Tradiciones
Se supone que, tras todo ese pelaje y esos cuernos que aluden a lo salvaje, tendría que asomar una máscara temible. La mano que asoma bajo el disfraz tiende a desmentirlo el gesto del bebé que observa del otro lado de la ventana, también. La imagen se tomó durante la celebración del Carnaval de los busó, en Hungría: una cita anclada en la tradición rural, resistente a los cambios de época y símbolo, entre otras cosas, de un pueblos que –arraigado a la tierra y a los ciclos naturales– despide al invierno con danzas, máscaras de madera y espesos mantos de lana. Incorporados al Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco, los busó se nutren del pulso telúrico que emerge en cada rincón el mundo donde el carnaval sigue significando algo. Para el niño de esta foto, la trama que une tradición y presente ya se comenzó a urdir.

Se supone que, tras todo ese pelaje y esos cuernos que aluden a lo salvaje, tendría que asomar una máscara temible. La mano que asoma bajo el disfraz tiende a desmentirlo el gesto del bebé que observa del otro lado de la ventana, también. La imagen se tomó durante la celebración del Carnaval de los busó, en Hungría: una cita anclada en la tradición rural, resistente a los cambios de época y símbolo, entre otras cosas, de un pueblos que –arraigado a la tierra y a los ciclos naturales– despide al invierno con danzas, máscaras de madera y espesos mantos de lana. Incorporados al Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco, los busó se nutren del pulso telúrico que emerge en cada rincón el mundo donde el carnaval sigue significando algo. Para el niño de esta foto, la trama que une tradición y presente ya se comenzó a urdir.