Esta serie de Apple TV+ tiene el mejor plano secuencia del año
Además, la proeza técnica de 'The Studio' también sirve para reírse de la obsesión por los planos secuencia.

2025 está siendo un año propicio para los planos secuencia y las tomas sin cortes más esforzadas de la historia de las series. Cuando creíamos que ya estaba todo dicho y diseccionado sobre la ambiciosa realización de los cuatro episodios de Adolescencia y los trucos empleados por la miniserie británica de Netflix para no dejar de grabar, ha llegado a Apple TV+ otro título lleno de proezas técnicas en la misma línea.
The Studio es la divertidísima sátira del Hollywood actual que produce, codirige y protagoniza Seth Rogen junto a su compinche habitual, Evan Goldberg, cocreador de la serie y director junto a Rogen de sus diez episodios.
Además de tratarse de una disección sarcástica y salvaje de las mayores patologías que aquejan hoy en día a la industria del cine (del pánico al riesgo a la dependencia suicida en la explotación de cualquier IP que se ponga a tiro), la serie demuestra una gran pericia técnica en el apartado formal mientras se ríe precisamente del abuso de algunos recursos en producciones que buscan dar una imagen de prestigio.
¿Y qué mejor que convertir la obsesión por los planos secuencia en una de tus dianas? Cada episodio de The Studio contiene varios de ellos, inmersivos y tumultuosos, con los que rinde homenaje al Robert Altman de El legado de Hollywood (1992) mientras sigue las desventuras del directivo interpretado por Seth Rogen: un productor torpe y pusilánime pero con inquietud cinematográfica, lo que le lleva a sufrir por cada superproducción boba y vacía que pone en marcha.
Así se rodó el episodio 2
Pero si toda The Studio puede leerse como prácticamente un plano continuo, donde los únicos cortes de montaje tienen lugar en las transiciones entre secuencias, el episodio 2 sube la apuesta de una manera asombrosa. Titulado, justamente, The Oner (como se conoce en la jerga de la industria a este tipo de tomas), todo el episodio está aparentemente contado en uno de esos atléticos planos sin cortes mientras muestra el accidentado rodaje de un plano secuencia.
Remick (Seth Rogen), recién nombrado nuevo jefe del estudio, decide visitar el rodaje de la nueva película de Sarah Polley con Greta Lee que está produciendo en uno de los días más complicados de la producción: la filmación de un complicado plano secuencia durante el atardecer. La puesta de sol lleva a trabajar contrarreloj para tenerlo todo listo y solo da margen a repetir muy pocas veces la toma, pero el productor con su presencia y constantes distracciones se encarga de hacerlo todo mucho más infernal.
No solo estamos ante uno de los episodios más divertidos de la serie, en el que abundan los momentos de carcajada, sino que su audacia meta hizo que rodarlo fuera más complicado aún que el rodaje que representa. Rogen y Goldberg, junto a su director de foto Adam Newport-Berra, han contado en el podcast de IndieWire la inspiración detrás de la proeza, sus secretos y los trucos que usaron para comprimir unos 90 minutos de atardecer en los 25 minutos de tiempo real de metraje del episodio.
Sí, hubo cortes, pero de los que mantienen la ilusión de la experiencia sin empañarla y eran imprescindibles por cuestiones logísticas. Por ejemplo, el episodio empieza y termina en un coche, y repetir el inicio habría implicado 20 minutos recolocando el vehículo cada vez. Así que dividieron las 40 páginas del guion en bloques de diez, que ensayaban y filmaban por separado durante cuatro días de rodaje.
Como suele ser imprescindible en este tipo de planos, los ensayos fueron fundamentales para delinear los encuadres ante la cámara, la posición de cada actor y los imprevistos que pudieran surgir por el camino. Según cuentan los autores, uno de los días hubo problemas técnicos y al siguiente tuvieron que completar el doble de páginas de guion oscureciendo la imagen para recrear los primeros minutos de atardecer.
Si la media de repeticiones en el resto de la serie era de unas 15-20 tomas por escena, en el episodio 2 todo estaba milimétricamente preparado para que nadie se saltara su marca. Así, Newport-Berra y su operador principal Mark Goellnicht pudieron mover de manera fluida la cámara Arri Alexa con la que se grabó el capítulo, mientras el operador secundario Jesse Cain llevaba un estabilizador para emplearlo cuando era necesario, como en las tomas sobre el capó del coche.
Así consiguieron momentos de coordinación tan asombrosos como el que han compartido desde la cuenta de Instagram de Apple, en el que se puede ver a los operadores en acción. Afortunadamente, sin interferencias de ningún productor como Remick.
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