El papa Francisco hizo una petición especial para su funeral: un ataúd hecho de zinc, ¿por qué eligió este material?
Fiel a su carácter rebelde y poco convencional, el papa Francisco hizo una petición inesperada para su funeral: cambiar los materiales tradicionales de su ataúd por algo muy diferente. ¿Cuál fue la razón detrás de esta decisión y, más importante aún, qué significa? ¿Cuál es el significado detrás de los materiales del ataúd del papa […]

Fiel a su carácter rebelde y poco convencional, el papa Francisco hizo una petición inesperada para su funeral: cambiar los materiales tradicionales de su ataúd por algo muy diferente. ¿Cuál fue la razón detrás de esta decisión y, más importante aún, qué significa?
¿Cuál es el significado detrás de los materiales del ataúd del papa Francisco?
El féretro del papa Francisco rompió con siglos de tradición al combinar elementos clásicos con cambios personales que reflejan su visión de una Iglesia más sencilla y cercana. Mientras que otros papas eran enterrados en tres ataúdes —uno de ciprés, uno de plomo y otro de roble—, Francisco optó por un diseño mucho más sobrio: madera y un revestimiento de zinc.
Esta noite, na Basílica de São Pedro, foi realizado o rito do fechamento do caixão do Romano Pontífice. “Rogito” é um texto guardado num cilindro de metal que recorda os traços marcantes da vida e do ministério do Papa, desde o seu nascimento até aos seus últimos dias pic.twitter.com/SDx8Nkf37o
— Vatican News (@vaticannews_pt) April 25, 2025
Históricamente, cada ataúd tenía su propio significado: el ciprés representaba la humildad y la mortalidad; el plomo protegía el cuerpo contra la descomposición; y el roble simbolizaba la fuerza y dignidad de la Iglesia. Francisco decidió saltarse el paso del plomo, reemplazándolo por zinc, un material práctico y duradero, alineado con su deseo de evitar lujos innecesarios incluso después de la muerte.
El zinc tiene un propósito más práctico que simbólico: es resistente a la humedad y a la corrosión, ayuda a preservar mejor el cuerpo al impedir la entrada de oxígeno, y también hace que el ataúd sea más ligero y fácil de manejar en las ceremonias. Una elección que, aunque menos vistosa, está cargada de significado: Francisco quería un funeral más humano y menos imperial.
Sobre la tapa del féretro, se grabaron tres elementos clave: una cruz, el escudo papal y una placa con su nombre, años de vida y duración del pontificado. Cada uno de estos símbolos es un recordatorio de quién fue: un papa que desafió las expectativas hasta el último momento.
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