El rechazo a Honda desata un baile de socios para rescatar a Nissan de la crisis

Nissan-Honda, la fusión que aspiraba a revolucionar el mundo del motor con la creación de una nueva sociedad en la que Mitsubishi también tanteaba participar, parece haberse quedado en un sueño frustrado. El acuerdo, encaminado el pasado diciembre con la firma de un memorando de entendimiento, atraviesa ahora serias curvas después de que Nissan se cerrase en banda a ser absorbida como subsidiaria de Honda.

A pesar de que ambos fabricantes nieguen haber tomado una decisión oficial al respecto, la última información del medio nipón Nikkei apunta a que Makoto Uchida, como máximo ejecutivo de Nissan, ya ha comunicado al presidente de Honda, Toshihiro Mibe, su decisión de dar marcha atrás con la fusión durante una visita a la sede de la compañía en Tokio.

Mientras ambas enseñas, incluida Mitsubishi, se dan hasta mediados de febrero para oficializar la ruptura de su acuerdo, el mercado empieza a sondear ya posibles socios que rescaten a Nissan de la crítica situación financiera que atraviesa el fabricante japonés. El debilitamiento de sus ventas en el último año le obligó el pasado noviembre a diseñar un salvavidas en forma de 9.000 despidos y un recorte de su capacidad de producción mundial del 20%.

Ante este escenario, el fabricante japonés prepara ya un 'plan B' y pone en marcha ya la búsqueda de un caballero blanco. Desde el consenso de Bloomberg, inciden en la importancia de que el nuevo socio de Nissan debe pertenecer al sector tecnológico y, a ser posible, estar domiciliado en Estados Unidos, donde el grupo japonés concentra el mayor núcleo de su mercado.

La tecnológica Foxconn resurge como caballero blanco

Uno de los candidatos que suenan con más fuerza en el mercado es la taiwanesa Foxconn. Si bien el grupo es mundialmente conocido por ser el principal fabricante de iPhone para Apple, su creciente apuesta por la industria automotriz -escenificada en su división de vehículos eléctricos- le sitúa en las quinielas del mercado. Desde un punto de vista industrial, esta alianza, pese a ser de una naturaleza muy diferente a la de Honda, dotaría a la japonesa de un impulso en el desarrollo de baterías y software más avanzados para posicionarse en la nueva industria automotriz.

Tras el jarro de agua fría que propició una caída del 5% en las acciones de Nissan ante la fraguada fusión con Honda, los rumores de nuevos inversores interesados en salir al rescate de la compañía han remontado las pérdidas en bolsa y sus títulos acumulan una subida del 15% sobre el parqué de Tokio en las dos últimas sesiones. El precio de la acción -446 yenes a cierre del viernes- sigue, no obstante, muy por debajo del que dictaba un año atrás -628 yenes- después de un año muy volátil donde la compleja situación de la industria del motor ha castigado duramente su valor.