Conoces estos ríos pero ¿has visitado los impresionantes lugares en los que nacen?
Cascadas de vértigo o aguas turquesas te esperan en los lugares de donde parten algunos de los ríos de nuestra geografíaLas 7 rutas más bonitas de Burgos: desde la cascada más alta de España, desfiladeros un cañon y lagunas glaciares Cuando éramos pequeños muchos tuvieron que memorizar una lista enorme de ríos, lagos, cabos, golfos, pantanos… además de países y capitales. Algunos de esos nombres no los hemos olvidado, entre otras razones porque es casi imposible hacer un largo viaje en coche y no cruzar algunos de los extensos ríos de nuestra geografía. Pero, si puedes, haz un alto en el camino en algunos de los lugares donde nacen. Será una parada inolvidable. Miño (Lugo) Este río que nace y muere en tierras gallegas tiene su origen en El Pedregal de Irima, en el norte de la provincia de Lugo. En el lugar exacto del nacimiento hay una placa con el célebre poema que un melancólico Avelino Díaz dedicó al río cuando vivía en Buenos Aires. El pedregal en sí es una larga morrena glaciar de unos setecientos metros apta para caminarla mientras se escucha el rumor de las aguas. Cuervo (Cuenca) Se trata de otro de los nacimientos más bonitos de España, que ocurre en la pequeña localidad de Vega del Codorno. Es una superficie muy original, generada a raíz de un manantial travertínico. Las cascadas se suelen congelar en invierno, regalando una estampa difícil de olvidar. Ebro (Cantabria) El segundo río más largo de España y el más caudaloso nace en Fontibre, un manantial situado a 880 metros de altitud en la localidad cántabra de Hermandad de Campoo de Suso. Es un nacimiento de ritmo lento y al que acuden muchos peregrinos que hacen el Camino Francés. Tormes (Ávila) Otro de los ríos más emblemáticos de la península ibérica ofrece como nacimiento un espectáculo natural de belleza, a unos 2.000 metros sobre el nivel del mar, en la Laguna Grande de Gredos. Cumbres, picos escarpados, aves rapaces, ciervos y cabras montesas acompañan a las aguas procedentes del deshielo y los manantiales que brotan de la sierra de Gredos. Tajo (Teruel) El río más largo de la península nace a 1.593 metros de altura entre Castilla-La Mancha y Aragón, en un paraje conocido como Fuente García, dentro del término municipal de Frías de Albarracín. Urederra (Navarra) Situado en el parque natural de Urbasa y Andía, se trata de un bucólico nacimiento de increíbles aguas turquesas que incluye varios saltos de agua. Nervión (Álava) En Orduña, en la provincia de Vizcaya, te espera el salto de agua más alto de toda la Península ibérica, con más de 200 metros de caída. El nacimiento de este río es, por lo tanto, no apto para aquellos que sufren de vértigo. Guadalquivir (Jaén) En este caso los versos que se leen en la placa que señala el lugar “oficial” del nacimiento del gran río andaluz, situado en Cañada de las Fuentes, en la localidad de Quesada, son de los hermanos Álvarez Quintero. Los arroyos de esta zona se dirigen a la también recomendable sierra de Cazorla. Llobregat (Barcelona) Llegar a Castellar de n’Hug, a 1.259 m de altitud, en la sierra del Cadí, es llegar al nacimiento de este río barcelonés mientras se divisan las cimas del Pedraforca, el Puigllançada y la Tossa de Alp. Recomendable también conocer el museo que hay dedicado a los pastores. Mundo (Albacete) Una enorme cascada de más de 100 metros de altura es lo que oirás si te acercas al nacimiento de este río en la localidad de Riópar. No te vayas sin acercarte a la cueva de los Chorros, que expulsa agua al exterior en la época de deshielo.

Cascadas de vértigo o aguas turquesas te esperan en los lugares de donde parten algunos de los ríos de nuestra geografía
Las 7 rutas más bonitas de Burgos: desde la cascada más alta de España, desfiladeros un cañon y lagunas glaciares
Cuando éramos pequeños muchos tuvieron que memorizar una lista enorme de ríos, lagos, cabos, golfos, pantanos… además de países y capitales. Algunos de esos nombres no los hemos olvidado, entre otras razones porque es casi imposible hacer un largo viaje en coche y no cruzar algunos de los extensos ríos de nuestra geografía. Pero, si puedes, haz un alto en el camino en algunos de los lugares donde nacen. Será una parada inolvidable.
Miño (Lugo)
Este río que nace y muere en tierras gallegas tiene su origen en El Pedregal de Irima, en el norte de la provincia de Lugo. En el lugar exacto del nacimiento hay una placa con el célebre poema que un melancólico Avelino Díaz dedicó al río cuando vivía en Buenos Aires. El pedregal en sí es una larga morrena glaciar de unos setecientos metros apta para caminarla mientras se escucha el rumor de las aguas.
Cuervo (Cuenca)
Se trata de otro de los nacimientos más bonitos de España, que ocurre en la pequeña localidad de Vega del Codorno. Es una superficie muy original, generada a raíz de un manantial travertínico. Las cascadas se suelen congelar en invierno, regalando una estampa difícil de olvidar.
Ebro (Cantabria)
El segundo río más largo de España y el más caudaloso nace en Fontibre, un manantial situado a 880 metros de altitud en la localidad cántabra de Hermandad de Campoo de Suso. Es un nacimiento de ritmo lento y al que acuden muchos peregrinos que hacen el Camino Francés.
Tormes (Ávila)
Otro de los ríos más emblemáticos de la península ibérica ofrece como nacimiento un espectáculo natural de belleza, a unos 2.000 metros sobre el nivel del mar, en la Laguna Grande de Gredos. Cumbres, picos escarpados, aves rapaces, ciervos y cabras montesas acompañan a las aguas procedentes del deshielo y los manantiales que brotan de la sierra de Gredos.
Tajo (Teruel)
El río más largo de la península nace a 1.593 metros de altura entre Castilla-La Mancha y Aragón, en un paraje conocido como Fuente García, dentro del término municipal de Frías de Albarracín.
Urederra (Navarra)
Situado en el parque natural de Urbasa y Andía, se trata de un bucólico nacimiento de increíbles aguas turquesas que incluye varios saltos de agua.
Nervión (Álava)
En Orduña, en la provincia de Vizcaya, te espera el salto de agua más alto de toda la Península ibérica, con más de 200 metros de caída. El nacimiento de este río es, por lo tanto, no apto para aquellos que sufren de vértigo.
Guadalquivir (Jaén)
En este caso los versos que se leen en la placa que señala el lugar “oficial” del nacimiento del gran río andaluz, situado en Cañada de las Fuentes, en la localidad de Quesada, son de los hermanos Álvarez Quintero. Los arroyos de esta zona se dirigen a la también recomendable sierra de Cazorla.
Llobregat (Barcelona)
Llegar a Castellar de n’Hug, a 1.259 m de altitud, en la sierra del Cadí, es llegar al nacimiento de este río barcelonés mientras se divisan las cimas del Pedraforca, el Puigllançada y la Tossa de Alp. Recomendable también conocer el museo que hay dedicado a los pastores.
Mundo (Albacete)
Una enorme cascada de más de 100 metros de altura es lo que oirás si te acercas al nacimiento de este río en la localidad de Riópar. No te vayas sin acercarte a la cueva de los Chorros, que expulsa agua al exterior en la época de deshielo.