El peculiar 'chirping' felino: cuando los gatos trinan como los pájaros
Aún se desconoce la verdadera razón, si es que se limita a una, por la que los gatos emiten este sonido.

Para algunos convivientes con gatos, esta descripción les resultará familiar: se planta frente a una ventana o cristalera, fija la vista en un animal tras el cristal, como un ave, y comienza a emitir una secuencia rápida de sonidos extraños. Se trata de un chirrido breve y rítmico, a medio camino entre un trino, un crujido y un maullido balbuceante. Pero no se trata ni de un maullido ni de un ronroneo, es lo que se conoce en inglés como chirping, un fenómeno vocal felino tan curioso como difícil de traducir.
Aunque no tiene una denominación establecida en castellano, suele describirse como ‘trino’. En cualquier caso, se trata de una vocalización completamente normal dentro del comportamiento felino, pero que sigue siendo objeto de estudio y, en parte, de conjeturas. Lo que sí se sabe es que no todos los gatos lo emiten y que su frecuencia o intensidad puede estar relacionada con el vínculo que tienen con sus humanos. Según un estudio publicado en la revista Animals, los gatos que utilizan más sonidos distintos frente a las personas, tienen una mayor confianza hacia quienes les rodean.
¿Por qué hacen este sonido?
No existe una respuesta definitiva. La naturaleza independiente del gato y la dificultad de estudiarlo en entornos controlados de laboratorio han hecho que buena parte de las explicaciones disponibles sean todavía hipótesis.
Una de las más aceptadas es la que vincula este sonido con el instinto de caza. Los gatos suelen emitirlo cuando observan presas potenciales, como pájaros o insectos, sobre todo si están fuera de su alcance. En estos casos, el animal adopta una postura tensa, con los ojos muy abiertos y las orejas erguidas. Esta reacción a veces se ha interpretado como un reflejo de frustración: el felino ve a su presa, pero no puede alcanzarla. Una especie de queja vibrante.
Pero no todos los ‘trinos’ responden al mismo contexto. Algunos gatos trinan cuando su cuidador regresa a casa, cuando se les ofrece comida o incluso durante el juego. En estos casos, se asocia a la excitación, la expectativa o la alegría, y puede parecer más suave, breve o musical. Según la especialista en comportamiento felino Mikel Delgado, en declaraciones para LiveScience, este repertorio vocal podría compararse con las expresiones humanas de entusiasmo, una especie de murmullo de emoción o impaciencia, sin necesidad de que exista frustración.
¿Una técnica olfativa?
Otra hipótesis sugiere que el chirping podría tener una función relacionada con el olfato. Algunos investigadores apuntan que, al entreabrir y mover la boca de forma repetida, los gatos podrían estar canalizando el aire hacia el órgano vomeronasal, también conocido como órgano de Jacobson y utilizando, por tanto, el reflejo de Flehmen. Esta estructura, situada en el paladar, funciona como un ‘segundo sistema olfativo’ especializado en la detección de feromonas.
Esta explicación, aunque también es plausible, carece aún de respaldo experimental sólido. Los expertos coinciden en que diseñar estudios que permitan aislar y comprobar el papel exacto de cada vocalización felina sigue siendo una tarea compleja y aún lejos de los avances metodológicos necesarios en el campo de la investigación felina.
¿Un intento de imitación?
Existe también una hipótesis más audaz: la imitación. En el caso del margay o tigrillo, (Leopardus wiedii), un pequeño felino salvaje presente desde México hasta el norte de Argentina, se ha observado que emite sonidos similares a los de sus presas para atraerlas. Este caso concreto, recogido por biólogos en Brasil, sugiere que algunos felinos podrían imitar vocalizaciones de sus presas como táctica de caza.
El chirping de los gatos domésticos, que recuerda inevitablemente al trinar de las aves, podría ser interpretado de esta forma. Sin embargo, fuera del ejemplo del margay, no existen más evidencias documentadas de comportamientos imitativos en felinos salvajes o domésticos. De nuevo, la falta de estudios sobre pequeños felinos salvajes, incluidos los ancestros directos del gato doméstico, limita aún nuestra capacidad para sacar conclusiones.
¿Lo hacen todos los gatos?
No todos los gatos emiten trinos, y algunos lo hacen con mucha más frecuencia que otros. Puede depender de la personalidad, el entorno, el nivel de socialización o el estímulo concreto que lo provoca. Un mismo gato puede 'chirriar' al ver un pájaro, al jugar con un juguete en forma de ratón o al saludar a su persona de referencia. Otros pueden no hacerlo nunca.
Lo que sí se sabe es que cuanto más ricos sean los intercambios vocales entre el animal y su entorno humano, más fuerte parece ser su vínculo emocional.
¿Se puede provocar?
Obligar a un gato a hacer un sonido es como intentar enseñar a un pez a volar, pero sí es posible estimular el contexto adecuado para escucharlo. Los juguetes que imitan el vuelo de un ave, como las cañas con plumas, suelen ser eficaces. También lo son los vídeos con sonidos de pájaros. La clave está en la excitación y la expectativa.
Observar a un gato emitiendo chirps es una de esas rarezas del comportamiento felino que, aunque aún no comprendamos del todo, nos muestra uno de los sonidos más fascinantes de su repertorio.
Referencia:
- Only When It Feels Good: Specific Cat Vocalizations Other Than Meowing. Jaciana Luzia Fermo et al. Animals (2019)