Al Pacino y Robert De Niro: vidas paralelas marcadas por la rivalidad y la amistad
El actor que interpretó al mítico Tony Montana cumple 85 años tras una carrera solo comparable a la de su amigo y rival en la gran pantalla.

Al Pacino, uno de los grandes iconos del cine moderno, puede presumir de tener una de las carreras más sólidas de la industria, dejando durante más de medio siglo una huella imborrable en los espectadores.
Ya fuera a golpe de metralleta pronunciando las icónicas palabras “Say hello to my little friend”, bailando tango con soltura en una escena memorable de Esencia de mujer, o lanzando el mejor grito sordo de la historia del cine en el cierre de la trilogía de la familia Corleone, su estilo intenso y visceral lo hace acreedor de un halo único que compartió con un colega de profesión.
De naturaleza algo histriónica, aunque contenido cuando se lo proponía, el neoyorkino ha sabido cimentar una sólida carrera entre trabajos más personales y aquellos encargos a los que añadía un poco de salsa picante con sus excesos actorales. Una trayectoria que despegó junto a la de su compañero Robert De Niro allá por los setenta, y en la que el intérprete ha dado vida a todo tipo de personajes, desde mafiosos hasta policías, pasando por una amplia gama de personajes torturados, siempre bajo el signo reconocible de un actor de raza.
Duelo de titanes
Formados los dos en el emblemático Actor’s Studio, Pacino y De Niro se han caracterizado siempre por ser actores profundamente técnicos, siendo fervientes defensores del Método. Gracias a esto, ambos han conseguido llevar a cabo caracterizaciones inmersivas entre las que destacan sus papeles en El padrino o Heat, así como dos películas en las que compartieron personaje: el mismísimo diablo.
Tanto dentro como fuera de la pantalla, las dos estrellas han mantenido una relación fascinante marcada por la rivalidad. Y es que no solo estudiaron en la misma escuela, sino que también nacieron en la misma ciudad, forjando a lo largo de los años leyendas paralelas que se han entrecruzado en contadas ocasiones. Unos encuentros y desencuentros que han sido contemplados desde la mitomanía con cierto morbo y fanatismo, despertando cierta polarización entre los fans.
Debido a este enfrentamiento, la pregunta de cuál de los dos es mejor siempre ha flotado en el ambiente, tanto entre la crítica como el público, que llevan décadas enfangados en esta cuestión irresoluble. Y no es para menos, ya que los dos astros han fomentado de manera más o menos calculada el misterio, habiendo colaborado tan solo en cuatro ocasiones, de las cuales solo tres les han permitido compartir pantalla.
La primera tuvo lugar en Heat, donde protagonizaron el que es uno de los cara a cara más míticos del séptimo arte, durante la famosa escena del restaurante Kate Mantilini; Allí protagonizaron un momento cargado de tensión que se convirtió en el broche de oro del gran thriller criminal de Michael Mann. Tras la olvidable Asesinato justo, tuvimos que esperar más de una década para que el cine los volviera a reunir bajo el mando de Scorsese en El irlandés, hasta ahora su última colaboración.
¿Quieres estar a la última de todas las novedades de cine y series? Apúntate a nuestra newsletter.