Acerinox defiende los aranceles de EEUU y pide una Europa más proteccionista ante la invasión del acero chino
El gigante español del acero inoxidable lanza un mensaje de proteccionismo y reclama a Bruselas que endurezca sus medidas de salvaguarda y defienda a su industria de "la sobrecapacidad y la competencia desleal".

A medida que Estados Unidos se blinda comercialmente con barreras arancelarias, Europa se convierte en el mercado más expuesto a una avalancha de acero asiático, particularmente de origen chino. Así lo ha escenificado este viernes ante los medios el CEO de Acerinox, Bernardo Velázquez, para lanzar un contundente mensaje de proteccionismo que blinde el acero europeo de "la sobrecapacidad y la competencia desleal". La presión competitiva de los fabricantes chinos, que ya representan el 72% de la producción mundial de acero inoxidable, es la máxima preocupación del gigante español, que entiende la defensa comercial orquestada desde la Casa Blanca.
"Estados Unidos estaba sujeto a aranceles del 25% al acero salvo para algunos países que negociaron otras cuotas y productos que quedaron exentos, esto supone el 15% del mercado americano" ha argumentado Velázquez antes de pedir a Bruselas que "endurezca esas medidas de salvaguarda porque ese 15% puede desviarse a Europa, el mayor mercado abierto del mundo" . En cifras, sólo en el caso del acero inoxidable, este desvío representaría "más o menos un 8% del consumo europeo" en un contexto con alta presión competitiva. En este contexto, Carlos Ortega, como presidente del grupo, ha reconocido que "los aranceles de Estados Unidos tienen implicaciones para nuestra industria, pero tampoco nos vienen del todo mal" tras insistir en que el foco está en "cómo se proteja Europa ante la inundación de material asiático".
En términos de negocio, se podría hablar de Acerinox americana de acento europeo dado que allí fía más de la mitad de su negocio -el 52% de la facturación global-. También está especialmente afincada en este mercado, donde mantiene gran capacidad productiva y pretende invertir otros 200 millones en los próximos cuatro años para y consolidar su posición tras formalizar la integración de Haynes International, la mayor compra que ha realizado en su historia. No contempla, no obstante, repetir la estrategia de Ferrovial y dar el salto a Wall Street dado que el movimiento carece de sentido al dividir tanto su liquidez, a juicio de su presidente. EEUU, por ende, es el núcleo de su plan estratégico donde también busca afianzarse en Europa y Sudáfrica y desligarse de Asia, tras cesar su actividad en Malasia el pasado mayo.
Propondrá un cambio organizativo inusual en el Ibex
El encuentro de la acerera tiene lugar en la antesala de su junta de accionistas, que se celebra el próximo 6 de mayo en busca del respaldo de su accionariado a un importante cambio organizativo: se votará la reducción de la duración del cargo de los consejeros de cuatro a dos años. El movimiento, poco común en el Ibex 35, "no responde a ninguna presión de los asesores y los proxys lo avalan porque es positivo para los consejeros" según Ortega. En la misma junta se buscará luz verde a otros movimientos como el nombramiento de Ana María García Fau como consejera independiente así como el pago del dividendo complementario del ejercicio 2024 por un importe de 0,31 euros brutos por acción.
En el plano financiero, la firma dio carpetazo a 2024 con una desaceleración de sus ingresos del 18% interanual tras facturar 5.413 millones de euros, lastrada por un entorno de menor demanda y precios más bajos. En la misma línea, redujo su beneficio bruto de explotación (Ebitda) hasta 500 millones, un 29% por debajo de 2023. Con más detalle, la generación de caja ascendió a 300 millones y la deuda financiera neta se multiplicó por tres hasta los 1.120 millones impactada por la compra de Haynes y el abono de la deuda de su planta malasia antes de su venta.