El PP deja en el aire su apoyo al plan antiaranceles con la excusa del pacto del Gobierno con Junts
Feijóo pasa de “tender la mano” al Ejecutivo a abrirse a rechazar el decreto de ayudas después de que Puigdemont presuma de haber pactado un 25% de las ayudas a Catalunya, donde están las principales empresas exportadoras. El nuevo lema del PP es: "Ni con Trump ni con Sánchez, con los españoles"El PP hace equilibrios entre el Gobierno y Vox ante la guerra comercial de Trump El PP lleva desde que Donald Trump anunciara los aranceles a las exportaciones con destino a EE UU buscando un equilibrio si no imposible, muy difícil de lograr. Alberto Núñez Feijóo intenta no aparecer como sostén del Gobierno, pero tampoco caer del lado de quienes defienden la guerra comercial abierta por el líder de la primera economía del mundo. Su estrategia consiste en no estar demasiado a favor ni muy en contra. Y este martes ha encontrado la fórmula para poder desmarcarse de Pedro Sánchez sin asumir muchos costes: otra vez Junts y Catalunya. La casi total ruptura de puentes en el único asunto en el que parecía posible el entendimiento se ha producido entre la noche del lunes y la del martes. 24 horas en las que el PP ha pasado de mostrarse favorable a apoyar al Gobierno ante la ofensiva de Trump a dejar en el aire su voto al decreto mientras Feijóo viaja a Bruselas a renegar del Ejecutivo ante la mismísima Ursula von der Leyen. Su estancia en Bruselas coincide con el viaje de Pedro Sánchez a Vietnam y China. El lunes por la tarde el Gobierno abrió una negociación con el PP sobre el contenido del real decreto-ley que debía aprobarse en el Consejo de Ministros de este martes. El titular de Economía, Carlos Cuerpo, habló por teléfono con su homólogo en la dirección del PP, Juan Bravo. Al filo de las nueve de la noche, este le envió un documento con las medidas que querían añadir, y el ministro le telefoneó pasada la medianoche para comunicarle cuáles había aceptado. En medio de este proceso, el PP comenzó a deslizar entre algunos periodistas la idea de que el Gobierno se negaba a aceptar ninguna de sus propuestas, cuando la realidad era que no se habían cerrado todavía las conversaciones. En un extenso comunicado remitido a los medios pasado el mediodía del martes, el PP tachó de “insuficientes” las medidas asumidas por el Ejecutivo, y justificó que hubieran asegurado que no habría acuerdo en que algunos medios publicaron que la Moncloa no aceptaba sus propuestas, siempre según el PP, lo que le valió al equipo de comunicación para trasladar a otros periodistas que el Gobierno les había dicho que “no” se iban a aceptar modificaciones. Ante la evidencia de que sí se habían incluido algunas cuestiones planteadas por el PP, y la promesa de avanzar en las negociaciones para asumir otras más complejas de trasladar a leyes, el PP rebajó la intensidad de su crítica. El portavoz parlamentario, Miguel Tellado, compareció en el Congreso para presumir de que “por primera vez” el Gobierno aceptaba “escuchar al primer partido de España para mejorar el paquete de medidas”. Como en el PP siempre cunde el miedo a que sus aliados de Vox o la derecha de su partido y la mediática critiquen cualquier acercamiento a Pedro Sánchez, Tellado optó en todo caso por marcó distancias: “Que nadie interprete un respaldo a los sectores afectados como un respaldo al Gobierno”. Y añadió: “No se trata de hablar de medidas concretas, sino de analizar su voluntad de diálogo. Hemos podido constatar buena predisposición por parte del ministro Carlos Cuerpo, pero no hemos visto receptividad hacia nuestras medidas. Se ha hecho un pequeño gesto”. Catalunya como excusa Tellado compareció en el Congreso pasadas las 13.45 de la tarde. 15 minutos antes, el diputado de Junts Josep Maria Cruset anunciaba a pocos metros de la sala de prensa un “acuerdo con el Gobierno que establece que la movilización de 14.000 millones que contempla el real decreto se hará en base al peso de las exportaciones de Catalunya a Estados Unidos”. Las cuentas de Junts indican que las empresas catalanas representan un 25% de esas exportaciones al país norteamericano. “Eso implica que se movilizarán más de 3.000 millones de euros a favor de las empresas catalanas”, aseguró Cruset. Los datos son oficiales y los expuso la agencia Efe el pasado 3 de abril. Según el servicio público de noticias, Catalunya, con unas exportaciones a EE UU de 4.351 millones de euros en 2024, es la comunidad autónoma más afectada por el incremento de aranceles anunciado por Trump, seguida por Andalucía, con 3.188 millones, y la Comunitat Valenciana, con 2.850 millones de euros. ‘Casus belli’ para el PP, que siempre tiene en Catalunya y en Junts un comodín para justificar sus cuitas con el Ejecutivo central. En el Gobierno llegó a calar el entusiasmo por la posible colaboración de la oposición en un asunto de tanta trascendencia. Después de que Cuerpo destacara durante la rueda de prensa del Cons

Feijóo pasa de “tender la mano” al Ejecutivo a abrirse a rechazar el decreto de ayudas después de que Puigdemont presuma de haber pactado un 25% de las ayudas a Catalunya, donde están las principales empresas exportadoras. El nuevo lema del PP es: "Ni con Trump ni con Sánchez, con los españoles"
El PP hace equilibrios entre el Gobierno y Vox ante la guerra comercial de Trump
El PP lleva desde que Donald Trump anunciara los aranceles a las exportaciones con destino a EE UU buscando un equilibrio si no imposible, muy difícil de lograr. Alberto Núñez Feijóo intenta no aparecer como sostén del Gobierno, pero tampoco caer del lado de quienes defienden la guerra comercial abierta por el líder de la primera economía del mundo. Su estrategia consiste en no estar demasiado a favor ni muy en contra. Y este martes ha encontrado la fórmula para poder desmarcarse de Pedro Sánchez sin asumir muchos costes: otra vez Junts y Catalunya.
