Una prueba con líquido cerebral detecta el Alzheimer 10 años antes de los primeros síntomas
En un avance significativo en la investigación del Alzheimer, un equipo de científicos de la Universidad de Pittsburgh (EEUU) ha desarrollado una prueba que utiliza biomarcadores en el líquido cefalorraquídeo para detectar signos tempranos de la enfermedad, incluso una década antes de que aparezcan los ovillos neurofibrilares en los escáneres cerebrales. Este descubrimiento, publicado en … Continuar leyendo "Una prueba con líquido cerebral detecta el Alzheimer 10 años antes de los primeros síntomas"

En un avance significativo en la investigación del Alzheimer, un equipo de científicos de la Universidad de Pittsburgh (EEUU) ha desarrollado una prueba que utiliza biomarcadores en el líquido cefalorraquídeo para detectar signos tempranos de la enfermedad, incluso una década antes de que aparezcan los ovillos neurofibrilares en los escáneres cerebrales. Este descubrimiento, publicado en la revista Nature Medicine, abre la puerta a la detección temprana.
El doctor Thomas Karikari, profesor adjunto de Psiquiatría en la Universidad de Pittsburgh, ha señalado que «nuestra prueba identifica etapas muy tempranas de la formación de ovillos de tau, hasta una década antes de que puedan aparecer cúmulos de tau en una tomografía cerebral. La detección temprana es clave para terapias más exitosas para la enfermedad de Alzheimer, ya que los ensayos muestran que los pacientes con pocos o ningún ovillo de tau insoluble cuantificable tienen más probabilidades de beneficiarse de los nuevos tratamientos que aquellos con un grado significativo de depósitos cerebrales de tau».
El estudio ha demostrado que la mencionada prueba permite detectar pequeñas cantidades de la proteína tau propensa a aglutinarse, así como sus formas patológicas mal plegadas que pueblan el cerebro, el líquido cefalorraquídeo y «posiblemente» la sangre.
A través de herramientas de Bioquímica y Biología Molecular, los científicos han identificado una región central de la proteína tau que es necesaria para la formación de ovillos neurofibrilares, ayudando a reconocer las proteínas tau propensas a la agregación y así ayudar a realizar un diagnóstico y tratamiento temprano.
La enfermedad de Alzheimer es un trastorno cerebral que destruye lentamente la memoria y la capacidad de pensar y, con el tiempo, la habilidad de llevar a cabo hasta las tareas más sencillas. Así, las personas con esta patología experimentan cambios en la conducta y la personalidad.
Por otra parte, aunque las pruebas PET-tau para el diagnóstico del Alzheimer siguen siendo un «predictor fiable y preciso», está limitada por su disponibilidad, la baja resolución, el alto costo que supone, la mano de obra necesaria y la sensibilidad de la misma, pues en la actualidad pueden captar la señal de los ovillos neurofibrilares solo cuando hay una gran cantidad presente en el cerebro, momento en el que el grado de patología se ha vuelto «pronunciado y no es fácilmente reversible».
Alzheimer en España
Y es que, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), actualmente padecen unas 800.000 personas en España. El Alzheimer no es sólo la principal causa de demencia en todo el mundo, sino también la enfermedad que mayor discapacidad genera en personas mayores en España y, por lo tanto, con uno de los mayores gastos sociales.
En España, la SEN calcula que el coste medio de un paciente con Alzheimer oscila entre 17.100 y 28.200 euros por paciente y año. Un coste, que aumenta con el empeoramiento cognitivo, llegando hasta los 41.700 euros en los casos graves y, en los que una parte de los pacientes precisan institucionalización. Teniendo en cuenta todos los niveles de gravedad, la SEN estima que el coste total en España del tratamiento del Alzheimer, en pacientes mayores de 65 años, es de unos 10.000 millones de euros anuales, lo que viene a representar el 1,5% del producto interior bruto nacional.
En 2015 había alrededor de 47 millones de personas con demencia en el mundo y, de acuerdo con las proyecciones de población, si la prevalencia de demencia actual se mantiene constante, en el año 2050 habrá alrededor de 130 millones de personas. En España, entre un 3 y un 4% de la población de entre 75 y 79 años está diagnosticada de Alzheimer, unas cifras que aumentan hasta el 34% en mayores de 85 años.