Vaquerizo inaugura la polémica sala de ensayo que le dedica Almeida: “De instrumentos, solo domino el micro”
"Ya me puedo morir tranquilo", asegura el cantante, que también admite no saber tocar ningún instrumento en un acto cargado de música que descubre una placa y un retrato suyo en el Centro Cultural Galileo de Chamberí. El alcalde insiste en que fue un representante de la Movida aunque el artista era solo un niño cuando tuvo lugarMario Vaquerizo, el artista que mima el PP de Madrid: un homenaje en vida casi inédito después de una lluvia de contratos “Ya me pudo morir tranquilo”. Así ha agradecido Mario Vaquerizo que ya tiene a su mayor gloria un espacio público en Madrid. La sala de ensayo a su nombre ha sido inaugurada este martes en el Centro Cultural Galileo, que hasta ahora dedicaba recintos a destacadas figuras como el escritor José Luis Sampedro, el actor Quique San Francisco o la musa de Joaquín Sorolla e impulsora del museo sobre el pintor, Clotilde García del Castillo. El líder de Nancys Rubias ha estado acompañado del alcalde José Luis Martínez-Almeida y el concejal presidente de Chamberí, Jaime González Taboada, que ha agradecido al artista su “simpatía, cariño y cercanía”. Vaquerizo, visiblemente nervioso, ha destapado una placa sobre la puerta de la sala. “Nunca lo había hecho. Estas cosas imponen”, ha dicho a este respecto. Ya en el interior, el homenajeado ha sido recibido con una actuación del grupo de rock Kiko y su Banda, que al final de la cita ha hecho entrega de su disco a Vaquerizo y Almeida. Respecto al propio espacio físico de la sala insonorizada, donde el calor ha hecho estragos entre las autoridades y periodistas que se han agolpado en sus 60 metros cuadrados, destaca el retrato del artista sobre la pared trasera. Junto a él, puede leerse la inscripción “sala de ensayo Mario Vaquerizo”. Pese a este importante gesto del Gobierno de Almeida, sin apenas precedentes entre personalidades vivas, Vaquerizo ha reconocido que no maneja ningún instrumento musical. “Solo domino el micro, a mí me gusta ser muy protagonista y el cantante siempre se lleva las miradas de chicas y chicos”, ha declarado en respuesta a las preguntas de Somos Madrid. Admite incluso que nunca tomó clases de canto: “Me he formado a base de repetir muchos las canciones. La experiencia te da la sabiduría”. Almeida, el líder de Kiko y su Banda, Vaquerizo y Taboada se hacen un selfie en la sala de ensayo. El cantante nació en Vicálvaro, es un antiguo vecino de Gran Vía y reside ahora en el municipio de Boadilla del Monte. Sin embargo, ha explicado que viene “casi todas las mañanas a pasear con Olvi [Alaska]” por Chamberí, desde el centro de Madrid. “Luego terminamos tomándonos una cervecita en una terraza, porque Madrid es la mejor ciudad del mundo. Lo siento, mira que he viajado, pero es así”, apunta. “Agradezco que Madrid se escriba con M de Mario”, ha rematado. Como Vaquerizo, Almeida ha animado a que en esta nueva sala “muchos chavales puedan cumplir sus sueños”. Ha defendido por su parte el reconocimiento en una ciudad “abierta y diversa que aboga por la cultura en mayúsculas”, aunque no ha mencionado ninguna canción del artista cuando se le ha consultado sobre ello. Ha justificado igualmente las declaraciones en las que calificó a Vaquerizo como “referencia de la Movida”, pese a que el cantante apenas era un niño de en torno a ocho años por entonces. “¿Por qué Mario Vaquerizo no puede ser referente en la conservación del espíritu de la Movida? ¿Hay que haberla vivido para ser parte de ella?”, ha expuesto el regidor. ¿Por qué Mario Vaquerizo no puede ser referente en la conservación del espíritu de la Movida? ¿Hay que haberla vivido para ser parte de ella? José Luis Martínez-Almeida — Alcalde de Madrid El líder del Ejecutivo municipal, reticente a conceder homenajes a figuras como la escritora Almud

"Ya me puedo morir tranquilo", asegura el cantante, que también admite no saber tocar ningún instrumento en un acto cargado de música que descubre una placa y un retrato suyo en el Centro Cultural Galileo de Chamberí. El alcalde insiste en que fue un representante de la Movida aunque el artista era solo un niño cuando tuvo lugar
Mario Vaquerizo, el artista que mima el PP de Madrid: un homenaje en vida casi inédito después de una lluvia de contratos
“Ya me pudo morir tranquilo”. Así ha agradecido Mario Vaquerizo que ya tiene a su mayor gloria un espacio público en Madrid. La sala de ensayo a su nombre ha sido inaugurada este martes en el Centro Cultural Galileo, que hasta ahora dedicaba recintos a destacadas figuras como el escritor José Luis Sampedro, el actor Quique San Francisco o la musa de Joaquín Sorolla e impulsora del museo sobre el pintor, Clotilde García del Castillo.
El líder de Nancys Rubias ha estado acompañado del alcalde José Luis Martínez-Almeida y el concejal presidente de Chamberí, Jaime González Taboada, que ha agradecido al artista su “simpatía, cariño y cercanía”. Vaquerizo, visiblemente nervioso, ha destapado una placa sobre la puerta de la sala. “Nunca lo había hecho. Estas cosas imponen”, ha dicho a este respecto.