La casi total ruptura de puentes en el único asunto en el que parecía posible el entendimiento se ha producido entre la noche del lunes y la del martes. 24 horas en las que el PP ha pasado de mostrarse favorable a apoyar al Gobierno ante la ofensiva de Trump a dejar en el aire su voto al decreto mientras Feijóo viaja a Bruselas a renegar del Ejecutivo ante la mismísima Ursula von der Leyen. Su estancia en Bruselas coincide con el viaje de Pedro Sánchez a Vietnam y China.
El lunes por la tarde el Gobierno abrió una negociación con el PP sobre el contenido del real decreto-ley que debía aprobarse en el Consejo de Ministros de este martes. El titular de Economía, Carlos Cuerpo, habló por teléfono con su homólogo en la dirección del PP, Juan Bravo. Al filo de las nueve de la noche, este le envió un documento con las medidas que querían añadir, y el ministro le telefoneó pasada la medianoche para comunicarle cuáles había aceptado.
En medio de este proceso, el PP comenzó a deslizar entre algunos periodistas la idea de que el Gobierno se negaba a aceptar ninguna de sus propuestas, cuando la realidad era que no se habían cerrado todavía las conversaciones. En un extenso comunicado remitido a los medios pasado el mediodía del martes, el PP tachó de “insuficientes” las medidas asumidas por el Ejecutivo, y justificó que hubieran asegurado que no habría acuerdo en que algunos medios publicaron que la Moncloa no aceptaba sus propuestas, siempre según el PP, lo que le valió al equipo de comunicación para trasladar a otros periodistas que el Gobierno les había dicho que “no” se iban a aceptar modificaciones.
Ante la evidencia de que sí se habían incluido algunas cuestiones planteadas por el PP, y la promesa de avanzar en las negociaciones para asumir otras más complejas de trasladar a leyes, el PP rebajó la intensidad de su crítica. El portavoz parlamentario, Miguel Tellado, compareció en el Congreso para presumir de que “por primera vez” el Gobierno aceptaba “escuchar al primer partido de España para mejorar el paquete de medidas”.
Como en el PP siempre cunde el miedo a que sus aliados de Vox o la derecha de su partido y la mediática critiquen cualquier acercamiento a Pedro Sánchez, Tellado optó en todo caso por marcó distancias: “Que nadie interprete un respaldo a los sectores afectados como un respaldo al Gobierno”. Y añadió: “No se trata de hablar de medidas concretas, sino de analizar su voluntad de diálogo. Hemos podido constatar buena predisposición por parte del ministro Carlos Cuerpo, pero no hemos visto receptividad hacia nuestras medidas. Se ha hecho un pequeño gesto”.
Catalunya como excusa
Tellado compareció en el Congreso pasadas las 13.45 de la tarde. 15 minutos antes, el diputado de Junts Josep Maria Cruset anunciaba a pocos metros de la sala de prensa un “acuerdo con el Gobierno que establece que la movilización de 14.000 millones que contempla el real decreto se hará en base al peso de las exportaciones de Catalunya a Estados Unidos”.
Las cuentas de Junts indican que las empresas catalanas representan un 25% de esas exportaciones al país norteamericano. “Eso implica que se movilizarán más de 3.000 millones de euros a favor de las empresas catalanas”, aseguró Cruset.
Los datos son oficiales y los expuso la agencia Efe el pasado 3 de abril. Según el servicio público de noticias, Catalunya, con unas exportaciones a EE UU de 4.351 millones de euros en 2024, es la comunidad autónoma más afectada por el incremento de aranceles anunciado por Trump, seguida por Andalucía, con 3.188 millones, y la Comunitat Valenciana, con 2.850 millones de euros.
‘Casus belli’ para el PP, que siempre tiene en Catalunya y en Junts un comodín para justificar sus cuitas con el Ejecutivo central.
