Un experimento con ratones demostró lo que le pasa al cuerpo si pasa más de 37 días en el espacio
Según una investigación de la NASA, cuanto más tiempo se pasa en el espacio, más modificaciones tienen nuestros huesos y diferentes órganos debido a la falta de gravedad

Desde los primeros viajes espaciales, los científicos se preguntaron cuáles serían los efectos de la microgravedad en el cuerpo humano. Ahora, un nuevo experimento realizado con ratones en la Estación Espacial Internacional (ISS) reveló información clave sobre cómo el organismo reacciona tras pasar más de 37 días en el espacio.
Los resultados de la investigación, publicados en un artículo de marzo de 2025, confirman que la falta de gravedad tiene un impacto significativo en la densidad ósea y muscular. Según la NASA, los huesos que soportan peso pierden aproximadamente un 1 % de su densidad por cada mes en el espacio, mientras que la masa muscular puede reducirse hasta en un 20 % en tan solo dos semanas.
El espacio exterior es un ambiente hostil para los seres vivos, ya que la microgravedad, una fuerza extremadamente débil en comparación con la gravedad terrestre, provoca cambios fisiológicos en los organismos que permanecen en órbita por largos períodos. Para entender mejor estos efectos, los científicos enviaron un grupo de ratones hembra a la ISS y analizaron su evolución en un ambiente sin peso. Sus huesos fueron comparados con los de otros ratones que permanecieron en la Tierra, alojados en jaulas con condiciones normales y en un simulador que replicaba el entorno espacial.
El estudio reveló que la pérdida ósea no es uniforme en todo el cuerpo. Los fémures de los ratones en el espacio mostraron una mayor reducción de densidad en comparación con la columna vertebral. Por el contrario, algunos huesos, como los del cráneo, se volvieron más densos, lo que sugiere que distintos tipos de huesos reaccionan de manera diferente a la microgravedad.
Uno de los hallazgos más relevantes fue la aceleración del proceso de resorción ósea. Normalmente, el cuerpo mantiene un equilibrio entre la destrucción y la regeneración del tejido óseo, pero en el espacio, las células responsables de descomponer el hueso trabajan a un ritmo mayor, mientras que las células formadoras de hueso quedan en segundo plano. Este fenómeno ya había sido observado en experimentos previos con peces medaka enviados a la ISS, pero los nuevos resultados sugieren que los efectos pueden variar según el tipo de hueso y su función en el cuerpo.
Además de la pérdida ósea, el estudio indica que la microgravedad puede influir en la distribución de fluidos en el organismo. En los primeros días en el espacio, los astronautas suelen experimentar hinchazón facial y dolores de cabeza constantes debido al desplazamiento de la sangre hacia la parte superior del cuerpo. Esto podría estar relacionado con los cambios en la densidad de ciertos huesos, como los del cráneo.
A medida que la exploración espacial avanza, comprender los efectos a largo plazo de la microgravedad es fundamental para garantizar la salud de los astronautas en misiones prolongadas, como los viajes planeados a Marte en la década de 2030. Hasta el momento, la NASA continúa su investigación para entender cómo mitigar estos efectos, mientras explora estrategias como el ejercicio en gravedad simulada, dietas específicas y tratamientos médicos que podrían ayudar a preservar la salud ósea y muscular en el espacio.