Era inevitable, el olor de las almendras amargas le recordaba siempre el destino de los amores contrariados», así empezaba Gabriel García Márquez 'El amor en los tiempos del cólera', y de amores contrariados que saben a cianuro, y de otros felices, se despliega todo un tapete de Madrid que en la semana del amor, San Valentín y añadidos antes y después, brilla más que otro día. Cuenta el arquitecto y urbanista Salvador Moreno Peralta que el romanticismo, en la ciudad, está «en el casco viejo, en el ramillete de calles que dan a la plaza de la Villa». Aunque lo romántico, sostiene, puede irrumpir en cualquier rincón. Piensa Moreno Peralta que los amoríos en Madrid surgen «desde un portal de...
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