En el Gobierno llegó a calar el entusiasmo por la posible colaboración de la oposición en un asunto de tanta trascendencia. Después de que Cuerpo destacara durante la rueda de prensa del Consejo de Ministros el espíritu de colaboración mutua con el PP, en Moncloa pusieron en valor la actitud de Feijóo en este caso en concreto. “Agradecemos mucho la oposición de estado en un asunto y en un momento como este”, ensalzaron fuentes del Ejecutivo consultadas por elDiario.es.
Desde el departamento de Cuerpo anunciaron la inclusión en el decreto de una cláusula de transparencia para comparecer en el Congreso cada tres meses a explicar los avances del plan, destinar 200 millones para reforzar la internacionalización de las empresas y que la moratoria de los créditos del ICO no se extendiese hasta el 2026, por el momento.
“Tenemos la mejor impresión de nuestras conversaciones y creemos de verdad que están dispuestos a coger la mano que les tiende el Gobierno”, apuntaban desde el Ministerio. Pero el espejismo duró poco. Pese a que Cruset había anunciado el acuerdo antes de que Tellado valorara la actitud de Cuerpo, el PP recurrió a esas declaraciones para, horas después, anunciar su alejamiento del acuerdo.
“No es posible que cuenten con el PP si es para blanquear un acuerdo que vuelve a comprometer la igualdad entre ciudadanos y entre territorios”, aseguró el partido de Feijóo en otro comunicado, el tercero en 24 horas. “Hemos entendido el mensaje: seguiremos atendiendo las llamadas que recibamos porque somos un partido de Estado, pero no es posible que cuenten con el Partido Popular si es para blanquear un acuerdo que vuelve a comprometer la igualdad entre ciudadanos y entre territorios. No se puede llamar a los pactos de Estado mientras se sigue subastando el Estado”, concluyó el PP.
Desde el PP reconocieron a elDiario.es que el acuerdo con Junts dificulta su pacto: “Estamos más lejos”. Pero la razón del portazo del PP causó sorpresa en Economía, donde sostienen que el argumento es falso. “Los instrumentos estarán a disposición de las empresas de manera equilibrada territorialmente en función de su exposición al shock. Si hay empresas más expuestas a los aranceles en determinadas regiones, en consecuencia, podrían necesitar más acceso a financiación”, apuntó en un comunicado el gabinete de Cuerpo, que quiso desmentir privilegio alguno a ningún territorio. “La financiación se otorgará a las empresas que lo soliciten y el seguimiento del uso de los instrumentos se hará de forma transparente articulando mecanismos de seguimiento con las CCAA y rendición de cuentas antes las Cortes”, añadieron en ese mismo comunicado.
“Es un sistema a demanda”, apuntan fuentes de Economía consultadas por elDiario.es, que descartan entrar en “guerras de cifras” con el PP, “Ninguna empresa se quedará sin financiación”, añaden. Es decir, todas las compañías exportadoras podrán acogerse a las medidas y, por el peso exportador catalán, es probable que un buen pico del plan se vaya a empresas radicadas allí.
Desde Economía apuntan que quieren “construir una respuesta conjunta” y recuerdan que el próximo jueves, Cuerpo se reunirá con todas las comunidades autónomas, 11 de ellas gobernadas por el PP.
En la Moncloa interpretaron el movimiento como la constatación de que, más allá de las apariencias, no pueden contar con la oposición. “Llevan preconstituyendo pruebas para la ruptura desde el lunes por la noche”, valoraba un ministro en los pasillos del Senado tras conocer el comunicado de los populares.
El propio Carlos Cuerpo reaccionó al comunicado del PP con una llamada al entendimiento. “Nuestra mano continúa tendida, seguiremos trabajando. Estoy tranquilo porque el texto y la parte específica acordada con Junts permite dar respuesta a las empresas que más lo necesiten”, dijo el ministro.
El Gobierno cree que no tendrá problemas para sacar el decreto con el apoyo parlamentario de la mayoría de grupos aliados en el Congreso. Mientras, Pedro Sánchez inicia este miércoles un viaje a Vietnam y China en plena operación de búsqueda de recambios comerciales al mercado estadounidense, ahora cerrado a cal y canto tras la declaración de guerra arancelaria.
En respuesta, Feijóo viaja a Bruselas a reunirse con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, con la idea de poner en duda la labor del presidente del Gobierno. “El PP sigue apostando por afrontar el conflicto combinando contundencia e inteligencia”, asegura el partido en otro comunicado remitido a los medios el martes. “Eso diferencia nuestra postura de la de aquellos que plantean la agresión verbal al Gobierno de Estados Unidos como mejor solución (como hacen los partidos en los que se apoya Pedro Sánchez) o los que amparan y defienden los planteamientos de la Administración norteamericana aunque estos sean lesivos para los intereses de nuestro país”, añadió el PP, para concluir: “Ni con Sánchez ni con Trump. Con los españoles”.