¿Cuánto por esos ‘chamacos’?

Es importante que surjan proyectos de individuos que no piensan en límites, esos que entusiasman a los más jóvenes y talentosos.

Mar 21, 2025 - 12:55
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¿Cuánto por esos ‘chamacos’?

Es muy difícil conseguir buena gente, y ella en particular vale la pena.

No quiero comprometerla y no diré su nombre, pero debieron ver su cara de fastidio cuando, durante ante cientos de personas en un salón, explicaba este miércoles el impacto que tendrán los aranceles para la acerera para la que trabaja… y para su futuro.

Ella, una regiomontana que acaso habrá cumplido unos 30 años, inicia su vida profesional y ya tiene que asimilar las acciones incoherentes de un presidente de casi 80 años que menciona una historia de supuestos abusos comerciales en contra de Estados Unidos.

Parece talentosa, me da la impresión de que busca otra oportunidad y varias empresas pelearán por su perfil.

¿Puede la vieja economía de México atraer gente brillante a sus empresas?

Seamos sinceros. La mayoría de las empresas de capital nacional siguen vendiendo prácticamente lo mismo que el siglo pasado.

Servicios de abogacía, contaduría. Fierros, máquinas, comida procesada, manufactura que aún no involucra la más alta tecnología…

Eso, en el mejor de los casos, porque en el peor, producen petróleo o combustibles, rocas procesadas y otras materias primas, en empresas que en esencia repiten prácticas centenarias. ¿Atrae eso a la mejor gente?

Durante un cóctel nocturno, en febrero, una mexicana experimentada en negocios financieros, accionista de un fondo de capital de Silicon Valley, caminaba y conversaba entre las mesas de una terraza en Mérida. Participó en el Foro Latinoamericano de Inversión de Impacto, el FLII, al que anualmente acuden individuos de todo el continente.

  • ¿A qué vienes? No debe faltarte trabajo en California, pregunté.
  • Sí, pero California está saturado, vengo a conseguir talento. Sea individual, o alguna startup.

¿Cuánto tardaría la chica de la acerera en analizar y aceptar una oportunidad en el ambiente efervescente de las empresas tecnológicas de los vecinos, en actividades que no están sujetas a aranceles?

¿Cuánto extrañará un talento así la empresa regiomontana que hoy la tiene en su nómina?

Por eso es importante que surjan proyectos de individuos que no piensan en límites, esos que entusiasman a los más jóvenes y talentosos.

Ayer conocí a Javier Madinabeitia, quien también debe andar en sus treintas.

Él es un entusiasta ingeniero graduado por el ITESM y dirige el funcionamiento de un edificio clave ubicado cerca del Aeropuerto de Monterrey.

Es el director comercial de una suerte de club de innovación llamado Monterrey IT Cluster y su función es hacer la de “un 10” en la cancha de futbol. Reparte el balón, o en estos casos las solicitudes de servicios tecnológicos de empresas medianas y grandes, que llegan a esa ventanilla y luego son atendidos por empresas miembros de la citada asociación civil.

Sus servicios parecen divertidos. Por acá el diseño de un robot especializado en un producto, por allá, la creación de un nuevo material o la aplicación de inteligencia artificial en la distribución de productos. Todo, dentro del PIIT, un parque de innovación nacido hace casi 20 años con dinero de empresas y del gobierno.

Aquí no parece haber monotonía, el rápido avance de la tecnología no lo permite. Eso mantiene entretenidos a los chamacos.

¿Conocen a Paco Macedo? Él y sus socios crearon Kolonus para evitar a ustedes el lío de administrar el edificio o el pago de los vecinos de la privada.

Él pasó por Villacero y por Cemex antes de lanzarse a instalar su empresa que hoy atiende casi 30 estados de la república. Yo creo que ambas empresas lo extrañan.

Retener talento requiere esfuerzo y precisamente en esa cementera se plantea esta pregunta, en presentaciones que hace ante estudiantes del ITESM: “¿Cómo podemos mejorar la gestión del talento desde la contratación hasta el retiro?”.

Descubrieron que su gente debe tener acceso a información de la actividad general de la empresa y a retroalimentación contínua de su propio trabajo, a fin de entender hacia dónde va su carrera. Intentan atender esa necesidad mediante canales internos.

En el FMI estudian en estos días la “Economía del Talento”, un campo emergente que estudia cómo identificar y fomentar el talento puede impulsar la innovación y resolver desafíos, incluso en empresas basadas en tareas centenarias. Luego les cuento de eso.