Una campaña de Interpol permite identificar a una mujer que apareció ahorcada en un cobertizo de Gerona en 2018

El 4 de agosto de 2018, una mujer apareció muerta en una casa de campo del barrio de Olivars, en Sant Julià de Ramis (Gerona). Los Mossos d'Esquadra la encontraron ahorcada en el gallinero , pero no llevaba encima ningún documento. En la casa vivían tres personas, pero nadie la había visto antes y no sabían quien era. Tampoco apareció ningún vehículo en las proximidades. Los investigadores creían que era originaria del norte de Europa; Polonia, Alemania o Países Bajos, pero las pesquisas con las autoridades de los citados países para tratar de conocer su identidad no dieron ningún resultado . Tenía tatuada la palabra 'éxito' en hebreo en su antebrazo izquierdo y estimaron que rondaría la treintena. Ahora, casi siete años más tarde, gracias a Interpol , han podido identificarla: se trata de Ainoha Izaga Ibieta, de 33 años, y originaria de Paraguay . Fue hace unos meses cuando Interpol , a través del programa 'Identify Me', publicó información sobre casos sin resolver, con cadáveres sin identificar -los denominados 'no names'- , para tratar de recabar datos y poder conocer su identidad. En el caso de Cataluña, eran cuatro mujeres, y una de ellas, 'la mujer del cobertizo', como se bautizó al de Ainoha, ahora ha sido finalmente identificada. SOS Desaparecidos había registrado su desaparición el 8 de agosto de 2018 en Barcelona, pero los Mossos habían localizado su cadáver cuatro días antes, en el cobertizo del municipio gerundense. Ha sido la labor de la sección de Homicidios y Desaparecidos de la UDEV Central, junto a la Policía catalana, con el intercambio de las bases de datos con sus homólogos paraguayos, la que ha permitido establecer una coincidencia en las huellas dactilares de Ainoha , que se había mudado a España en 2012 y cuya desaparición también denunció su hermano en Paraguay a mediados de 2019. Así, se convierte en la primera identificada entre las 46 de mujeres incluídas en esta campaña de Interpol, cuyos cadáveres se localizaron en países europeos. Seis de ellos en España y, de estos, cuatro en Cataluña. Además del de Ainoha, en la comunidad quedan por resolver el de «la mujer que no estaba sola». La Policía Nacional encontraró su cadáver el 27 de enero de 1999 en la habitación de un hotel de Premià de Mar (Barcelona). Tenía las manos atadas y evidentes signos de violencia en su cuerpo. En el alojamiento se había hospedado junto a un hombre blanco, de entre 25 y 30 años, de estatura media y barba de tres días. Con media melena, peinada hacia atrás, y el pelo oscuro. El individuo hablaba francés e inglés y varios testigos indicaron a los investigadores que la pareja venía de Ginebra (Suiza). Los investigadores estiman que la mujer habría nacido en 1975. Tenía los ojos azules y el pelo castaño claro. La encontraron sin ropa. Tampoco portaba ninguna joya o tenía cicatriz alguna o tatuaje para facilitar su identificación. El 3 de noviembre de 2003, fueron los Mossos quienes localizaron el cadáver de una mujer, en una carretera rural de Malgrat de Mar (Barcelona). Tenía numerosas heridas en el cuerpo y en la cara. Los forenses estimaron que debían haberla matado unas 12 horas antes del hallazgo del cuerpo. Los investigadores siguieron la pista de un caso similar en Países Bajos, unos años después, ya en 2016 pero, finalmente, descartaron dicha hipótesis. Ahora también forma parte de la base de datos de Interpol por si algún testigo pudiese aportar información sobre lo ocurrido. Portaba también varias pulseras metálicas finas y onduladas de distintos colores, en la muñeca derecha, e hilos oscuros alrededor del tobillo izquierdo, a modo de pulsera y también en los pulgares de los pies. Los investigadores desconocen el origen de la mujer pero, tanto por el tatuaje como por las pulseras, creen que podría ser bengalí y que cuando la mataron tendría entre 25 y 30 años. El último 'no name' de Cataluña cuya información se publicó en la web Interpol es el de «la mujer de rosa» , porque la víctima vestía unos pantalones de ese color. Cuando encontraron sus restos, llevaba unos aros de oro y una pulsera con estrellas. Fue el 3 de julio de 2005, cuando la Policía localizó su cadáver en la carretera de la Vila de Viladecans (Barcelona), en el kilómetro 84. Era una joven de entre 20 y 25 años, que llevaba unas 24 horas muerta.

