El acusado de matar a la pequeña Nadia en Murcia tenía problemas con las drogas

Murcia amanece con el corazón encogido después de que este martes por la tarde, Nadia, una niña de 5 años, muriera presuntamente envenenada en la pedanía de Llano de Brujas. El supuesto autor de su muerte, Jesús J. G., alias Suso, era la expareja de su madre y tenía problemas con las drogas. No obstante, aunque no tenía antecedentes por malos tratos y tampoco figuraba en el sistema VioGén, podría tratarse de violencia vicaria.

Así lo ha confirmado la delegada del Gobierno en la Región, Mariola Guevara, tras guardar un minuto de silencio a las puertas de la institución. La representante del Ejecutivo central en la Región ha manifestado que "posiblemente" se trate de un caso de violencia vicaria, aunque eso "será algo que tendrá que determinar el juez una vez que ya sepan todas las causas".

"Todo indica que, presuntamente, este hombre ha pretendido hacer daño a su expareja con una niña que es a lo que más se quiere, a su hija", ha agregado, aseverando que espera que se juzgue al autor del homicidio "con la mayor determinación". No obstante, ha recordado que el caso se encuentra bajo secreto de sumario.

Una relación con otra persona

Todo ello podría deberse a un problema de celos. Tal y como asevera La Opinión de Murcia, la madre de la niña y el presunto autor habían sido pareja hasta el pasado verano, cuando ella decidió dejar la relación debido, entre otras cosas, a los problemas con las drogas que tenía el investigado.

Como consecuencia, este le habría mandado mensajes a la progenitora, Ramona, mostrando sus temores a que hubiese comenzado una relación con otra persona, según informa la misma fuente. A pesar de todo, esta dejaba que Jesús pasara tiempo con la menor, incluso se la llevaba a su casa los fines de semana.

La madre del presunto autor, además, ha advertido que su hijo, que cumplirá 48 años este jueves, era adicto a los estupefacientes desde hace más de 20 años, tal y como ha explicado en una entrevista a El Español. Una amiga de la madre del presunto autor, incluso, ha detallado al mismo medio que esta solía contar que Jesús "la estaba matando psicológicamente, pidiéndole dinero con amenazas".

Una tarde trágica

De acuerdo con las primeras investigaciones, Jesús habría acabado con la vida de la pequeña administrándole pastillas o drogas, aunque este extremo aún no ha sido confirmado. Fueron los padres del investigado quienes encontraron el cadáver de la pequeña en su propia casa (donde convivían con el arrestado y adónde volvió tras separarse de Ramona), tumbada sobre la cama, inconsciente y con espuma en la boca.

Hasta la zona se desplazaron agentes de la Policía Local de Murcia y una ambulancia, pero nada pudieron hacer por salvar la vida de la pequeña. Poco antes, el arrestado habría llamado por teléfono a la madre de la menor para comunicarle que había cometido el crimen, según recoge La Verdad.

Poco después, la Guardia Civil inició un operativo para localizar al presunto autor de los hechos. Finalmente, tras varias horas de búsqueda, este finalmente fue detenido en la localidad alicantina de Torrevieja después de confesar ante la Benemérita: "He hecho algo malo".