El monasterio poco conocido en Madrid con una iglesia románica y rodeado de naturaleza

Construida en la Sierra de La Cabrera, el convento de San Julián y San Antonio es uno de los pocos resquicios del románico que se conservan en la Comunidad de Madrid.

Abr 8, 2025 - 17:14
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El monasterio poco conocido en Madrid con una iglesia románica y rodeado de naturaleza

El impresionante macizo de la Sierra de la Cabrera representa un pasado histórico para la Comunidad de Madrid, donde se han encontrado desde asentamientos de la Edad de Hierro hasta una necrópolis visigoda. Y allí, en medio de huertas y desniveles rocosos, se encuentra el Convento-Monasterio de San Julián y San Antonio, cuya iglesia es uno de los pocos ejemplos del románico que aún se mantienen en la región.

El pequeño templo que conserva diversas obras de arte, es testimonio del papel que tuvieron las órdenes monásticas y religiosas durante el proceso de repoblación, además de tener un gran peso desde el punto de vista histórico, social, cultural y arquitectónico para la comunidad.

Una de las construcciones más valiosas del patrimonio medieval madrileño

A 1.200 metros de altura en la Sierra de la Cabrera, aparece el Convento-Monasterio de San Julián y San Antonio rodeado de vegetación y como si estuviera colgado de las piedras. Una iglesia que impresiona por su gran sencillez y la rusticidad de sus columnas y arcos. El edificio de dos plantas cuenta con una terraza rodeada de muchas especies de arbustos y plantas que florecen gracias al microclima que tiene la zona.

Con un estilo románico que apunta a los siglos XI y XII, la aparición de una pequeña necrópolis en sus cercanías revela un posible origen visigodo, sin embargo, no se tienen evidencias suficientes que indiquen la fecha exacta de su fundación. Se conoce que el monasterio fue promovido por el rey Alfonso VI en el siglo XI, y posteriormente fue tomado por los franciscanos en 1404 cuando asumieron sus riendas, hasta que los franceses lo convirtieron en un cuartel militar tras la invasión Napoleónica.

Pero la construcción religiosa no solo es reconocida por su papel histórico, sino también por dos de los compradores que tuvo: Mariano de Goya y Carlos Jiménez Díaz. En 1865 Mariano de Goya, descendiente del pintor Francisco de Goya, adquirió el templo, que posteriormente pasó a sus sucesores. Luego, en 1934 fue comprado por el doctor Carlos Jiménez Díaz en condiciones ruinosas, quien tras su muerte le cedió la propiedad a los padres franciscanos de San Francisco el Grande. Actualmente, está en manos de los Misioneros Identes, quienes tienen la propiedad desde el año 2004.

Un sistema de abastecimiento hidráulico

La iglesia románica del siglo XI, formada por una cabecera de gran desarrollo y un cuerpo de tres naves de corta longitud, es parte de este conjunto monástico, al igual que los restos de mampostería pertenecientes al monasterio franciscano, las terrazas con huertas y un jardín.

A todo ello se suma una red hidráulica de conducción y distribución de agua desde cuatro manantiales hasta el interior del recinto monástico que se efectúa a través de canales, estanques, pilas y fuentes que se distribuyen para abastecer al monasterio y regar las huertas y jardines dispuestos en terrazas. Este proyecto se desarrolló durante los siglos XV y XVII, unido a la construcción y desarrollo del convento. Es el único ejemplo de este tipo de infraestructura hidráulica ligada a un complejo monástico en la Comunidad de Madrid.

Cómo visitar el Monasterio de San Julián y San Antonio

El monasterio cuenta con varios horarios disponibles para visitas cuatro días por semana. Martes, jueves y sábados: 11:00, 12:00, 16:00 y 17:00 horas. Domingos y festivos: 11:00 horas. Además, te ofrecen la oportunidad de hacer una visita guiada, pero se necesita una reserva previa.

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