El apoyo del Papa Francisco a los afectados de la dana en Valencia: «Estoy cerca de ellos»
La muerte del Papa Francisco ha conmocionado este lunes a todo el planeta, incluida la provincia de Valencia , después de haber recibido numerosas muestras de apoyo por parte del Pontífice después de la dana del 29 de octubre, donde murieron 228 personas a causa de las graves inundaciones. Francisco, sólo dos días después de la catástrofe, mantuvo conversaciones con el presidente de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello y, en los ángelus del 1 y 3 de noviembre, así como en la audiencia general del seis, recordó a los afectados, además de portar una imagen de la patrona de Valencia , la Virgen de los Desamparados. Los periodistas que siguen habitualmente la información del Vaticano coincidieron entonces que no era habitual que el Pontífice se pronunciara tantas veces sobre un mismo suceso. Al respecto, destacó en varias ocasiones la tenacidad de los voluntarios y se mostró horrorizado con el número de víctimas y la magnitud de la tragedia. «Recemos por la población de la Península Ibérica, especialmente la Comunidad Valenciana, arrasada por la dana, por los difuntos, por sus seres queridos, y por todas las familias que han sufrido daños. Que el Señor sostenga a los que sufren y a los que llevan socorro. Toda nuestra cercanía a la gente de Valencia », remarcó en el mes de diciembre. «Estoy cerca de ellos en este momento de catástrofe y rezo por ellos. Que Dios los bendiga a todos», añadió. El pasado mes de enero, se refirió de nuevo a la tragedia al aludir que «no podemos tomar a la ligera el sufrimiento de las personas e intentar consolarlas con frases de circunstancias y buenismo». El obispo de Roma ensalzó «la ayuda desinteresada de tantas personas, en los ojos llenos de entrega de la gente, que han sido capaces de iluminarnos con la ternura de Dios». Según Francisco, «la dana no es un fenómeno atípico que simplemente esperamos no vuelva a suceder, sino la extrapolación de lo que vive cada ser humano que se enfrenta a una pérdida y se siente solo, desubicado, necesitado de apoyo para poder continuar». A seminaristas y sacerdotes, les pidió que fueran «otro Cristo» para « hacerse barro en el llanto del pueblo ». «Cuando vean a la gente rota, porque en Valencia hay gente rota, que ha perdido la vida a pedazos, repártanles ustedes trozos, pedazos, de ustedes mismos, como Cristo lo hace en la Eucaristía», se refirió. Como anécdota, el Papa Francisco recibió en un avión mientras viajaba a Córcega en diciembre la escultura de un ángel de la parroquia de Picanya que acabó destrozado por la dana que afectó a Valencia. La obra representa un ángel en estado de adoración que se encontraba junto al sagrario y que apareció destrozado sin cabeza y sin alas tras las inundaciones. El otro ángel que completaba la pareja quedó totalmente irreconocible.
La muerte del Papa Francisco ha conmocionado este lunes a todo el planeta, incluida la provincia de Valencia , después de haber recibido numerosas muestras de apoyo por parte del Pontífice después de la dana del 29 de octubre, donde murieron 228 personas a causa de las graves inundaciones. Francisco, sólo dos días después de la catástrofe, mantuvo conversaciones con el presidente de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello y, en los ángelus del 1 y 3 de noviembre, así como en la audiencia general del seis, recordó a los afectados, además de portar una imagen de la patrona de Valencia , la Virgen de los Desamparados. Los periodistas que siguen habitualmente la información del Vaticano coincidieron entonces que no era habitual que el Pontífice se pronunciara tantas veces sobre un mismo suceso. Al respecto, destacó en varias ocasiones la tenacidad de los voluntarios y se mostró horrorizado con el número de víctimas y la magnitud de la tragedia. «Recemos por la población de la Península Ibérica, especialmente la Comunidad Valenciana, arrasada por la dana, por los difuntos, por sus seres queridos, y por todas las familias que han sufrido daños. Que el Señor sostenga a los que sufren y a los que llevan socorro. Toda nuestra cercanía a la gente de Valencia », remarcó en el mes de diciembre. «Estoy cerca de ellos en este momento de catástrofe y rezo por ellos. Que Dios los bendiga a todos», añadió. El pasado mes de enero, se refirió de nuevo a la tragedia al aludir que «no podemos tomar a la ligera el sufrimiento de las personas e intentar consolarlas con frases de circunstancias y buenismo». El obispo de Roma ensalzó «la ayuda desinteresada de tantas personas, en los ojos llenos de entrega de la gente, que han sido capaces de iluminarnos con la ternura de Dios». Según Francisco, «la dana no es un fenómeno atípico que simplemente esperamos no vuelva a suceder, sino la extrapolación de lo que vive cada ser humano que se enfrenta a una pérdida y se siente solo, desubicado, necesitado de apoyo para poder continuar». A seminaristas y sacerdotes, les pidió que fueran «otro Cristo» para « hacerse barro en el llanto del pueblo ». «Cuando vean a la gente rota, porque en Valencia hay gente rota, que ha perdido la vida a pedazos, repártanles ustedes trozos, pedazos, de ustedes mismos, como Cristo lo hace en la Eucaristía», se refirió. Como anécdota, el Papa Francisco recibió en un avión mientras viajaba a Córcega en diciembre la escultura de un ángel de la parroquia de Picanya que acabó destrozado por la dana que afectó a Valencia. La obra representa un ángel en estado de adoración que se encontraba junto al sagrario y que apareció destrozado sin cabeza y sin alas tras las inundaciones. El otro ángel que completaba la pareja quedó totalmente irreconocible.
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