¿Cuánta gente consigue trabajo en Infojobs?

Pese a que existen multitud de plataformas y portales enfocados en el ámbito laboral, las relaciones personales y los contactos siguen siendo el método más efectivo para encontrar empleo; la brecha digital, tanto de acceso como de competencias tecnológicas, supone un problema para más de un tercio de la población La entrada ¿Cuánta gente consigue trabajo en Infojobs? se publicó primero en Ethic.

Mar 18, 2025 - 15:15
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¿Cuánta gente consigue trabajo en Infojobs?

Es la primera página en la que pensamos si hablamos de buscar trabajo. Infojobs nació en 1998 y, con el paso de los años, se ha convertido en una de las redes de empleo más importantes de Europa. No es el único. Otros portales como Milanuncios, Buscaempleo, Jobrapido, LinkedIn o Indeed también se sumaron a la travesía de la oferta y la demanda del mercado laboral. Sin embargo, y pese a que alrededor del 45% de la población accede diariamente a alguna de estas plataformas de búsqueda de trabajo –según datos del medidor de audiencias digitales GfK DAM–, la sensación general es que poca gente encuentra empleo a través de ellas.

La sospecha inicial se vuelve realidad al profundizar en el funcionamiento de estas webs. Te creas un perfil, accedes a ellas, envías tu CV a algunas de las ofertas y, en pocos minutos, es probable que algunas empresas ya hayan descartado tu aspiración. ¿Cómo pueden gestionar las candidaturas de forma tan rápida? La realidad es que muchos de estos portales incorporan un Applicant Tracking System (en español, Sistema de Seguimiento de Candidatos), un software que funciona a modo de filtro para que a Recursos Humanos solo lleguen los CV que cumplan con los requisitos configurados. Indican palabras claves y determinan, a golpe virtual, quiénes entran y quiénes no. También los cuestionarios previos a la inscripción en una oferta descartan a buena parte de las candidaturas.

Hace más de una década, el grupo Adecco publicaba que el 80% de las ofertas de empleo estaban ocultas, es decir, que no aparecen en ningún portal de empleo, sino que se gestionan a través de uno de los métodos más antiguos: las relaciones personales. Verdad o rumorología, lo cierto es que los contactos forman una parte importante – si no, casi indispensable– de los hilos que tejen la telaraña laboral. Cuando quedan plazas vacantes, muchas empresas prefieren preguntar a sus propios equipos si conocen a alguien que le interese, pues consideran que estas recomendaciones les ofrecen confianza. Por otra parte, el networking –proceso dirigido a crear o ampliar la red de contactos profesionales– se ha convertido en una pieza indispensable del engranaje. Por ello, portales como LinkedIn han logrado ocupar un lugar interesante dentro del ámbito del empleo. Parece que los contactos siguen siendo la forma más efectiva de dar con él.

Cuando quedan plazas vacantes, muchas empresas prefieren preguntar a sus propios equipos si conocen a alguien que le interese

En 2019, el INE indicaba que más de 628.000 personas habían encontrado empleo a través de páginas web o app. Lo cierto es que la mitad de ellas se situaban en una franja de edad entre los 16 y 34 años, proactiva en la búsqueda online y en redes sociales, que no afronta tantas dificultades a la hora de explorar los laberintos laborales de la red. Sin embargo, cierto sector de la población no dispone de tanta soltura digital. La más preocupante es esa otra importante franja de población que se encuentra directamente excluida de este ámbito por no disponer de conocimientos de Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación. En 2023, casi el 36% de la población en España, es decir, más de un tercio, no disponía de competencias digitales básicas. Además, la mayoría de los hogares con rentas más bajas no disponen de internet por razones económicas –la llamada brecha digital–. ¿Cómo podrían encontrar trabajo de esta manera? Su única opción es recurrir a algún familiar o amistad que les ayude en esta ardua labor o probar suerte en algún recurso público. El problema es que el trabajo en sí mismo requiera de habilidades tecnológicas, en cuyo caso no tendrían opción a conseguirlo igualmente.

El acceso ‘online’ al empleo está vetado para el 36% de la población en España que no dispone de competencias digitales básicas

Algo todavía más sorprendente de esta situación es que hay empleos de sectores no digitales cuyas ofertas no logran cubrirse y que el SEPE recoge cada trimestre: electricistas, operadores de grúa, carpintería, deportistas profesionales, maquinistas navales y una larga lista. Parece que las profesiones manuales especializadas están dejando paso a estos entornos digitales donde se desenvuelve una vida que termina convirtiéndose en real. Sin embargo, para vivir en sociedad necesitamos todo tipo de empleos y este déficit puede desembocar en problemas a medio y largo plazo.

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