En su búsqueda de «nuevos proletariados», volvemos a escuchar la monserga de darle el voto a los jóvenes de 16 años. Lo contradictorio y lo lisérgico es que los promotores de semejante propuesta son los mismos que se oponen a que a los 16 años se pueda presenciar una corrida de toros. Son los mismos que promueven un control de las redes sociales argumentando que a los 16 años la vida puede confundirse con una «story». Y se trata de los mismos que condenan los aumentos de pecho en la adolescencia, porque las jóvenes de 16 años son víctimas de la «cosificación neoliberal» del cuerpo femenino. Tengo clarísimo que no es igual buscar nuevos votantes que buscar «nuevos proletariados». ¿Por...
Ver Más