Cultura para poder llorar lo que la vida no nos deja

Bob Pop se rodea de mujeres trabajadoras. Son asistentes a domicilio para personas dependientes y hablan de cultura, «de su relación con la cultura, para tratar de comprender a lo largo de una charla divertidísima y demoledora cómo los libros salvan, las películas ayudan a sentir y la música nos mueve». La entrada Cultura para poder llorar lo que la vida no nos deja se publicó primero en lamarea.com.

Abr 9, 2025 - 07:47
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Cultura para poder llorar lo que la vida no nos deja

Este reportaje se publicó originalmente en El Periscopio, el suplemento cultural de La Marea. Puedes conseguir la revista de papel aquí o suscribirte para seguir apoyando el periodismo independiente.

Pilar (55 años), Gloria (56) y Encarna (61) son asistentes a domicilio para personas dependientes y forman parte del sindicato SAD en Lucha, que defiende los derechos laborales y la dignidad de sus trabajadoras.Viene con ellas Carla (26 años), que se encarga de cuidar de su hermana dependiente. Hace años que Pilar y yo somos amigos, que organizamos meriendas en casa para tramar, para entender nuestras respectivas realidades, y para reírnos mucho. En esta ocasión hemos quedado para hablar de cultura, de su relación con la cultura, para tratar de comprender a lo largo de una charla divertidísima y demoledora cómo los libros salvan, las películas ayudan a sentir y la música nos mueve. Ojalá esta conversación de cuatro mujeres sirva para que el ministro Urtasun las invite al Liceu y a nosotrxs se nos quite la tontería de creer que la cultura no sirve porque no se come. Cuando lo importante es descubrir qué se come la cultura.

Pilar

La cultura para mí es una inyección de motivación, una vía de escape. Yo sin teatro, sin música, sin arte no podría vivir porque precisamente es cuando me lleno más el alma. Cuando tengo un día estresado, cuando he tenido un momento difícil con una usuaria, es una evasión que me llena de energía y de pasión.

Pero no siempre me lo puedo permitir. Intento escoger una obra de teatro cada año. Siempre voy una vez al año al teatro como mínimo. Intento escoger la obra que me va a llenar más –o que creo que me va a gustar más– porque tengo que ser bastante selectiva. También utilizo mucho el primer domingo de cada mes, cuando los museos son gratuitos. Porque nosotras, desgraciadamente, no podemos acceder.

Gloria

Yo vengo de la cultura underground total porque yo viví los ochenta aquí, en Barcelona. Me enfoco en la música, en la música cañera hardcore punk. El arte en general es muy importante para mí. Mi padre era profesor de dibujo al natural, con lo cual intento ir a exposiciones siempre que puedo, pero es muy difícil entrar porque son caras. Y hay muy pocas de artes plásticas.

Leo desde fanzines a mucha, mucha lectura feminista, porque considero que, además, forma parte de mi trabajo. No solo porque yo soy mujer, sino porque trabajo especialmente con mujeres mayores.Y también veo muchísimo cine. El Filmin lo tengo quemado de todas las películas que veo. Pero, mira, me tengo que poner más con el teatro.

Encarna

Yo soy muy poco de música. Trabajé mucho tiempo en discotecas y creo que acabé bastante saturada. Y ahora cuando estoy en casa, me gusta mucho el silencio. Si pongo algo, me pongo la radio: coloquios o algo que no sea música. La lectura me gusta mucho, pero siempre autores muy determinados, que tengan mucho diálogo. Soy una persona muy nerviosa. Me encanta Camilla Läckberg por las tramas. Voy a trabajar en autobús y el viaje se me hace superameno.

Carla

A mí sí me gusta la música. Crearla, o sea, tocar instrumentos como el acordeón o el piano un poco. El acordeón porque a mi abuelo le encantaba. Empecé a los ocho años por mi abuelo, pero ahora me encanta. Y por Amélie, que me gusta más.

Pilar

Y tu amiga no entendió Amélie

Carla

Bueno, es que mi amiga tenía 63 años, será por eso.

Encarna

Lo que yo busco siempre es el humor. Pero sobre todo en el teatro. Siempre busco obras con las que me pueda reír. Porque los dramas ya los sufrimos. También algo de cine. Y en casa, de tele nada. Cero. Bueno, Netflix, lo típico. Y ya. Pongo «teatro» en Google y entonces miro toda la cartelera, busco qué obra me puede aportar más o me puede enriquecer más. Y recomendaciones de la gente.

Gloria

Yo uso mucho Instagram. En el mío todo son cosas culturales: grupos de música, revistas culturales…

Carla

Yo de teatro no consumo nada.

Pilar

Porque lo has probado poco. Ahora te vamos a abducir.

Carla

Utilizo mucho Spotify y SoundCloud. Porque he subido un par de mezclas que hice. Mi entorno ahora mismo no es el que me gustaría, no compartimos gustos ni hablamos de cultura.

Gloria

El otro día me hablabas de vanguardismo, ¿y ahora dices que no tienes conversaciones sobre nada? Pilar tiene un piano y tampoco lo está diciendo.

Pilar

Creo que tenemos complejos al hablar de cultura. A veces utilizo la cultura para evadirme, entretenerme y no pensar.

