Tras el espacio y los coches eléctricos, Elon Musk ya planea su próxima conquista: un restaurante, pero no uno "normal"
En Santa Mónica Boulevard, esa vía mitificada de 23 km en California que se extiende desde Sunset Boulevard en Hollywood hasta la Ruta Estatal 1, está a punto de inaugurarse un nuevo local. En realidad, esto no sería noticia en LA si no fuera por el hombre que está detrás del nuevo negocio y porque el local no va a ser un restaurante al uso. Hablamos de Elon Musk y de su próxima conquista. Tesla y la hostelería. Lo contaba esta semana el New York Times. Elon Musk está a punto de debutar en el mundo de la restauración con un proyecto tan llamativo como controvertido: un restaurante retrofuturista de Tesla sobre Santa Monica Boulevard, en Los Ángeles. Con una estética que remite a un platillo volador salido de una película de los años 50, el complejo combinará estación de carga para vehículos eléctricos, cine al aire libre y un diner abierto toda la noche. Musk lo ha descrito como una fusión entre 'Grease' y 'Los Supersónicos', y forma parte de su visión de transformar la experiencia de carga de eléctricos en un momento de ocio e inmersión cultural. El restaurante, diseñado por la firma Stantec, está en construcción desde septiembre de 2023 y aunque no se ha anunciado la fecha de apertura, las señales (como la reciente inclusión de un menú en la app de Tesla) indican que su llegada es inminente. En Xataka La paradoja de la enorme industria de drones de Ucrania: una ventaja contra Rusia, un problema para sus pilotos Oportunidad o todo lo contrario. Al parecer, desde ese 2023 Tesla ha estado contactando a reconocidos chefs para liderar la cocina del establecimiento, pero no todos han respondido con entusiasmo. Explicaba el Times que Caroline Styne y Suzanne Goin, del prestigioso grupo Lucques, rechazaron la oferta alegando incompatibilidades con su visión empresarial y la falta de licencia para vender alcohol. Styne incluso cambió su Tesla por un BMW eléctrico en señal de desencanto con Musk, cuya figura pública ha generado divisiones y tensiones en distintos sectores. Wolfgang Puck Catering también fue contactado, aunque no respondió oficialmente, y el secretismo en torno al proyecto es tal que se han exigido acuerdos de confidencialidad a los potenciales colaboradores, impidiendo que se hable públicamente de los términos de cualquier negociación. Imagen conceptual del restaurante Reacciones en el mundo gastronómico. Qué duda cabe, a pesar de las reservas de unos, otros chefs ven en el proyecto una oportunidad de alto perfil. Walter Manzke, del restaurante République, expresó interés, al igual que John Fraser, quien ha reflexionado previamente sobre la reinvención de la comida de gasolinera. Estos profesionales valoran el potencial del restaurante de Tesla para alterar la forma en que el servicio gastronómico se integra a la vida urbana y tecnológica. Max Block, experto en comunicación gastronómica, cree que un concepto como este, que incluye películas proyectadas mientras se cena y servicio sobre patines, se alinea con la creciente tendencia del "comer por la experiencia". El “peso” de Musk. Así todo, la polarización en torno a Elon Musk no deja de ser un obstáculo evidente. Figuras como Danny Meyer (del Shake Shack) y Paul Kahan (del One Off Hospitality) se han mostrado escépticas o directamente reacias a asociarse con Tesla, no por la propuesta en sí, sino por lo que Musk representa hoy en día en el debate político y social. Varios restauradores, según el Times, dudan en hacer comentarios públicos sobre el proyecto por temor a reacciones adversas. En un contexto donde temas como medioambiente, inclusión o inmigración forman parte de la identidad de muchos restaurantes, asociarse con una figura tan divisiva puede tener un alto coste reputacional. En Xataka Creíamos que éramos 8.000 millones de personas en todo el planeta. Hasta que unos investigadores se pusieron a hacer números Un sueño potenciado por el futuro eléctrico. Es la última de las patas para entender este nuevo emprendimiento del hombre más rico del planeta. El proyecto emerge en un momento en que Tesla tiene ante sí múltiples desafíos: protestas en sus concesionarios, promesas de la Casa Blanca de tratar los ataques a los vehículos de la marca como terrorismo doméstico, una caída del 50% en el precio de sus acciones y un entorno altamente politizado. No en todos lados, por supuesto. En ciudades como Los Ángeles, donde Tesla ha sido ampliamente adoptada y su presencia es casi omnipresente, el restaurante podría consolidarse como una extensión lógica de esa cultura de marca. Para algunos, es una evolución natural de la experiencia Tesla. Para otros, una jugada arriesgada que mezcla ocio, tecnología, polarización política y marca personal a partes iguales. Sea como fuere, el restaurante será mucho más que un sitio para comer: será toda una declara

En Santa Mónica Boulevard, esa vía mitificada de 23 km en California que se extiende desde Sunset Boulevard en Hollywood hasta la Ruta Estatal 1, está a punto de inaugurarse un nuevo local. En realidad, esto no sería noticia en LA si no fuera por el hombre que está detrás del nuevo negocio y porque el local no va a ser un restaurante al uso. Hablamos de Elon Musk y de su próxima conquista.
