"El Papa valoraba nuestro trabajo", qué enseñanzas dejó Francisco a los empresarios
Desde Roma, Silvia Bulla, presidente de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas (ACDE), analizó el legado del Papa Francisco para quienes lideran organizaciones.

Tras la muerte del Papa Francisco proliferaron los análisis acerca de su legado en todos los ámbitos del país y del mundo: qué dejó su papado en la institución de la Iglesia, en el ámbito de las relaciones internacionales, cuál fue su aporte desde el punto de vista espiritual y, desde APERTURA, por supuesto, se indagó acerca de cuál fue su legado para el empresariado.
Así, desde Roma, donde estaba despidiendo al Sumo Pontífice, Silvia Bulla, presidente de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas (ACDE) delineó los principales puntos que dejó Francisco a quienes tiene la responsabilidad de estar al frente una empresa.
¿Qué deja el Papa Francisco a los empresarios en general y a los empresarios argentinos en especial?
El Papa fue una persona que siempre, en todas sus palabras y acciones buscó integrar, promover la cultura del encuentro.
A diferencia de los paradigmas y sesgos tan arraigados en nuestras sociedades y que relacionan a los empresarios con personas ambiciosas, egoístas y focalizados únicamente en lograr beneficio propio, el Papa siempre se refirió a los empresarios con cariño y respeto. Nunca menoscabó el trabajo del empresario, al contrario, se refirió a ellos en varias oportunidades y lo hizo valorándolo y presentando la responsabilidad de la tarea.
Por ejemplo, en su encíclica Fratelli Tutti deja en claro su posición respecto al valor de los empresarios. El expresa: "La actividad de los empresarios es una noble vocación orientada a producir riqueza y a mejorar el mundo para todos. Dios nos promueve, espera que desarrollemos las capacidades y potencialidades. Los empresarios, que son un don de Dios, tendrían que orientarse claramente al desarrollo de las demás personas y a la superación de la miseria, especialmente a través de la creación de fuentes de trabajo diversificadas". Silvia Bulla, presidente de ACDE, despidiendo al Papa Francisco.
Sin dudas el Papa resumió el valor, los alcances y las responsabilidades porque para él la actividad empresarial es intrínsecamente buena. Y según dice, no puede ser de otra manera porque, además es una vocación y, para los cristianos, una vocación es un "llamado de Dios". La vocación de los empresarios está orientada a generar riqueza con esfuerzo, entendiendo por riqueza la multiplicación de los bienes del mundo al servicio del Bien Común.
El Papa nos deja entonces justamente la responsabilidad de comprometernos por el progreso respetuoso e inclusivo. Tenemos un rol clave para el desarrollo creando y manteniendo las fuentes de trabajo y el aporte a la equidad que tanto preocupaba a su Santidad el Papa Francisco.
Otro expresión de su posición se produce en su discurso a Uniapac, que es la institución que nuclea a organizaciones como ACDE de todo el mundo, dado en 2018, cuando presenta su pensamiento sobre la actividad empresarial en tres principios rectores que caminan paralelos a los de la Doctrina Social de la Iglesia: la dignidad inalienable de la persona humana creada a imagen de Dios; el Bien común, para que todas las personas alcancen el desarrollo integral y el valor del Trabajo, como dignidad y participación en la obra creadora de Dios.
Justamente, Él hablaba muy a menudo de la dignidad que da el trabajo...
Un 1° de mayo, en una homilía el Papa se refirió justamente a la dignidad que da el trabajo. Pidió porque a nadie le falte el trabajo digno, que todos sean remunerados de manera justa y puedan gozar la belleza del descanso. Como sabemos "Dios, en el séptimo día, llevó a cumplimiento el trabajo que había hecho y cesó en el séptimo día de todo el trabajo que había emprendido". El hombre trabajando continúa la obra creadora de Dios y merece el reconocimiento y el descanso.
En el contexto del trabajo, siempre preocupado por la inequidad manifestó muchas veces también su preocupación por la actual existencia de esclavos del trabajo forzado, del mal pago, a la falta de los descansado, de los excesos. Se refería a una "dignidad pisoteada" que era necesario desterrar.
¿Qué relación tenían desde ACDE con él?
En varias oportunidades tuvimos encuentros. Presidentes de ACDE tuvieron audiencias, y en el marco de UNIAPAC, también nos recibió varias veces.