Encarna

Yo creo que el entretenimiento es algo para no pensar. Simplemente para evadirte de todo lo del día, para irte a dormir con la cabeza vacía. Y la gente con la que salimos pues, bueno, no sé, algunas veces vamos al teatro. Vas, te entretienes, pero luego no hablas. Es curioso. Lo bueno sería que cuando fuéramos a ver una obra de teatro después pudiéramos compartir las diferentes impresiones de cada uno.

Carla

A mí me encantaría ir a la ópera, al Liceu.

Pilar

Estudié piano dos años en el Liceu. Aunque a mí lo que me gustan son los musicales. He ido a Londres a ver El fantasma de la ópera, Los miserables y El rey León, que ya no me gustó tanto.

Gloria

Carla, antes decía Pilar algo muy bonito sobre la cultura como alimento del alma, como refugio. ¿Tú qué usas como refugio?

Carla

El tabaco. (Risas) ¿La cultura puede ser viajar?

Pilar

¡Y conocer gente nueva! ¡Claro!

Carla

Es mi pasión. Me flipa. Viajé cinco meses en bicicleta por África yo sola.

Pilar

A mí me flipa leerles a mis usuarias. Corín Tellado. Y me di cuenta de que esa señora tenía la costumbre de que todos sus protagonistas fueran multimillonarios, grandes empresarios, aristócratas. No hay nadie pobre.

Encarna

Cuando eres de clase trabajadora y no llegas a final de mes con un triste sueldo, lo que quieres leer son otras vidas que no tengan nada que ver con la tuya.

Gloria

Había una lectura infantil que era Manolito Gafotas.

Pilar

Ah, sí. Que era clase trabajadora. Padre camionero, madre ama de casa en Carabanchel. Sí, es verdad que se puede hacer.

Cultura para poder llorar lo que la vida no nos deja
«Ojalá esta conversación de cuatro mujeres sirva para que el ministro Urtasun las invite al Liceu», escribe Bob Pop. KIKE RINCÓN
Encarna

Creo que no cuidamos el lenguaje, y habría que cuidarlo muchísimo, y que muchas veces utilizamos unas palabras en lugar de otras y vienen las malas interpretaciones. Yo le doy mucha importancia a saber lo que quiero decir en cada momento y a utilizar las palabras adecuadas. Quizá la lectura es una manera de no olvidarte del significado de las palabras.

Pilar

Claro. Las palabras se manipulan. Las manipulan. Como, por ejemplo, «ayuda a domicilio». ¡Lo odio, lo odio! Hay que hacer una campaña y dejar de utilizar el «ayuda». No ayudamos porque la ayuda es desinteresada, que también las empresas lo utilizan para eso, ¿no? Y si una persona cree que está ayudando, es normal que no sea tan bien remunerada. Ayudas al vecino a bajar la basura en un momento dado. Pero nosotras somos profesionales, estamos ATENDIENDO y, obviamente, queremos un sueldo digno.

Gloria

Yo intento hablar mucho con mis usuarias. Aprendo un montón de las personas mayores con las que trabajo, es una de las partes que a mí me encanta de mi trabajo. Me gusta mucho hablar para que así las personas contrasten los recuerdos de la vida que tenían antes con lo que están viviendo ahora.

Carla

Yo uso el baile y la música solo porque la conversación no se puede dar. Bailo con mi hermana.

Encarna

Yo aterricé en este trabajo sin buscarlo. Por las circunstancias, yo buscaba un trabajo que fuese de mañana para poder ocuparme de mi hija y aterricé en esto. Y, al final, pues te vas acostumbrando, lo vas aceptando y te vas haciendo con todo. Y ahora miro atrás y recuerdo cómo me afectaba todo al principio, todo lo que veía me lo llevaba a casa y me removía mucho. Y ahora, a veces, siento que soy impasible porque ya es como si nada me afectara, pero yo me imagino que es porque te acostumbras.

Pilar

Y cuando lo ves en una película, te emociona más que tu día a día real.

Encarna

Yo he usado más de una vez alguna película de llorar para poder llorar. Lo que no puedo hacer en mi día a día. Yo lloro pero no facturo, como Shakira.

Pilar

Me gusta ver series o películas donde gana el bueno. Estoy harta de ver que siempre gana el malo.

Carla

Pues a mí me gusta observar cómo la gente puede perder. Me gusta observar cómo la gente puede ganar, cómo puede sufrir, cómo puede disfrutar. Soy observadora de diferentes situaciones. Me gusta.

* * *

Seguimos hablando. Yo estaba allí, aunque mi voz no aparezca en este texto, porque mi voz no es lo importante. Seguimos hablando de cancelaciones, de lo importante que es que la cultura no cueste tanto en todos los sentidos y su refugio sea accesible para todas. Hablaron acerca de ir al cine sola o no, de si los videojuegos son cultura o no, de la relación de las nuevas generaciones con las distintas manifestaciones culturales y del poder. Del poder que le gustaría tener a Carla para cambiar las cosas. Como escribió Quentin Crisp en sus emocionantes memorias El funcionario desnudo: «No me arrepiento de nada. Solo de no haber tenido poder. Poder para poner las cosas en su sitio». Carla piensa que la mejor manera de obtener ese poder no es la cultura sino el dinero. Que la cultura está bien para saber que no estamos bien. Pero que para mejorar las cosas no hay nada como secuestrar a un millonario. Le había prometido que eso no lo iba a escribir, pero Carla no sabe (o no sabía hasta ahora) que nunca hay que fiarse de las promesas de un escritor, ni creer en su palabra. Solo en sus palabras.

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