Claudia Teuchitlán Sheinbaum
Todo lo hizo mal Claudia Sheinbaum en el caso Teuchitlán. Negó las evidencias. Victimizó primero a López Obrador y se olvidó de las verdaderas víctimas y de sus familiares.

El talón de Aquiles es el punto más débil de un cuerpo. ¿Será Teuchitlán el talón de Aquiles de Sheinbaum?
No lo sé, porque la economía dejó ya de crecer y todo apunta a que vamos hacia la recesión. Podría ser la salud, porque no pudieron resolver el desabasto de medicinas a causa de la enorme corrupción interna. Pero también podría ser la educación, ya que los maestros de la CNTE ya le tomaron la medida a Sheinbaum y se encaminan al paro general de labores. O será la seguridad nacional, porque los aviones espías norteamericanos no dejan de sobrevolar México, hay un portaaviones frente a Ensenada, un buque destructor se encuentra ya en aguas del Golfo de México y Trump no deja de decir que es posible una incursión militar en nuestro país. El gobierno de Sheinbaum no parece tener un solo punto débil, sino varios. Como el licenciado Vidriera de Cervantes, el cuerpo de su gobierno parece todo de vidrio, por su extrema fragilidad.
Lo que Sheinbaum debió de haber hecho es solicitar a la FGR que atrajera de inmediato el caso. Trasladarse al rancho, recorrerlo acompañada de las madres buscadoras. Abrazarlas y prometerles que su gobierno no descansaría hasta dar con los responsables de ese campo de exterminio, comprometerse a identificar a quién correspondían los restos encontrados.
Todo lo hizo mal. Negó las evidencias. Victimizó primero a López Obrador y luego ella misma se victimizó, olvidándose de las verdaderas víctimas y de sus familiares. Luego, en vez de asumir la responsabilidad de su gobierno y exigir el castigo a los responsables, se dedicó a culpar al gobierno de Jalisco. En las redes sociales el absurdo llegó más lejos: los militantes y bots de Morena responsabilizaron ¡a Calderón! El fiscal Gertz, cuya actuación parece estar al servicio de los criminales y no de la sociedad, envió a su gente a contaminar la escena del crimen. Pavimentó las fosas, se llevó las pruebas, barrió todo el sitio con el único fin de viciar las investigaciones. Un video crítico con la actuación de las autoridades del influencer Luisito Comunica los volvió locos. Para tratar de contrarrestar la enorme influencia entre los jóvenes de este influencer, el gobierno de Sheinbaum envió a sus propios y muy disminuidos influencers, que se burlaron y descalificaron a las madres buscadoras.
¿No entiende el gobierno de Sheinbaum que lo que tenía que haber hecho es ponerse del lado de las víctimas y no de los victimarios? El gobierno de Trump por todos los medios ha acusado al gobierno actual de sostener una relación intolerable con el crimen organizado. De no resolver esta situación, EU nos impondrá severos aranceles y no descarta el uso de la fuerza militar. ¿Y qué hace el gobierno de Sheinbaum? Encubrir a los responsables. Borrar sus huellas. Burlarse de las víctimas. ¿El resultado de sus acciones? Cientos de notas críticas en los periódicos nacionales y primera plana en The New York Times.
Sheinbaum planea seguir el método de su mentor político: victimizarse, echar la culpa a los medios de comunicación y culpar a Loret de Mola y a Felipe Calderón. Promulgar leyes ya vigentes, desdeñar a las víctimas y hablar de su propia popularidad. Todo indica que lo que le sirvió a López Obrador no le servirá a la señora presidenta. No parece contar, de entrada, con el apoyo de los líderes del Senado ni de los diputados, ni con el apoyo de su propio partido. Todos le deben su puesto a López Obrador.
Verdad de Perogrullo: un gobierno popular debe estar del lado del pueblo. La gente ya está harta de tanta matanza, de las extorsiones, de los secuestros, de la inseguridad en las carreteras, de los campos de exterminio y de entrenamiento, del narco controlando elecciones e imponiendo a los jefes policiacos. Ya está cansada de que, contra el sentido común, le muestren cifras alegres que no corresponden con la realidad. La impunidad sigue siendo el sello del gobierno. Todos los días aparecen nuevos casos de corrupción sin castigo. Cuauhtémoc Blanco, violador, sin castigo. Andrea Chávez, violadora de la ley electoral, sin castigo. Hospitales sin insumos ni medicinas, sin castigo.
Queremos saber los nombres de los dueños de los doscientos pares de zapatos encontrados en un rancho de exterminio. Queremos que se castigue a los responsables de ese crimen de lesa humanidad. Queremos que la presidenta se reúna con las madres buscadoras. Queremos que haga suya su causa. Queremos ver a la presidenta con una pala buscando restos como ellas. Porque un gobierno popular debe estar siempre del lado del pueblo y no de los criminales.
De seguir el manual de control de daños de López Obrador, Claudia Sheinbaum estará cavando la ruina de su gobierno. De no ponerse del lado de la gente, Claudia Sheinbaum no podrá borrarse el nombre de Teuchitlán de la frente. Mientras no decida romper el pacto con el crimen organizado que tejió su antecesor, su nombre seguirá siendo Claudia Teuchitlán Sheinbaum.