Eduard Fernández admite cuál es el personaje que más le ha marcado en su carrera: "Me ponía a llorar"

Tras ganar el Premio Goya 2025 al mejor actor protagonista por su papel en Marco, así como alzar el premio ex aequo a la mejor película en su papel como Manuel Vital en El 47, Eduard Fernández goza de uno de los mejores momentos de su carrera a sus 60 años.

Este momento dulce del intérprete catalán lo vivía junto a su hija, la también actriz Greta Fernández, quien le entregaba el cabezón del cine español. No habían pasado ni 24 horas de este momento cuando Eduard era de nuevo noticia por protagonizar el último capítulo del programa Lo de Évole, donde visibiliza cómo ha superado sus problemas de alcoholismo y hacía un repaso a su trayectoria.

Abierto en canal ante el periodista Jordi Évole, Fernández explicaba cómo su amor por la actuación nace desde bien joven, con sus inicios como mimo en un show en el barrio de El Raval. "Vinieron mis padres a verme. Vino a verme mi padre y se fue llorando a casa. Verte ahí en ese ambiente, de 00:00 a 03:00 horas... Yo estaba feliz claro, pero siempre me apoyó", confesaba sobre sus duros inicios y el apoyo que siempre recibió.

Évole se desplazaba hasta el hogar del actor, bromeando sobre las subvenciones del cine de las que siempre acusan falsamente a los actores españoles. Una charla extensa, emotiva y divertida, donde incluso ensayaban la cara que tenía que poner por si no se llevaba el Goya (la entrevista era previa a la ceremonia) y hablaban sobre la necesidad constante de los actores de ser reconocidos con numerosos galardones.

Entre los momentos más relevantes de la entrevista, Eduard Fernández hablaba sobre el papel que más le ha marcado en su trayectoria profesional. En 2013, el catalán interpretaba al cura Pere Casaldàliga en la serie Descalzo sobre la tierra roja (Descalç sobre la terra vermella), un personaje al que no olvidaría nunca tras conocer a la figura real detrás del personaje.

"En esta profesión, yo creo que lo más bonito que hay es que no vives vidas que no has vivido, pero sí conoces historias por las que nunca te hubieras interesado, y conoces gente que nunca hubieras conocido. La persona más grande que he conocido ha sido Pere Casaldàliga", señalaba el intérprete sobre el misionero brasileño adscrito a la Teología de la liberación.

"Le conocí cuando fui Brasil, cuando tuve que hacer de él en la serie. Era muy sencillo y muy normal. Ocurría que, y no es por devoción ni por autosugestión, que estaba delante de él y me ponía a llorar. Una emoción, una cosa, que ostia... Hablábamos mucho y él me decía: 'Lo que no es imprescindible, es robado"', añadía el actor.

Fernández confiesa que es la única vez que se confesó, señalando que era un cura "muy radical", tanto que era conocido como el obispo de los pobres. Fallecido en 2020, Casaldàliga siempre fue siempre un firme defensor de los derechos de los más desfavorecidos, contando con su biografía en forma de serie de la mano del director Oriol Ferrer (La noche que murió Elvis), así como con un reparto en el que también se encontraban Pablo Derqui (Los ojos de Julia), Clara Segura (Mar adentro) o Mónica López (Rapa).

Tras 14 nominaciones a los Premios Goya, llevándose cuatro de ellos a casa, entre ellos el de estos días, Eduard Fernández continúa incansable y próximamente lo veremos en la adaptación en serie de La casa de los espíritus, la célebre novela de Isabel Allende, así como interpretando a Santiago Carrillo en la miniserie Anatomía de un instante. El catalán también formará parte del proyecto cinematográfico internacional Mr. Sunny Sky, donde aparecerá junto a intérpretes de la talla de Hannah Waddingham (Ted Lasso), Guy Pearce (Memento) y Rufus Sewell (Destino de caballero).

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