Una sola central y riesgo cero de radiación: España entra en la carrera de la fusión nuclear

El Gobierno financia con 5,6 millones el Proyecto Rodas, un consorcio para desarrollar sus componentes críticos.

Mar 17, 2025 - 06:08
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Una sola central y riesgo cero de radiación: España entra en la carrera de la fusión nuclear

Sustituir los siete reactores nucleares ahora diseminados por España y que, si no hay cambios iniciarán un cierre progresivo a partir de 2027, por una sola central capaz de suministrar la misma cantidad de electricidad y con un riesgo "exponencialmente" menor de radiación del que existe ahora. Así podría ser en el futuro la energía procedente del núcleo del átomo, distinta a la que hoy conocemos y en en la que trabajan ya una treintena de países, en una marcha que todavía tiene demasiados obstáculos. A ellos se acaba de sumar España, por medio del Proyecto Rodas en el que trabaja un consorcio de empresas y centros de investigación españoles, para desarrollar tecnologías de fabricación avanzada para la producción de componentes críticos para los reactores de fusión nuclear que, si se cumplen las expectativas, podrían empezar a construirse a partir de 2050.

Si la energía nuclear que se utiliza hoy se obtiene de la fisión del núcleo, consiste en la separación de los átomos, la fusión es justo la reacción contraria, la unión en la que intervienen isótopos de hidrógeno que generan helio y una pérdida de masa que se transforma en una energía "ilimitada" que ha dado en llamarse la "energía de las estrellas". En un plano mucho más práctico, supone tener la misma o más cantidad de energía nuclear que con la fisión que ahora se emplea con un riesgo de radiación mucho menor, que los investigadores consideran "prácticamente inexistente".

De ocurrir, aseguran, nunca sería tan grave porque no se produciría la reacción en cadena que sí es posible con la fisión nuclear, como por ejemplo, el accidente de Chernóbil. "Prácticamente no existe el problema de la radiación. El pueblo que vive en los alrededores [de la central], si hay un accidente, ya no estaría afectado por un problema de radiación. Como mucho, algunos dentro de la central", explica Andrés Hernando, consejero delegado y fundador de Hiberaric, una de las empresas que participan en el Proyecto Rodas.

"La fusión nuclear se presenta como una de las soluciones más prometedoras para el futuro, gracias a su seguridad y a la disponibilidad prácticamente inagotable de recursos" que proporciona, añadía en un reciente encuentro telemático con la prensa Nerea Ordás, directora de Fabricación Aditiva del centro tecnológico CEIT.

Una sola central para toda España

El Proyecto Rodas es la contribución española a la búsqueda de la fusión nuclear, en la que Reino Unido y sobre todo China -con sus propias reglas- parecen más avanzados. Lo lidera el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) y participan en él la Universidad de Granada y las empresas Leading, Hiperbaric, la Fundación IDONIAL, Innomaq21, Novadep NDT Systems y Rovalma.

Además de quedar excluido casi por completo el riesgo de radiación y de la disponibilidad ilimitada de energía, la fusión nuclear que se busca denodadamente por todo el mundo tendría otra ventaja, que requeriría muchas menos centrales de las que son necesarias actualmente. Así, el equivalente a los siete reactores que ahora están activos en España en cinco centrales nucleares, solo sería necesaria una. En Francia, donde hay más de un centenar, solo se precisarían dos o tres.

Las investigaciones para generar energía a través de la fusión nuclear no es nueva. Lo que sí es novedoso ahora es que, por primera vez en décadas, se acaricia la posibilidad de acortar los plazos en los que podría ser una realidad. Hasta ahora, existía una expectativa constante de poder desarrollarla en 50 años. Ahora, ese plazo temporal que se desplazaba en el tiempo sin cambios ha empezado a acortarse y ya se ve en el horizonte la posibilidad de empezar a construir las primeras centrales para la fusión nuclear a partir de 2050. Es decir, en un plazo de unos 15 años, a lo que habría que añadir otra década o década y media para que empezaran a funcionar. Son plazos largos aún pero que ya abarcan la expectativa de personas ya en la mediana edad, que podrán verlo.

Pero para que la fusión nuclear sea una realidad, todavía es necesario desarrollar la tecnología y materiales altamente resistentes y a ello se enfoca el Proyecto Rodas, que necesita de unos 2,5 millones de euros anuales durante los cuatro años que durará y cuenta ya con una financiación de 7,78 millones, de lo que 5,64 millones que a finales del año pasado recibió del Ministerio de Ciencia. Con esta ayuda, el Gobierno español sigue la estela del impulso que, en conjunto, la UE quiere dar a la fusión nuclear. El Pacto por una Industria Verde que aprobó la Comisión Europea hace unas semanas declara su disposición a promover "la próxima generación de energías y tecnologías limpias", que financiará con 600 millones entre 2026 y 2027 y entre las que también figura la fusión nuclear. La Comisión Europea la considera una "fuente de energía innovadora y descarbonizada para el futuro" y propondrá la creación de asociaciones publico privadas para acelerar su comercialización.

Resistencia de los materiales y ensayos en el ITER

Precisamente, el Proyecto Rodas ya una de esas colaboración entre centros públicos y empresas privadas que, sin embargo, afronta no pocas dificultades, vinculadas a la complejidad del procesos para el desarrollo de materiales altamente resistentes -y caros-.

De momento, existen "limitaciones técnicas importantísimas", explica Nacho Cobos, director de I+D+i de Leading, otra de las empresa de Proyecto Rodas. Tienen que ver con los materiales y con la necesidad de contar con "tecnologías casi imposibles de fabricar".

Un reactor genera millones de grados de temperatura y esta cantidad de calor y de radiación requiere unos materiales eficaces, con tecnologías muy complicadas entre las que emerge como mejor alternativa, en la que se centra el Proyecto Rodas, la fabricación aditiva combinada con tecnologías con el prensado isostático caliente (Hot Isostatic Pressing, HIT).

También está la dificultad de los ensayos. Todavía no existe ningún reactor de fusión con suficiente energía para poder estudiar cómo se comportarían los materiales pero sí instalaciones donde se pueden ensayar estas condiciones. Algunos están en Estados Unidos, adonde desde Europa se envía material para ser analizado, y el Proyecto Rodas cuenta también con instalaciones experimentales como el acelerador de neutrones que se está construyendo en Granada, en colaboración entre e CIEMAT y su Universidad. Esto ya se está haciendo, pero sigue siendo necesario "contrastar" los resultados y para ello el Proyecto Rodas también recurrirá al Reactor Termonuclear Experimental Internacional (ITER), en Cadarache (Francia).

"Estamos plenamente convencidos de que esta energía va a ser viable y máxime con el crecimiento energético que va ser necesario", asegura Cobos, a pesar de las dificultades.