Ya en el interior, el homenajeado ha sido recibido con una actuación del grupo de rock Kiko y su Banda, que al final de la cita ha hecho entrega de su disco a Vaquerizo y Almeida. Respecto al propio espacio físico de la sala insonorizada, donde el calor ha hecho estragos entre las autoridades y periodistas que se han agolpado en sus 60 metros cuadrados, destaca el retrato del artista sobre la pared trasera. Junto a él, puede leerse la inscripción “sala de ensayo Mario Vaquerizo”.
Pese a este importante gesto del Gobierno de Almeida, sin apenas precedentes entre personalidades vivas, Vaquerizo ha reconocido que no maneja ningún instrumento musical. “Solo domino el micro, a mí me gusta ser muy protagonista y el cantante siempre se lleva las miradas de chicas y chicos”, ha declarado en respuesta a las preguntas de Somos Madrid. Admite incluso que nunca tomó clases de canto: “Me he formado a base de repetir muchos las canciones. La experiencia te da la sabiduría”.
El cantante nació en Vicálvaro, es un antiguo vecino de Gran Vía y reside ahora en el municipio de Boadilla del Monte. Sin embargo, ha explicado que viene “casi todas las mañanas a pasear con Olvi [Alaska]” por Chamberí, desde el centro de Madrid. “Luego terminamos tomándonos una cervecita en una terraza, porque Madrid es la mejor ciudad del mundo. Lo siento, mira que he viajado, pero es así”, apunta. “Agradezco que Madrid se escriba con M de Mario”, ha rematado.
Como Vaquerizo, Almeida ha animado a que en esta nueva sala “muchos chavales puedan cumplir sus sueños”. Ha defendido por su parte el reconocimiento en una ciudad “abierta y diversa que aboga por la cultura en mayúsculas”, aunque no ha mencionado ninguna canción del artista cuando se le ha consultado sobre ello. Ha justificado igualmente las declaraciones en las que calificó a Vaquerizo como “referencia de la Movida”, pese a que el cantante apenas era un niño de en torno a ocho años por entonces. “¿Por qué Mario Vaquerizo no puede ser referente en la conservación del espíritu de la Movida? ¿Hay que haberla vivido para ser parte de ella?”, ha expuesto el regidor.
¿Por qué Mario Vaquerizo no puede ser referente en la conservación del espíritu de la Movida? ¿Hay que haberla vivido para ser parte de ella?
El líder del Ejecutivo municipal, reticente a conceder homenajes a figuras como la escritora Almudena Grandes, ha asegurado que en Madrid “no cabe la cultura de la cancelación ni la del señalamiento”. Cree que “lo realmente serio es que el PSOE votase en contra de conceder la Medalla de Madrid a Andrés Trapiello o que Más Madrid haya criticado que la ciudad rinda homenaje a Vargas Llosa”.
Preguntado por este periódico acerca de otras posibles distinciones a figuras con vida (hasta ahora muy limitadas), y en concreto una dedicada a la escritora Elvira Lindo en Carabanchel, señala que en su Gobierno no tienen “ningún problema” en otorgar reconocimientos a figuras vinculadas o nacidas en Madrid. “Personas como Elvira Lindo han contribuido a que Madrid sea una ciudad en la que todos nos reconocemos por su cultura, su talento y su libertad. No tenemos ningún sectarismo de homenajes a quien han contribuido a hacer de Madrid un lugar mejor en el mundo, como Elvira Lindo o Mario Vaquerizo”, ha apostillado.
Fue la Junta Municipal de Chamberí, que dirige Taboada, la que aprobó el tributo al cantante, con la mayoría absoluta del PP y el apoyo de Vox. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, está adscrita a la agrupación popular del distrito y reside en él. Vaquerizo y Ayuso han mostrado una gran sintonía en repetidas ocasiones, con apariciones conjuntas y la participación del artista en un anuncio autonómico por el que cobró 13.310 euros.
Nancys Rubias es además un grupo asiduo a los contratos del Ayuntamiento de Madrid y otros consistorios populares, con reiteradas actuaciones en fiestas populares. El año pasado el grupo se embolsó más de 65.000 euros del presupuesto municipal gracias a dos actuaciones casi consecutivas en San Isidro y La Florida. Por la primera de ellas, las Nancys percibieron 25.000 euros (30.250 euros con impuestos), recogidos en la documentación que Somos Madrid pudo consultar en la Plataforma de Contratación del sector público del Ministerio de Hacienda hace tan solo unos meses.
El Ayuntamiento decidió volver a contratarles en junio para las fiestas de San Antonio de la Florida, en este caso, por un poco más: 30.000 euros más IVA (un total de 36.300 euros), según los pliegos a los que tuvo acceso este periódico. A ello hay que añadir que hace dos años el grupo formado por Mario Vaquerizo, Miguel Balanzategui, Juan Pedro del Moral y Marta Vaquerizo actuó en las fiestas de la Virgen de la Paloma, después de que el cantante hubiera sido el pregonero en 2021. Y también fue el grupo estelar, denominación técnica para los grupos con más caché, en las fiestas de Moratalaz de aquel año.