Yo tuve la bendición en julio de 2023 de conocerlo y dialogar con él en el Vaticano. El me mostró su alegría porque ACDE haya decidido que una mujer lleve adelante la presidencia por primera vez. También alentó a todo ACDE a ser fieles a nuestra misión en el país. Fue muy cálido conmigo y con mi esposo, y nos dio una bendición muy especial.
Yo le llevé un libro que reeditamos recientemente con diálogos con el Padre Moledo, quien acompañó a Enrique Shaw en los primeros años de ACDE. Shaw, nuestro fundador, es el empresario argentino que justamente, en estos tiempos, se encuentra en camino para ser beatificado. Y fue Monseñor Jorge Bergoglio, como arzobispo de Buenos Aires quien cerró la fase diocesana de este proceso. Es decir, siendo obispo le tocó certificar la fama de santidad de, mientras se recopilaban muchos informes y datos de toda la vida de Enrique Shaw.
En sus libros puso como ejemplo de empresario a Shaw como un líder que cuidaba a sus empleados, los acompañaba. E, recordó los tiempos en que cuando Shaw ya estaba enfermo, los operarios de su planta hicieron fila para donar sangre. Francisco veía que un empresario a través de su labor empresarial podía llegar a ser santo.
¿Cuáles fueron sus en mensajes claves que hoy el empresario debe tener en cuenta?
El Papa compartió su posición respecto de cómo debería actuar un buen empresario en varias oportunidades, algunas de sus expresiones fueron:
- Conocer a sus trabajadores porque se trabaja con ellos (como el Buen Pastor del Evangelio). Si el empresario no es trabajador, no será buen empresario.
- Construir empresas que sean amigas de la gente y de los pobres.
- Invertir para el Bien Común y no esconder su dinero en paraísos fiscales.
- Cuidar la Casa Común, preservando y mejorando el Medio Ambiente.
- Trabajar, producir, ahorrar. Es la propia vocación lo que los mueve y no la sed de ganancias. Es el gusto y el orgullo de ver la propia empresa prosperar, adquirir crédito, inspirar confianza, ampliar instalaciones. Retiran a menudo, ganancias más modestas de las que obtendrían en otras actividades (hace propias palabras de Luigi Eunadi).
- Reconocer que puede tener que despedir, pero lo hace con dolor y sufre por ello.
El Papa reconoce en figuras como las de Enrique Shaw y, por ejemplo, Adriano Olivetti (empresario italiano) por mencionar algunos que han encarnado estos valores.
En resumen, la centralidad de las personas individuales era su gran preocupación. "Que en el centro de cada empresa esté el ser humano", "constructores del Bien Común y artífices de un nuevo humanismo del trabajo" y "El valor moral y económico del trabajo". El trabajo debe ser entendido y respetado como un proceso que va mucho más allá del intercambio comercial entre empleador y trabajador. En primer lugar, es parte del sentido de la vida, camino de desarrollo humano y de realización personal. El trabajo nos hace ser creativos a imagen y semejanza de Dios, que es el primer trabajador. El trabajo debe estar integrado en una economía del cuidado. Hoy se descarta a los niños con las bajas tasas de natalidad, a los ancianos y a los jóvenes. La mayoría no tiene trabajo. Un trabajo que cuida restaura la dignidad humana y asegura la sostenibilidad futura.
¿Desde ACDE están pensando en alguna actividad o acción especial luego de su partida?
Estamos compartiendo a través de nuestros medios (redes y portal) todos los materiales hermosos que no deja de legado.
El sábado 26 tuve la gracia de participar en Roma en la Misa Exequial junto a la comitiva argentina. Fue un gran encuentro muy plural de representantes religiosos y políticos de sectores bien disímiles, unidos por el Amor y la Gratitud a nuestro pastor. También un gran grupo de ACDE participó de la misa en la Catedral de Buenos Aires y las distintas iglesias de todo el país. Nuestros socios comparten sus experiencias y se ha creado un intercambio muy movilizador. Es una gran pérdida y todos así lo sentimos.
Además, este año tendremos nuestro Encuentro Anual, el 1° y 2 de Julio, donde seguramente también tengamos nuestro espacio dedicado al querido Papa Francisco.