”, señaló Norris en la entrevista con Jenson Button, campeón de la F.1 en 2009. “Así son las cosas con Max: es chocar o no pasar, a menos que lo hagas de modo perfecto. Pagué el precio por no hacerlo bien, pero estoy contento de que seamos segundos. No es la mejor sensación, pero el equipo hizo un trabajo increíble: no puedo reprocharles nada”, comentó quien ganó en la apertura del calendario en Australia.
Las sonrisas de los mecánicos y de los ingenieros después del 1-2 de McLaren y las selfies del CEO Zak Brown con sus pilotos antes de la ceremonia de premiación contrastaron con la preocupación que envuelve a RBR y a las alarmas que se encendieron en Ferrari. “La principal conclusión es que somos demasiados lentos. Estamos siete décimas por detrás, vimos la velocidad real de McLaren por primera vez… Fue deprimente”, expuso Helmut Marko, el asesor de la escudería de Milton Keynes, que vio cómo su piloto estrella fue avasallado por los autos de Woking. Su segunda espada, el japonés Yuki Tsunoda, apenas rescató un punto, a pesar de recibir una penalización de cinco segundos por superar el límite de velocidad en la calle de boxes.
Tampoco fue un gran premio amable para la Scuderia, donde los dos pilotos –Hamilton y Leclerc- se quejaron por la radio sobre la estrategia y la falta de reacción en las órdenes de equipos. El séptuple campeón británico, ante la ausencia de respuestas positivas para que Leclerc le cediera el puesto para atacar a Andrea Kimi Antonelli (Mercedes), disparó: “¿Quieren que me quede sentado aquí toda la carrera? Esto no es un buen trabajo en equipo. Es todo lo que voy a decir”. El intercambio de puestos no dio dividendos y Hamilton tuvo que devolver el puesto y a punto estuvo de perder una posición con Carlos Sainz Jr. (Williams).
Miami fue teñida de color papaya, con Piastri como líder. Un gran premio que fue impiadoso con los jóvenes, con los abandonos de Liam Lawson (RB), Gabriel Bortoleto (Sauber), Oliver Bearman (Haas) y Jack Doohan, que no completó un giro con Alpine y cuya butaca es amenazada por la figura de Franco Colapinto para el Gran Premio de Imola, del 18 de mayo.