El
Barça jugará toda la temporada 24-25 en
Montjuïc. Serán, pues, dos cursos enteros en el exilio, mucho más allá de lo previsto. Y, más allá de los incumplimientos de plazos, lo más sorprendente es que comunicativamente nadie ha contado que vaya a ser así. Ni el presidente, ni la vicepresidente encargada del
Espai Barça, ni el omnipresente ejecutivo
Joan Sentelles, ni nadie ha abierto la boca sobre el tema. ¿Explicaciones a los socios? ¿Para qué? Total, si están anestesiados, mejor no decirles nada, no vaya a ser que se despierten, como está pasando en el
Palau Blaugrana. Es decir, el pasado jueves, a las 12 del mediodía, los abonados a
Montjuïc recibimos un correo electrónico del club: “Atención, ampliación del pase
Estadi Olímpic Lluís Companys hasta final de temporada”. Y el botón para “Adquirir extensión”. Esta fue la manera definitiva como los 22.000 socios del exilio supimos que, durante este curso, tampoco volveríamos al
Camp Nou. Inmediatamente, el periodismo se hizo eco de la noticia, escondida por parte del club.
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