Una doctora explica si los suplementos de gominolas son buenos o malos: «¿Qué sentido tiene tomar algo que tampoco tenemos claro que sea efectivo?»
En los últimos años se han popularizado las gominolas como suplementos alternativos . Si históricamente han existido complementos vitamínicos en formato de pastillas o tabletas, cada vez hay más alternativas que simulan ser chucherías. Su presentación (con formas y colores vistosas) suele llamar la atención y además habitualmente tienen un gusto, que los hacen más apetecibles y más fáciles de consumir. Otro de los aspectos que más llama la atención es que provocan que lo saludable se asocie con lo placentero y que lo que puede ser una obligación médica sea visto como un pequeño premio. Con todo, como se ha convertido como una moda, hay gente que lo ha incorporado a sus rutinas aunque no necesite los suplementos . Por este motivo este tipo de productos están generando un cierto revuelo y ahora la doctora y divulgadora Isabel Vina acaba de publicar un vídeo en su cuenta de TikTok (@isabelvinabas) para explicar si, bajo su punto de vista profesional, si los suplementos con gominolas son «realmente buenos o no». La publicación se acerca ya a las 60.000 visualizaciones. En primer lugar, Vina destaca que « para conseguir esa consistencia y ese sabor tan deliciosa los suplementos en forma de gominolas emplean o azúcar o sirope de glucosa y de fructosa». Además, va más allá y avisa de que en los que aparentemente son más saludables y son 0% azúcar «nos la meten doblada y nos ponen sustitutos como el sorbitol y el maltitol» que luego ese acaban convirtiendo en fructosa. «Toda esa fructosa oculta va sumando y nos predispone a que a lo largo del día superemos esas cantidades de fructosa», alerta la doctora, que incide en que su consumo puede provocar un exceso en el hígado, y que se provoque un hígado graso, o abdomen, y que aumente la grasa visceral. También incrementa el riesgo cardiovascular o metabólico, remarca la experta. Además, Vina pone énfasis en que la mayor parte de estudios que demuestran la eficacia de los compuestas han analizado los suplementos en formato polvo, cápsulas, comprimidos o líquidos. « No se hacen con gominolas, de ahí a que yo dudo que la absorción, biodisponibilidad y por tanto beneficio de los suplementos sea equivalente», asegura ella en su publicación viralizada. Por todo ello, ella se pregunta que si la gente se suplementa para mejorar a nivel de salud «qué sentido tiene tomar algo que nos está predisponiendo a acumular fructosa y azúcar y que tampoco tenemos muy claro que realmente sea equivalente en cuanto a efectividad» a los formatos más tradicionales. «Mi reflexión es que hasta que estos dos puntos no mejoren prefiero que si deseáis suplementaros os suplementéis de las formas más tradicionales», acaba ella el vídeo.
En los últimos años se han popularizado las gominolas como suplementos alternativos . Si históricamente han existido complementos vitamínicos en formato de pastillas o tabletas, cada vez hay más alternativas que simulan ser chucherías. Su presentación (con formas y colores vistosas) suele llamar la atención y además habitualmente tienen un gusto, que los hacen más apetecibles y más fáciles de consumir. Otro de los aspectos que más llama la atención es que provocan que lo saludable se asocie con lo placentero y que lo que puede ser una obligación médica sea visto como un pequeño premio. Con todo, como se ha convertido como una moda, hay gente que lo ha incorporado a sus rutinas aunque no necesite los suplementos . Por este motivo este tipo de productos están generando un cierto revuelo y ahora la doctora y divulgadora Isabel Vina acaba de publicar un vídeo en su cuenta de TikTok (@isabelvinabas) para explicar si, bajo su punto de vista profesional, si los suplementos con gominolas son «realmente buenos o no». La publicación se acerca ya a las 60.000 visualizaciones. En primer lugar, Vina destaca que « para conseguir esa consistencia y ese sabor tan deliciosa los suplementos en forma de gominolas emplean o azúcar o sirope de glucosa y de fructosa». Además, va más allá y avisa de que en los que aparentemente son más saludables y son 0% azúcar «nos la meten doblada y nos ponen sustitutos como el sorbitol y el maltitol» que luego ese acaban convirtiendo en fructosa. «Toda esa fructosa oculta va sumando y nos predispone a que a lo largo del día superemos esas cantidades de fructosa», alerta la doctora, que incide en que su consumo puede provocar un exceso en el hígado, y que se provoque un hígado graso, o abdomen, y que aumente la grasa visceral. También incrementa el riesgo cardiovascular o metabólico, remarca la experta. Además, Vina pone énfasis en que la mayor parte de estudios que demuestran la eficacia de los compuestas han analizado los suplementos en formato polvo, cápsulas, comprimidos o líquidos. « No se hacen con gominolas, de ahí a que yo dudo que la absorción, biodisponibilidad y por tanto beneficio de los suplementos sea equivalente», asegura ella en su publicación viralizada. Por todo ello, ella se pregunta que si la gente se suplementa para mejorar a nivel de salud «qué sentido tiene tomar algo que nos está predisponiendo a acumular fructosa y azúcar y que tampoco tenemos muy claro que realmente sea equivalente en cuanto a efectividad» a los formatos más tradicionales. «Mi reflexión es que hasta que estos dos puntos no mejoren prefiero que si deseáis suplementaros os suplementéis de las formas más tradicionales», acaba ella el vídeo.
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