Fallecen padre e hijo al caer su coche en un socavón en un extraño suceso
Las lluvias torrenciales dejan tres muertos y numerosos daños en el norte El norte de Italia atraviesa una situación de extrema gravedad debido a un violento temporal que ha azotado la región desde el jueves, causando inundaciones, deslizamientos de tierra, interrupciones en las infraestructuras y, trágicamente, la pérdida de vidas humanas. Este viernes, los bomberos ... Leer más

Las lluvias torrenciales dejan tres muertos y numerosos daños en el norte
El norte de Italia atraviesa una situación de extrema gravedad debido a un violento temporal que ha azotado la región desde el jueves, causando inundaciones, deslizamientos de tierra, interrupciones en las infraestructuras y, trágicamente, la pérdida de vidas humanas.
Este viernes, los bomberos recuperaron los cuerpos de dos personas que estaban desaparecidas desde la noche anterior en la región del Véneto. Se trata de un padre y su hijo, cuyo vehículo cayó en un socavón en un puente dañado por las lluvias y fue arrastrado por las aguas del torrente Agno, en la provincia de Vicenza. El hallazgo eleva a tres el número de fallecidos a causa de este temporal que no da tregua.
Una tragedia en la cuenca del Agno
El accidente ocurrió en la cuenca aluvial de Trissino, donde el colapso de un puente provocó la caída del coche al torrente desbordado. Las operaciones de búsqueda, coordinadas por los bomberos, se extendieron durante horas. Finalmente, los cuerpos fueron encontrados en distintos puntos del cauce, evidenciando la fuerza del agua y la violencia del arrastre.
Otra víctima en el Piamonte
En la región del Piamonte, también fuertemente afectada, se produjo otro de los fallecimientos. En el pueblo de Monteu da Po, un anciano de 92 años murió ahogado en su propia casa. El nivel del agua subió rápidamente, inundando las calles y dejando a muchos vecinos atrapados en sus domicilios, sin posibilidad de recibir ayuda a tiempo.
Desbordamientos, deslizamientos y caos en las comunicaciones
Las precipitaciones han generado una cadena de emergencias a lo largo de todo el norte italiano. Las intensas lluvias provocaron el desbordamiento de ríos y arroyos, así como deslizamientos de tierra que obligaron a cortar numerosas carreteras. Algunos puentes quedaron completamente inhabilitados, y gran parte de la red ferroviaria sufrió retrasos o cancelaciones.
En regiones como el montañoso Valle de Aosta, las precipitaciones llegaron en forma de nieve, provocando la interrupción del suministro eléctrico para unos 6.400 usuarios. La situación ha complicado aún más las labores de rescate y asistencia en zonas de difícil acceso.
El campo, también duramente golpeado
La catástrofe natural no ha afectado solo a las personas, sino también a la economía rural. Según la organización agrícola Coldiretti, las pérdidas en el Piamonte por cosechas destruidas podrían ascender a dos millones de euros. A esto se sumarían los elevados costes de rehabilitación de infraestructuras, replantación de cultivos y reconstrucción de caminos rurales, que podrían triplicar esa cifra inicial.
Reacción institucional: se pide declarar el estado de emergencia
Frente a la magnitud de los daños, el Consejo Regional de Piamonte se ha reunido este viernes en sesión extraordinaria para evaluar la situación y coordinar acciones. El presidente de la región, Alberto Cirió, ha solicitado la declaración del estado de emergencia, una medida que permitiría movilizar recursos de manera más rápida y efectiva.
Un despliegue sin precedentes de los servicios de emergencia
Los bomberos están trabajando sin descanso desde el inicio del temporal. Solo en el Piamonte, se han desplegado alrededor de 700 efectivos que han llevado a cabo más de mil intervenciones. Muchas de ellas han consistido en el rescate de personas atrapadas en sus viviendas o en situaciones de peligro, aisladas por las inundaciones.
Un país en vilo ante una situación climática extrema
Las escenas que llegan desde distintas regiones del norte de Italia reflejan un escenario devastador: calles convertidas en ríos, puentes colapsados, viviendas anegadas y campos bajo el agua. La emergencia climática ha puesto de nuevo a prueba la resiliencia de las comunidades y ha abierto el debate sobre la preparación de las infraestructuras para fenómenos meteorológicos cada vez más frecuentes e intensos.
Italia observa con preocupación el desarrollo de esta crisis, mientras los equipos de emergencia, autoridades regionales y nacionales trabajan a contrarreloj para atender a los afectados y prevenir nuevas tragedias.