Tesla y la hostelería. Lo contaba esta semana el New York Times. Elon Musk está a punto de debutar en el mundo de la restauración con un proyecto tan llamativo como controvertido: un restaurante retrofuturista de Tesla sobre Santa Monica Boulevard, en Los Ángeles. Con una estética que remite a un platillo volador salido de una película de los años 50, el complejo combinará estación de carga para vehículos eléctricos, cine al aire libre y un diner abierto toda la noche.
Musk lo ha descrito como una fusión entre 'Grease' y 'Los Supersónicos', y forma parte de su visión de transformar la experiencia de carga de eléctricos en un momento de ocio e inmersión cultural. El restaurante, diseñado por la firma Stantec, está en construcción desde septiembre de 2023 y aunque no se ha anunciado la fecha de apertura, las señales (como la reciente inclusión de un menú en la app de Tesla) indican que su llegada es inminente.
Oportunidad o todo lo contrario. Al parecer, desde ese 2023 Tesla ha estado contactando a reconocidos chefs para liderar la cocina del establecimiento, pero no todos han respondido con entusiasmo. Explicaba el Times que Caroline Styne y Suzanne Goin, del prestigioso grupo Lucques, rechazaron la oferta alegando incompatibilidades con su visión empresarial y la falta de licencia para vender alcohol.
Styne incluso cambió su Tesla por un BMW eléctrico en señal de desencanto con Musk, cuya figura pública ha generado divisiones y tensiones en distintos sectores. Wolfgang Puck Catering también fue contactado, aunque no respondió oficialmente, y el secretismo en torno al proyecto es tal que se han exigido acuerdos de confidencialidad a los potenciales colaboradores, impidiendo que se hable públicamente de los términos de cualquier negociación.

Reacciones en el mundo gastronómico. Qué duda cabe, a pesar de las reservas de unos, otros chefs ven en el proyecto una oportunidad de alto perfil. Walter Manzke, del restaurante République, expresó interés, al igual que John Fraser, quien ha reflexionado previamente sobre la reinvención de la comida de gasolinera. Estos profesionales valoran el potencial del restaurante de Tesla para alterar la forma en que el servicio gastronómico se integra a la vida urbana y tecnológica.
Max Block, experto en comunicación gastronómica, cree que un concepto como este, que incluye películas proyectadas mientras se cena y servicio sobre patines, se alinea con la creciente tendencia del "comer por la experiencia".
El “peso” de Musk. Así todo, la polarización en torno a Elon Musk no deja de ser un obstáculo evidente. Figuras como Danny Meyer (del Shake Shack) y Paul Kahan (del One Off Hospitality) se han mostrado escépticas o directamente reacias a asociarse con Tesla, no por la propuesta en sí, sino por lo que Musk representa hoy en día en el debate político y social.
Varios restauradores, según el Times, dudan en hacer comentarios públicos sobre el proyecto por temor a reacciones adversas. En un contexto donde temas como medioambiente, inclusión o inmigración forman parte de la identidad de muchos restaurantes, asociarse con una figura tan divisiva puede tener un alto coste reputacional.
Un sueño potenciado por el futuro eléctrico. Es la última de las patas para entender este nuevo emprendimiento del hombre más rico del planeta. El proyecto emerge en un momento en que Tesla tiene ante sí múltiples desafíos: protestas en sus concesionarios, promesas de la Casa Blanca de tratar los ataques a los vehículos de la marca como terrorismo doméstico, una caída del 50% en el precio de sus acciones y un entorno altamente politizado.
No en todos lados, por supuesto. En ciudades como Los Ángeles, donde Tesla ha sido ampliamente adoptada y su presencia es casi omnipresente, el restaurante podría consolidarse como una extensión lógica de esa cultura de marca. Para algunos, es una evolución natural de la experiencia Tesla. Para otros, una jugada arriesgada que mezcla ocio, tecnología, polarización política y marca personal a partes iguales.
Sea como fuere, el restaurante será mucho más que un sitio para comer: será toda una declaración de intenciones, enmarcada en una ciudad que aún se debate entre la fascinación por el futuro y la nostalgia de su propio pasado.
Imagen | Tesla, Nara
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La noticia
Tras el espacio y los coches eléctricos, Elon Musk ya planea su próxima conquista: un restaurante, pero no uno "normal"
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Xataka
por
Miguel Jorge
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