Fallece el mito del toreo Daniel Ruffo y deja a España sin aliento

Trágico suceso. Hay noticias que, aunque esperadas, sacuden con fuerza. Cuando se marcha alguien cuya vida ha estado profundamente entrelazada con una tradición cultural tan arraigada como el toreo, el vacío que deja trasciende lo familiar y lo íntimo: se vuelve colectivo. No solo por la persona que fue, sino por lo que representó en ... Leer más

Abr 25, 2025 - 21:12
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Fallece el mito del toreo Daniel Ruffo y deja a España sin aliento

Trágico suceso.

Hay noticias que, aunque esperadas, sacuden con fuerza. Cuando se marcha alguien cuya vida ha estado profundamente entrelazada con una tradición cultural tan arraigada como el toreo, el vacío que deja trasciende lo familiar y lo íntimo: se vuelve colectivo. No solo por la persona que fue, sino por lo que representó en su entorno, en su oficio y en su comunidad.

Este viernes, 25 de abril, en Sevilla, ha fallecido Daniel Ruffo Barrero a los 65 años de edad, apenas unos días después de celebrar su cumpleaños. Padre del torero Daniel Luque, Ruffo fue mucho más que un acompañante en las plazas: fue una figura imprescindible en la sombra, con una presencia constante y firme a lo largo de toda la carrera de su hijo. Su lucha contra una larga enfermedad ha sido, en palabras de quienes lo conocieron, un ejemplo de entereza.

El hombre que siempre estuvo.

Desde los inicios de Luque como novillero hasta su consolidación como figura del toreo, Ruffo no solo fue un padre atento, sino un verdadero pilar. Su voz era la primera en sonar tras cada faena, y su compañía, incluso en los momentos más difíciles, nunca faltó. “Incluso durante el último año, con la enfermedad muy avanzada, acompañó en varias ocasiones a Daniel Luque de quien era el primero y más incondicional seguidor.”

La suya era una presencia discreta pero determinante en cada viaje, en cada temporada, en cada tarde de gloria o de aprendizaje. Porque Ruffo no era ajeno al ruedo: conocía sus códigos, sus miedos y su lenguaje. Había vivido ese mundo de cerca y en primera línea, con el respeto que solo otorga la experiencia.

Un legado en las cuadrillas.

En su propia trayectoria profesional, Daniel Ruffo trabajó al lado de grandes figuras del toreo. Su paso por las cuadrillas de nombres como Tomás Campuzano, Juan Antonio Ruiz ‘Espartaco’ o Manuel Díaz ‘El Cordobés’ —con quien compartió quince años—, da cuenta de su nivel y de su entrega. Fue, durante décadas, uno de esos profesionales imprescindibles que sostienen la estructura del toreo con trabajo silencioso.

A pesar de no ser una figura pública, Ruffo era muy conocido en los círculos taurinos por su saber estar, su profesionalismo y su temple. Su legado se entreteje con el de los toreros a los que sirvió y, sobre todo, con la carrera de su hijo, a quien acompañó no solo con consejos técnicos, sino con un amor incondicional que todos reconocen.

El adiós de toda una comunidad.

La noticia de su fallecimiento ha calado hondo en el mundo del toro y ha generado una oleada de afecto y condolencias. “Desde la redacción de Cultoro mandamos un sincero pésame al propio torero, a familiares y amigos. Descanse en paz.” En un mundo donde los vínculos familiares son muchas veces parte esencial del camino profesional, su figura se despide dejando una marca imborrable.

Más allá del ruedo, Ruffo representó esa figura de padre que apoya, que guía y que nunca abandona. Su historia nos recuerda que detrás de cada artista, de cada torero, hay personas que lo sostienen en cada paso, incluso cuando nadie los ve. Hoy, ese hombre que siempre estuvo, recibe la ovación silenciosa de todos los que saben que sin él, muchas cosas no hubieran sido posibles.