El pueblo de Extremadura con un balneario de aguas medicinales y dos termas romanas Patrimonio de la Humanidad
La historia de esta bonita villa de Badajoz está ligada a sus aguas termales, que ofrecen relajación y beneficios para la salud.

Las tierras que a día de hoy acogen el pueblo de Alange, en la provincia de Badajoz, ya estaban habitadas desde el Paleolítico Inferior, pero fue durante la época romana cuando la población se desarrolló y se potenció gracias sus aguas termales con propiedades medicinales. En ese entonces, se construyó un complejo termal para aprovechar esos beneficios naturales. Una inscripción evidencia que este ya existía en el siglo II y estaba dedicado a la diosa Juno.
Los vestigios de aquellas estructuras primitivas todavía se pueden apreciar a día de hoy, de hecho, en el balneario actual de la villa todavía podemos darnos un baño en dos antiguas termas romanas que han logrado sobrevivir al paso del tiempo gracias a los trabajos de restauración.
El legado romano
Durante la dominación musulmana, la tradición termal no se perdió. De hecho, fue en este periodo cuando se le dotó al pueblo del nombre actual: Alange, agua de Alá. Sin embargo, con el paso del tiempo, el lugar fue quedando en el olvido y el abandono. El siglo XVIII marcó un antes y un después en la villa, y es que sus termas fueron restauradas y volvieron a utilizarse.
Más adelante, en 1863, con la desamortización de Madoz el balneario fue adquirido por el médico Abdón Berbén y Blanco, quien reformó las termas y construyó nuevas instalaciones, integrando las estructuras primitivas y ampliando el espacio con jardines, bañeras de mármol italiano, piscinas y galerías de duchas. De la construcción romana original han llegado hasta nuestros días dos termas circulares techadas con una cúpula declaradas Patrimonio de la Humanidad dentro del bien 'Conjunto arqueológico de Mérida'.
A día de hoy, el balneario ofrece diferentes terapias e instalaciones hidrotermales como piscinas de hidromasajes, ducha escocesa, baño turco y parafangos, además de tratamientos de belleza como masajes, oxigenación facial y exfoliación. Además, hay que tener en cuenta que estas aguas termales tienen propiedades mineromedicinales, ayudan a equilibrar el sistema nervioso y tienen acción descongestionante y antiinflamatoria.
Qué ver en Alange
El pueblo de Alange se ubica entre los tres ríos Matachel, Palomillas y Valdemedel, que forman el embalse homónimo. En él no solo podremos practicar deportes náuticos, sino que bajo sus profundidades se encuentran restos de yacimientos arqueológicos. En la superficie también veremos vestigios como los restos de un castillo levantado por los árabes en el siglo IX sobre el cerro de la Culebra y que todavía conserva la torre del homenaje.
Por otro lado, en la villa también podremos visitar la ermita de San Bartolomé, contigua al balneario; la Casa de la Encomienda, que de la estructura original conserva un gran patio, restos de columnas y capiteles y un escudo, y la iglesia de Nuestra Señora de los Milagros, levantada en estilo gótico-mudéjar y declarada Monumento de Interés Histórico Artístico.
Cómo llega a Alange
El trayecto en coche desde la ciudad de Badajoz hasta el pueblo de Alange es de aproximadamente 1 hora por la A-5.