El mayor dolor de cabeza en la WNBA: ¡nadie quiere firmar contratos largos!

La WNBA se adentra en uno de sus años más decisivos de cara al futuro de la competición. La temporada 2025 no será una más… y no es ningún tópico en esta ocasión. Más allá de lo que suceda sobre la cancha entre mayo y octubre, nadie será capaz al término de las Finales de […] La entrada El mayor dolor de cabeza en la WNBA: ¡nadie quiere firmar contratos largos! aparece en Gigantes del Basket.

Mar 4, 2025 - 09:12
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El mayor dolor de cabeza en la WNBA: ¡nadie quiere firmar contratos largos!

La WNBA se adentra en uno de sus años más decisivos de cara al futuro de la competición. La temporada 2025 no será una más… y no es ningún tópico en esta ocasión. Más allá de lo que suceda sobre la cancha entre mayo y octubre, nadie será capaz al término de las Finales de asegurar cómo estará compuesta la liga 6 meses más tarde. Y es que la llegada de un nuevo convenio colectivo marcará un antes y un después.

La Agencia Libre 2025 ha seguido una tendencia vista previamente en todas las franquicias. Exceptuando a las jugadoras con contratos rookies, tan solo Yvonne Anderson (Connecticut Sun), Kalani Brown (Phoenix Mercury) y Lexie Brown (Seattle Storm) contarán con un contrato en vigor en 2026. El resto, durante los últimos tres años, ni ha querido escuchar conversaciones para firmar más allá de 2025. Lo que quiere decir que prácticamente la totalidad de ellas serán Agentes Libres para negociar con cualquier franquicia en enero del próximo año.

Esta situación provoca un escenario bien curioso de cara a la campaña que se acerca en un par de meses. Todo lo que vemos construido hoy en día podría tener las horas contadas. Después de que las jugadoras decidieran salirse del convenio actual (la fecha final será el 31 de octubre de 2025), el cortoplacismo reinará más que nunca. Y si hay que tomar decisiones difíciles, qué mejor que hacerlo que en los meses previos a que todo se convierta en un folio casi en blanco para las 14 franquicias.

El casi, como hemos mencionado previamente, se debe a que los acuerdos con las rookies no son negociables y serán la excepción. Por ejemplo, las Indiana Fever podrán respirar tranquilas sabiendo que podrán seguir construyendo alrededor de Caitlin Clark (contrato hasta 2027) y la organización que se haga con Paige Bueckers en el próximo Draft tendrá ya puesta su primera piedra de cara al futuro.

Todo esto llega provocado por la firma del nuevo acuerdo de televisión, el crecimiento experimentado por la liga en los últimos años y la negociación que se está llevando a cabo para el nuevo convenio colectivo, donde las jugadoras ampliarán con total seguridad sus ingresos. Es esta última razón la que ha provocado la negativa, con todo el sentido del mundo, a alargar cualquier contrato. Para qué hacerlo ahora por cierta cantidad, si esta será más alta en unos meses. Ya solo falta conocer qué salto salarial serán capaces de conseguir en las negociaciones con la WNBA y sus propietarios.

Foto: NY Liberty Etiquetas de Mautic

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