2 de abril: entre la guerra arancelaria y la recesión

Donald Trump está ensimismado en su ortodoxa filosofía de hacer sufrir a la economía global, bajo el supuesto de que con sus medidas arancelarias beneficiará a la sociedad de EU.

Mar 19, 2025 - 10:41
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2 de abril: entre la guerra arancelaria y la recesión

El gobierno de Estados Unidos sigue jugando con fuego al mantener la apuesta de aumentar aranceles a cientos de productos de todo el mundo a partir del próximo 2 de abril. Una apuesta donde, sin lugar a duda, todos pierden, incluidos los ciudadanos estadounidenses.

Donald Trump está ensimismado en su ortodoxa filosofía de hacer sufrir a la aldea global bajo el supuesto de que con sus medidas arancelarias beneficiarán a su sociedad, lo cual no sólo es falso, sino que también enfrentarán calamidades.

Para México, la OCDE pronostica escenarios desastrosos si Trump sigue con estas medidas, obstinado en presentarlas como si fueran un acto de justicia.

Según las perspectivas del organismo, México sería el único miembro del G20 que entraría en recesión durante 2025 y en 2026 al contraerse 1.3 y 0.6 por ciento, respectivamente. Un problema significativo para la estabilidad económica y social de México que registra penurias en su crecimiento anual.

El Comité de Fechado de Ciclos de la Economía de México, creado en 2021 por el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), define una recesión como “la fase del ciclo en la que se presenta una disminución temporal, significativa, sostenida y generalizada de la actividad económica”. No obstante, hay otras mediciones que asumen el criterio de recesión, cuando en dos trimestres consecutivos se contrae el PIB, a lo que llaman también una “recesión técnica”.

Basándonos en lo que dice el IMEF, en México se han identificado seis periodos de recesión en poco más de 40 años: de 1981 a 1983, de 1985 a 1986, de 1994 a 1995, de 2000 a 2002, de 2008 a 2009 y de 2019 a 2020, siendo esta última la más profunda al caer el PIB en 20.7 por ciento, derivado de la pandemia. Es decir, en promedio, se ha experimentado una recesión cada 7 años.

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, sigue confiada en su estrategia llamada paciencia: esperar a la postura final de Trump del próximo 2 de abril, donde delineará el qué, cómo y cuándo de los aranceles globales, y a partir de ello definir si impone México reciprocidad a productos estadounidenses.

De hacerlo, conllevaría a una guerra arancelaria insostenible para nuestra economía, a pesar de que la presidenta desestimó las previsiones de la OCDE, al afirmar que se tiene un plan ya consolidado, e incluso sin la necesidad de solicitar deuda.

El diálogo que sostiene Marcelo Ebrard con el secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick, es otro de los caminos en los cuales México apuesta para que Donald Trump exente a México de las imposiciones arancelarias.

No obstante, hay dudas de que eso se logre dentro de los próximos 15 días, después de que no se lograra impedir que EU incrementara los aranceles al acero y al aluminio la semana pasada, el mismo día en que Marcelo y Lutnick estaban reunidos y las expectativas eran altas de que pudieran excluir a México de esas medidas.

Mientras llegamos a esa fecha, los efectos ya se hacen sentir. El sentimiento antiestadounidense se vive en varios países que ya padecen las medidas de Trump.

En Canadá, cientos de comercios dedicados a las exportaciones han comenzado a cerrar sus negocios, así como se multiplica el odio al trumpismo, lo cual les ha llevado a boicotear la compra de productos hechos en Estados Unidos.

Pero no solo en Canadá, también en Europa, y muy probablemente en México, se activen no sólo las medidas económicas paliativas, sino las nacionalistas, después de lo visto en el Zócalo hace dos domingos, donde el pueblo fue convocado para alzar la voz, originalmente por los amagos arancelarios.

La pregunta es si, nuevamente, Claudia Sheinbaum convocará a otra concentración el domingo 6 de abril, en el supuesto de que Trump dé rienda suelta a su deseo de subir aranceles.

Se avecinan días de una gran incertidumbre y zozobra, aunque estos se extenderán durante los próximos 3 años y medio tratándose de Donald Trump, un personaje al que no le gusta perder, que vive bajo su verdad y que sustenta sus acciones entre el contraataque y la intimidación. Tan es así que el domingo pasado consideró el próximo 12 de abril como un “día liberador” para los Estados Unidos.