El Parador en un elegante edificio con un claustro gótico del siglo XVIII
El hotel de 4 estrellas se ubica en una de las localidades más bonitas de Lleida, junto a la única catedral románica de Cataluña.

En la confluencia de los ríos Valira y Segre, bajo la sombra de la sierra de Cadí, la preciosa localidad de La Seu d'Urgell se presenta como la más importante del norte de la provincia de Lleida. Su rico patrimonio está marcado por su imponente catedral de los siglos XI y XII, un magnífico ejemplo del románico italianizante en Cataluña.
Por otro lado, en la capital de la comarca del Alt Urgell también destacan las iglesias de Sant Miquel y la Sagrada Familia, así como la Casa de la Ciudad y el Museo Diocesano, con su interesante colección de pinturas y esculturas medievales. Otro de los edificios históricos que merece la pena visitar es el convento de Sant Domènec, cuyo claustro forma parte a día de hoy de un Parador de Turismo.
El convento de Sant Domènec
El fraile dominico, Pedro de Cadireta, fundó el convento de Sant Domènec en el siglo XIII. En un principio, este se situó extramuros, sin embargo, en el año 1364 y por motivos defensivos se trasladó a la zona interior, concretamente donde se ubicaba la antigua iglesia de Sant Miquel. Con el paso del tiempo, las reformas dieron paso al edificio gótico que ha llegado hasta la actualidad.
A día de hoy, el templo se ha convertido en una sala de exposiciones. La estructura está formada por una nave con capillas laterales y una puerta de entrada muy sencilla. Sin embargo, el elemento más destacado es su claustro gótico del siglo XVIII, que ahora es parte del Parador.
Así es el Parador de La Seu d'Urgell
El Parador de La Seu d'Urgell se creó como un elegante edificio de estilo clasicista combinado con una decoración modernista. En este hotel de 4 estrellas, los huéspedes podrán disfrutar de piscina climatizada, bar, gimnasio, sauna, solárium, parking exterior y garaje.
Por supuesto, no podemos olvidar su Restaurante Alt Urgell, de cocina regional catalana de influencia pirenaica en su vertiente leridana. Aquí priman los productos locales, con una gran presencia de quesos artesanales y embutidos, así como pa amb tomaquet, torrada de escalivada con anchoas, esqueixada de bacalao, butifarra con mongetes y escudella barrejada.