El "low cost" invade la Semana Santa

No hace mucho tiempo, un alumno de cuarto curso de Periodismo me pidió seriamente una tutoría para decirme que le era imposible asistir a mis clases por incompatibilidad horaria y que, por favor, fuera comprensivo. Pensé que iba a argumentar un trabajo remunerado y que, en los tiempos que corren, estaba obligado a aceptarlo. Pero no fue así, la cuestión es que había sido elegido miembro de la Junta de Gobierno de una hermandad de Semana Santa de su pueblo, cerca de Sevilla, y que las reuniones del Cabildo coincidían en hora con mis clases. Me propuso hacer un trabajo alternativo y le dije que no, recordando un refrán de mi abuelo, que siempre me decía que "primero la obligación y luego la devoción". Y es que este tema de la Semana Santa, como tantas otras cosas, se está saliendo de madre. En Andalucía hay 2.000 hermandades y cofradías en todo el territorio. No hay pequeña población que se precie que no tenga una Esperanza o una Dolorosa para sus devotos, o un Crucificado que pasa la mayor parte del tiempo en la Iglesia Parroquial, excepto en la Procesión Sacramental, amén de los santos locales. En Sevilla, foco y faro que alumbra este mundo de la Semana Grande, el Ayuntamiento tuvo que tomar cartas en el asunto, a cuenta de las decenas de pequeñas procesiones que salían contínuamente de los barrios, lo que obligada a reforzar las dotaciones de la Policía Local para regular el tráfico. Lo cierto es que las horas extra de los agentes empezaron a dispararse, sobre todo porque ni siquiera tenían el detalle de anunciar su salida a la calle con semanas de antelación; prácticamente lo hacían el mismo día, asumiendo que el silencio administrativo favorece al peticionario. La gota que colma el vaso es lo ocurrido en Morón de la Frontera, en Sevilla, donde se ha sabido que una hermandad había encargado un nuevo manto para su Virgen a una fábrica situada en Pakistán, con un evidente ahorro de costes. Esta es la punta del iceberg, pues los encargos a aquel país o a Bangladesh hace tiempo que se están produciendo, pero ahora los artesanos tradicionales, más de 300 familias en toda Andalucía, levantan su voz, dejando claro que en esos trabajos venidos de tan lejos no puede haber calidad y que son pan para hoy y hambre para mañana. Esta es la situación. Una locomotora turística para Andalucía y unos feligreses que quieren la mayor visibilidad posible, de modo que se hace lo que haga falta. La vida misma en muchos otros sectores. Bienvenida la Semana Santa al mundo "low cost", de foto en Instagram y reportaje televisivo con saludo de la autoridad local competente, que nunca falta en estos acontecimientos religiosos, pues ahí están sus votantes. De momento, después de años de reclamaciones, el Estado ha escuchado a los profesionales del Arte Sacro y se reduce el IVA del 21% al 10%, como en el resto de modalidades artísticas. También han conseguido que...

Feb 14, 2025 - 08:33
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El "low cost" invade la Semana Santa
No hace mucho tiempo, un alumno de cuarto curso de Periodismo me pidió seriamente una tutoría para decirme que le era imposible asistir a mis clases por incompatibilidad horaria y que, por favor, fuera comprensivo. Pensé que iba a argumentar un trabajo remunerado y que, en los tiempos que corren, estaba obligado a aceptarlo. Pero no fue así, la cuestión es que había sido elegido miembro de la Junta de Gobierno de una hermandad de Semana Santa de su pueblo, cerca de Sevilla, y que las reuniones del Cabildo coincidían en hora con mis clases. Me propuso hacer un trabajo alternativo y le dije que no, recordando un refrán de mi abuelo, que siempre me decía que "primero la obligación y luego la devoción". Y es que este tema de la Semana Santa, como tantas otras cosas, se está saliendo de madre. En Andalucía hay 2.000 hermandades y cofradías en todo el territorio. No hay pequeña población que se precie que no tenga una Esperanza o una Dolorosa para sus devotos, o un Crucificado que pasa la mayor parte del tiempo en la Iglesia Parroquial, excepto en la Procesión Sacramental, amén de los santos locales. En Sevilla, foco y faro que alumbra este mundo de la Semana Grande, el Ayuntamiento tuvo que tomar cartas en el asunto, a cuenta de las decenas de pequeñas procesiones que salían contínuamente de los barrios, lo que obligada a reforzar las dotaciones de la Policía Local para regular el tráfico. Lo cierto es que las horas extra de los agentes empezaron a dispararse, sobre todo porque ni siquiera tenían el detalle de anunciar su salida a la calle con semanas de antelación; prácticamente lo hacían el mismo día, asumiendo que el silencio administrativo favorece al peticionario. La gota que colma el vaso es lo ocurrido en Morón de la Frontera, en Sevilla, donde se ha sabido que una hermandad había encargado un nuevo manto para su Virgen a una fábrica situada en Pakistán, con un evidente ahorro de costes. Esta es la punta del iceberg, pues los encargos a aquel país o a Bangladesh hace tiempo que se están produciendo, pero ahora los artesanos tradicionales, más de 300 familias en toda Andalucía, levantan su voz, dejando claro que en esos trabajos venidos de tan lejos no puede haber calidad y que son pan para hoy y hambre para mañana. Esta es la situación. Una locomotora turística para Andalucía y unos feligreses que quieren la mayor visibilidad posible, de modo que se hace lo que haga falta. La vida misma en muchos otros sectores. Bienvenida la Semana Santa al mundo "low cost", de foto en Instagram y reportaje televisivo con saludo de la autoridad local competente, que nunca falta en estos acontecimientos religiosos, pues ahí están sus votantes. De momento, después de años de reclamaciones, el Estado ha escuchado a los profesionales del Arte Sacro y se reduce el IVA del 21% al 10%, como en el resto de modalidades artísticas. También han conseguido que...