Viaje al pueblo de las 374 bodegas... subterráneas

Uno de los paisajes más curiosos vinculados a la cultura del vino es el Barrio de Bodegas de Baltanás, en Palencia, con 374 cuevas horadadas cuyas chimeneas inspiraron al propio Gaudí España es el país con más viñedos del mundo. En términos de producción industrial, ocupa el tercer puesto tanto en la lista de países que más vino elaboran, como entre aquellos que más exportan. La cultura gastronómica de nuestro país no se entendería si no estuviera íntimamente ligada a la enológica. Pero además, el mundo de la vid, la uva y la maduración del mosto está arraigada en la propia cultura popular… Hasta niveles muy profundos. Tanto, como los que se observan en comarcas de tradición vitivinícola como el Cerrato Palentino, que estos días se promociona en la Feria Internacional de Enoturismo de Valladolid (FINE). Y es que en esta región del sureste de la provincia de Palencia, no se concebía que una familia no tuviera su propia bodega, excavada en su característico terreno arcilloso, en algunos casos formando intrincados que llegaban a ser complejas arquitecturas populares. Hoy en día todavía se conservan 3.500 bodegas tradicionales excavadas bajo tierra en los pueblos de esta comarca castellana y leonesa. Un caso muy representativo es el de Baltanás, donde los vecinos fueron construyendo cuevas hasta dar con las condiciones de temperatura y humedad más adecuadas para la fermentación del mosto. Y lo más curioso es que esas cuevas estaban superpuestas unas sobre otras hasta en seis niveles construidos en el Cerro del Castillo, siguiendo las curvas de nivel y formando agrupaciones. Hoy en día todavía se conservan 374 bodegas y es difícil conocer su antigüedad. Si bien su origen hay que buscarlo en la Edad Media, la primera referencia documental que existe de este conjunto es del año 1543. En su interior, el conjunto de bodegas de Baltanás está compuesto por una compleja red de galerías con accesos y dependencias relacionadas, como lagares y naves, junto con otros elementos como zarceras, sumideros, descargaderos, respiraderos o las curiosas chimeneas que, según cuentan, inspiraron a Gaudí en edificios modernistas como La Pedrera de Barcelona. Baltanás y la vecina Torquemada, ambas localidades en la provincia de Palencia, tienen dos de los cuatro conjuntos de bodegas excavadas reconocidos en Castilla y León como Bien de Interés Cultural en la categoría de Conjunto Etnológico. Hoy en día, este barrio de bodegas es visitable y está enclavado en la denominación de origen Arlanza. Además del Museo del Cerrato Castellano, donde se puede conocer más sobre esta curiosa arquitectura ligada al vino, y de empresas locales especializadas en enoturismo, se ha restaurado un lagar municipal en el que los visitantes pueden observar elementos necesarios para la elaboración tradicional del vino (la viga, el husillo, la piedra o el pozal y la pila) y, en época de vendimia, acudir a pisar la uva. Mientras tanto, instituciones como la Universidad Politécnica de Madrid continúan investigando la arquitectura vinculada al vino en esta localidad, que este mes de abril será sede del Congreso Internacional de Barrios Históricos de Bodegas bajo el lema “Tradición, Protección y Conservación”.

Mar 7, 2025 - 21:23
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Viaje al pueblo de las 374 bodegas... subterráneas

Viaje al pueblo de las 374 bodegas... subterráneas

Uno de los paisajes más curiosos vinculados a la cultura del vino es el Barrio de Bodegas de Baltanás, en Palencia, con 374 cuevas horadadas cuyas chimeneas inspiraron al propio Gaudí

España es el país con más viñedos del mundo. En términos de producción industrial, ocupa el tercer puesto tanto en la lista de países que más vino elaboran, como entre aquellos que más exportan. La cultura gastronómica de nuestro país no se entendería si no estuviera íntimamente ligada a la enológica. Pero además, el mundo de la vid, la uva y la maduración del mosto está arraigada en la propia cultura popular… Hasta niveles muy profundos.

Tanto, como los que se observan en comarcas de tradición vitivinícola como el Cerrato Palentino, que estos días se promociona en la Feria Internacional de Enoturismo de Valladolid (FINE). Y es que en esta región del sureste de la provincia de Palencia, no se concebía que una familia no tuviera su propia bodega, excavada en su característico terreno arcilloso, en algunos casos formando intrincados que llegaban a ser complejas arquitecturas populares. Hoy en día todavía se conservan 3.500 bodegas tradicionales excavadas bajo tierra en los pueblos de esta comarca castellana y leonesa.

Un caso muy representativo es el de Baltanás, donde los vecinos fueron construyendo cuevas hasta dar con las condiciones de temperatura y humedad más adecuadas para la fermentación del mosto. Y lo más curioso es que esas cuevas estaban superpuestas unas sobre otras hasta en seis niveles construidos en el Cerro del Castillo, siguiendo las curvas de nivel y formando agrupaciones.

Hoy en día todavía se conservan 374 bodegas y es difícil conocer su antigüedad. Si bien su origen hay que buscarlo en la Edad Media, la primera referencia documental que existe de este conjunto es del año 1543. En su interior, el conjunto de bodegas de Baltanás está compuesto por una compleja red de galerías con accesos y dependencias relacionadas, como lagares y naves, junto con otros elementos como zarceras, sumideros, descargaderos, respiraderos o las curiosas chimeneas que, según cuentan, inspiraron a Gaudí en edificios modernistas como La Pedrera de Barcelona.

Baltanás y la vecina Torquemada, ambas localidades en la provincia de Palencia, tienen dos de los cuatro conjuntos de bodegas excavadas reconocidos en Castilla y León como Bien de Interés Cultural en la categoría de Conjunto Etnológico.

Hoy en día, este barrio de bodegas es visitable y está enclavado en la denominación de origen Arlanza. Además del Museo del Cerrato Castellano, donde se puede conocer más sobre esta curiosa arquitectura ligada al vino, y de empresas locales especializadas en enoturismo, se ha restaurado un lagar municipal en el que los visitantes pueden observar elementos necesarios para la elaboración tradicional del vino (la viga, el husillo, la piedra o el pozal y la pila) y, en época de vendimia, acudir a pisar la uva. Mientras tanto, instituciones como la Universidad Politécnica de Madrid continúan investigando la arquitectura vinculada al vino en esta localidad, que este mes de abril será sede del Congreso Internacional de Barrios Históricos de Bodegas bajo el lema “Tradición, Protección y Conservación”.

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