Bob Pop pide tiempo y defiende su papel

Pop defiende el programa en una entrevista en 'El Periódico' y reivindica una televisión pública más plural.

May 14, 2025 - 17:26
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Bob Pop pide tiempo y defiende su papel

Bob Pop no se ha quedado callado ante las críticas que ha recibido La familia de la tele, el nuevo programa de las tardes de La 1. El escritor y colaborador, que se incorporó recientemente al espacio como parte del elenco fijo, ha respondido con claridad sobre el delicado arranque del formato y el debate que se ha generado en torno a su lugar en la parrilla de RTVE.

"Acabamos de empezar, somos una familia disfuncional y tenemos que ir encajando con el público. Creo que es un programa que, con tiempo, va a funcionar", ha afirmado en una entrevista concedida a El Periódico, donde se ha mostrado convencido de que el espacio puede evolucionar si se le permite respirar. Pop, que se unió al proyecto como "voz de los espectadores", ha reconocido que le atrajo la oportunidad de sumarse a un tipo de televisión que no había explorado hasta ahora: "Nunca había hecho esta tele en directo, de guerrilla, mucho más popular. En esa clase de tele son los mejores, porque han innovado y han refrescado el concepto".

El programa ha tenido un inicio accidentado, con dos retrasos consecutivos en su estreno. Primero, por la muerte del Papa Francisco; después, por un apagón eléctrico que afectó a gran parte del país. "Lo de los estrenos interruptus ha sido raro...", ha reconocido. Además, Bob Pop ha mostrado sus dudas sobre la estrategia de programación de RTVE, que ha encajado La familia de la tele dentro de un contenedor que incluye ficciones como Valle Salvaje y La Promesa: "Tampoco pillo muy bien la estrategia de tener las series en medio...".

Las bajas cifras de audiencia han ido acompañadas de una carta firmada por 130 extrabajadores de RTVE, que consideran que el espacio no cumple los estándares de calidad del servicio público. Bob Pop ha replicado: "Es que no entiendo cuál es su concepto de calidad. Creo que tiene que ver mucho con la inmovilidad, con entender que lo público tiene que ser denso, pesado". Y ha defendido una televisión pública más abierta al entretenimiento: "Lo público puede ser divertido, ligero... ¿Qué les parecería Hola Raffaella, en la que se subían a un sofá, bailaban...?".

En sus intervenciones, también hay una defensa del público tradicional de este tipo de formatos: "Mucha gente dice que es tele para señoras, pero esas señoras a quienes desprecian desde ciertos lugares elitistas son las que llenan teatros, cines, las que compran novelas y sostienen el tejido cultural de este país. Con lo cual, un poquito menos de clasismo".

Asimismo, el colaborador ha descrito su participación en el programa como una forma de escuchar y canalizar la opinión del espectador medio. "En el programa soy la voz del pueblo y, con todos los palos que nos están cayendo, vamos a reflexionar juntos sobre qué dice la gente y qué hacemos para que nos quieran más", ha afirmado. "Me interesa mucho ver a estas personas que han sido líderes, que luego tuvieron un tiempo de bajón y exilio televisivo y casi vital, que ahora volvían con muchas expectativas y que van a tener que volvérselo a currar", ha agregado.

Por otro lado, Pop ha sostenido que el magacín tiene valor como espacio de convivencia entre perfiles muy distintos en una época marcada por la polarización: "Me gusta que el programa demuestre que en un momento de enorme crispación en el país, gente que venimos de planetas muy distintos nos juntemos, convivamos, tengamos una conversación y nos acabemos entendiendo. Si esto se valora y se le deja tiempo, me parece un ejercicio de responsabilidad democrática y de servicio público superimportante".

En ese mismo sentido, ha planteado que parte de las críticas que está recibiendo el proyecto responden a una intención más amplia de desprestigiar lo público. "Primero, hay una intención de atacar cualquier cosa que sea pública, porque la privatización es lo que le interesa a los corruptos para pillar cacho. Y segundo, que no entienden que un servicio público también es mostrar un modelo de vida, de tele, familiar, alternativo, que pueda acabar creando un contenedor", ha comentado.

Como ejemplo de lo que podría llegar a construir La familia de la tele, ha mencionado La revuelta, otro espacio de La 1: "La revuelta sigue siendo un sitio de referencia, todo el mundo habla de lo que ha pasado ahí. Esa locura por el liderazgo me aburre. Lo que tiene que haber son espacios para el disfrute de todos, y para eso está la tele pública. Igual La familia de la tele se acaba reconvirtiendo en otra cosa y abriendo camino para otros formatos, porque también se puede experimentar en la tele pública".