Mar 20, 2025 - 17:36
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Una campaña de Interpol permite identificar a una mujer que apareció ahorcada en un cobertizo de Gerona en 2018
El 4 de agosto de 2018, una mujer apareció muerta en una casa de campo del barrio de Olivars, en Sant Julià de Ramis (Gerona). Los Mossos d'Esquadra la encontraron ahorcada en el gallinero , pero no llevaba encima ningún documento. En la casa vivían tres personas, pero nadie la había visto antes y no sabían quien era. Tampoco apareció ningún vehículo en las proximidades. Los investigadores creían que era originaria del norte de Europa; Polonia, Alemania o Países Bajos, pero las pesquisas con las autoridades de los citados países para tratar de conocer su identidad no dieron ningún resultado . Tenía tatuada la palabra 'éxito' en hebreo en su antebrazo izquierdo y estimaron que rondaría la treintena. Ahora, casi siete años más tarde, gracias a Interpol , han podido identificarla: se trata de Ainoha Izaga Ibieta, de 33 años, y originaria de Paraguay . Fue hace unos meses cuando Interpol , a través del programa 'Identify Me', publicó información sobre casos sin resolver, con cadáveres sin identificar -los denominados 'no names'- , para tratar de recabar datos y poder conocer su identidad. En el caso de Cataluña, eran cuatro mujeres, y una de ellas, 'la mujer del cobertizo', como se bautizó al de Ainoha, ahora ha sido finalmente identificada. SOS Desaparecidos había registrado su desaparición el 8 de agosto de 2018 en Barcelona, pero los Mossos habían localizado su cadáver cuatro días antes, en el cobertizo del municipio gerundense. Ha sido la labor de la sección de Homicidios y Desaparecidos de la UDEV Central, junto a la Policía catalana, con el intercambio de las bases de datos con sus homólogos paraguayos, la que ha permitido establecer una coincidencia en las huellas dactilares de Ainoha , que se había mudado a España en 2012 y cuya desaparición también denunció su hermano en Paraguay a mediados de 2019. Así, se convierte en la primera identificada entre las 46 de mujeres incluídas en esta campaña de Interpol, cuyos cadáveres se localizaron en países europeos. Seis de ellos en España y, de estos, cuatro en Cataluña. Además del de Ainoha, en la comunidad quedan por resolver el de «la mujer que no estaba sola». La Policía Nacional encontraró su cadáver el 27 de enero de 1999 en la habitación de un hotel de Premià de Mar (Barcelona). Tenía las manos atadas y evidentes signos de violencia en su cuerpo. En el alojamiento se había hospedado junto a un hombre blanco, de entre 25 y 30 años, de estatura media y barba de tres días. Con media melena, peinada hacia atrás, y el pelo oscuro. El individuo hablaba francés e inglés y varios testigos indicaron a los investigadores que la pareja venía de Ginebra (Suiza). Los investigadores estiman que la mujer habría nacido en 1975. Tenía los ojos azules y el pelo castaño claro. La encontraron sin ropa. Tampoco portaba ninguna joya o tenía cicatriz alguna o tatuaje para facilitar su identificación. El 3 de noviembre de 2003, fueron los Mossos quienes localizaron el cadáver de una mujer, en una carretera rural de Malgrat de Mar (Barcelona). Tenía numerosas heridas en el cuerpo y en la cara. Los forenses estimaron que debían haberla matado unas 12 horas antes del hallazgo del cuerpo. Los investigadores siguieron la pista de un caso similar en Países Bajos, unos años después, ya en 2016 pero, finalmente, descartaron dicha hipótesis. Ahora también forma parte de la base de datos de Interpol por si algún testigo pudiese aportar información sobre lo ocurrido. Portaba también varias pulseras metálicas finas y onduladas de distintos colores, en la muñeca derecha, e hilos oscuros alrededor del tobillo izquierdo, a modo de pulsera y también en los pulgares de los pies. Los investigadores desconocen el origen de la mujer pero, tanto por el tatuaje como por las pulseras, creen que podría ser bengalí y que cuando la mataron tendría entre 25 y 30 años. El último 'no name' de Cataluña cuya información se publicó en la web Interpol es el de «la mujer de rosa» , porque la víctima vestía unos pantalones de ese color. Cuando encontraron sus restos, llevaba unos aros de oro y una pulsera con estrellas. Fue el 3 de julio de 2005, cuando la Policía localizó su cadáver en la carretera de la Vila de Viladecans (Barcelona), en el kilómetro 84. Era una joven de entre 20 y 25 años, que llevaba unas 24 horas muerta.