En enero, la plataforma de coches compartidos BlaBlaCar repartió entre sus usuarios del año pasado 13 millones de euros para redistribuir el beneficio de vender los ahorros energéticos que obtuvieron entre todos por poner plazas vacías del coche a disposición de otras personas o subirse en el coche de un desconocido. La compañía empezaba así a participar de forma provisional eel Sistema CAE del Ministerio para la Transición Ecológica y el próximo lunes dará el paso definitivo para hacer inmediato el beneficio de conductores y pasajeros por ahorrar gasto de energía y emitir menos gases de efecto invernadero compartiendo coche. Ese día se estrenan nuevas herramientas en su plataforma que permitirán que el conductor gane un 10% más por pasajero y que este se descuente un 10% del precio en vales para volver a viajar, siempre que cumplan una serie de requisitos, como que la matrícula quede obligatoriamente registrada u otro más "complejo" y al que hasta ahora la compañía no se había "atrevido" de introducir la geolocalización para que sea posible comprobar hora de salida y llegada y que, efectivamente, conductor y pasajeros viajan juntos en un coche compartido.

"Es un nuevo paso que no existía en BlaBlaCar hasta ahora. La gente que viajaba hablaba por el chat el día anterior, quedaban y ya no se sabía nada más. Ahora si quieren conseguir ese descuento, tendrán que hacer esos pasos adicionales", explica unos días antes su director de Marketing y Operaciones en España y Portugal, Florent Bannwarth, en una entrevista en la que afirma sus buenas sensaciones por la inclusión del coche compartido en el billete único de transportes que prepara el Ministerio de Transportes o que esta actividad pueda recibir subvenciones públicas como tienen el tren, el avión o el autobús cuando se apruebe la Ley de Movilidad Sostenible que tramita el Congreso.

“Hasta ahora no nos habíamos atrevido a añadir la geolocalización. Hay un tema de privacidad, pero esos datos solo se van a usar para documentar los ahorros energéticos”

“Tiene sentido incentivar a los conductores con subvenciones. El cuello de botella es que faltan. Si los consigues, la demanda ya se fomenta”

“Entre los usuarios españoles hay mucha paridad, estamos creciendo en la España rural y entre mayores de 50 años y son muy sensibles al precio. Tanto el que pone el conductor como el que acepta el pasajero es muy bajo”