4 bombones muy conocidos que no recomiendan los expertos de la OCU

Un reciente estudio comparativo sobre bombones de supermercado de la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) ha puesto en evidencia que no todos los productos de este tipo están a la altura de lo que se espera. Aunque muchos consumidores los asocian con un capricho ideal, lo cierto es que algunos bombones muy conocidos y con precios elevados no superan los mínimos de calidad exigidos. El estudio evaluó 30 productos distintos, tanto de marcas reconocidas como de marcas blancas. Solo 10 de ellos obtuvieron calificaciones buenas o muy buenas. El resto presentó deficiencias importantes, especialmente en dos aspectos clave: los ingredientes utilizados y el resultado de la degustación. Uno de los puntos más críticos detectados fue el uso de grasas distintas a la manteca de cacao, que es la que debería utilizarse de forma exclusiva en la elaboración de bombones. Esta grasa es más cara, pero aporta propiedades únicas, como su capacidad para fundirse a temperatura corporal. Sin embargo, muchos fabricantes optan por grasas más baratas, especialmente en los rellenos, lo que reduce la calidad final del producto. También se identificó la sustitución del azúcar por jarabes de glucosa y fructosa, que abaratan el coste pero alteran el sabor. Además, un panel de expertos en pastelería valoró otros aspectos como el aspecto visual, la textura, el grosor de la cobertura de chocolate y el equilibrio del sabor. Algunos bombones mostraron problemas como exceso de dulzor, capas gruesas de chocolate o una textura grasa. Marcas de bombones muy reconocidas, entre las peor valoradas Uno de los datos más llamativos del estudio es que varios de los bombones con peor nota pertenecen a marcas muy conocidas. Entre los ocho productos que no superaron la prueba hay algunos de los más caros del análisis. De hecho, uno de estos es la emblemática caja roja de Nestlé, que muchos identifican con los bombones por excelencia y que sorprendentemente ha recibido una de las valoraciones más bajas. Y es que en su composición se combinan manteca de cacao con otras grasas como palma, karité, grasa láctea anhidra y mantequilla. Esta mezcla se interpreta como una forma de reducir costes, pero repercute negativamente en la calidad. Con un precio de 47,96 euros por kilo, son, sin duda, los bombones más caros del análisis. Además de Nestlé, otros tres productos de marca tampoco superaron la prueba: Trapa Sublimes: utilizan mantequilla, aceite de coco y girasol en lugar de manteca de cacao. Aunque no emplean jarabes, el resultado no convenció al panel de cata. Su precio es de 17,8 euros/kg. Lindt Lindor: pese a usar un buen tipo de azúcar, emplean varias grasas distintas, como aceite de coco, palmiste y grasa láctea. Los expertos consideraron que estas decisiones afectan negativamente a la calidad final. Su precio es de 37,45 euros/kg. Guylian SeaShells: en este caso, el problema principal fue la degustación. No gustaron ni en sabor ni en textura, y el aspecto también fue criticado. Su precio es de 32,6 euros/kg. Este análisis pone sobre la mesa la...

Abr 11, 2025 - 18:50
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4 bombones muy conocidos que no recomiendan los expertos de la OCU
Un reciente estudio comparativo sobre bombones de supermercado de la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) ha puesto en evidencia que no todos los productos de este tipo están a la altura de lo que se espera. Aunque muchos consumidores los asocian con un capricho ideal, lo cierto es que algunos bombones muy conocidos y con precios elevados no superan los mínimos de calidad exigidos. El estudio evaluó 30 productos distintos, tanto de marcas reconocidas como de marcas blancas. Solo 10 de ellos obtuvieron calificaciones buenas o muy buenas. El resto presentó deficiencias importantes, especialmente en dos aspectos clave: los ingredientes utilizados y el resultado de la degustación. Uno de los puntos más críticos detectados fue el uso de grasas distintas a la manteca de cacao, que es la que debería utilizarse de forma exclusiva en la elaboración de bombones. Esta grasa es más cara, pero aporta propiedades únicas, como su capacidad para fundirse a temperatura corporal. Sin embargo, muchos fabricantes optan por grasas más baratas, especialmente en los rellenos, lo que reduce la calidad final del producto. También se identificó la sustitución del azúcar por jarabes de glucosa y fructosa, que abaratan el coste pero alteran el sabor. Además, un panel de expertos en pastelería valoró otros aspectos como el aspecto visual, la textura, el grosor de la cobertura de chocolate y el equilibrio del sabor. Algunos bombones mostraron problemas como exceso de dulzor, capas gruesas de chocolate o una textura grasa. Marcas de bombones muy reconocidas, entre las peor valoradas Uno de los datos más llamativos del estudio es que varios de los bombones con peor nota pertenecen a marcas muy conocidas. Entre los ocho productos que no superaron la prueba hay algunos de los más caros del análisis. De hecho, uno de estos es la emblemática caja roja de Nestlé, que muchos identifican con los bombones por excelencia y que sorprendentemente ha recibido una de las valoraciones más bajas. Y es que en su composición se combinan manteca de cacao con otras grasas como palma, karité, grasa láctea anhidra y mantequilla. Esta mezcla se interpreta como una forma de reducir costes, pero repercute negativamente en la calidad. Con un precio de 47,96 euros por kilo, son, sin duda, los bombones más caros del análisis. Además de Nestlé, otros tres productos de marca tampoco superaron la prueba: Trapa Sublimes: utilizan mantequilla, aceite de coco y girasol en lugar de manteca de cacao. Aunque no emplean jarabes, el resultado no convenció al panel de cata. Su precio es de 17,8 euros/kg. Lindt Lindor: pese a usar un buen tipo de azúcar, emplean varias grasas distintas, como aceite de coco, palmiste y grasa láctea. Los expertos consideraron que estas decisiones afectan negativamente a la calidad final. Su precio es de 37,45 euros/kg. Guylian SeaShells: en este caso, el problema principal fue la degustación. No gustaron ni en sabor ni en textura, y el aspecto también fue criticado. Su precio es de 32,6 euros/kg. Este análisis pone sobre la mesa la...