Trabajó como sepulturero, es fanático de Drácula y llegó al Guinness por juntar la mayor cantidad de “vampiros” en un show
Se trata de Dave Vanian, el líder de The Damned, la banda que formó parte de la primera ola de punk rock británico y que este sábado se presenta en Buenos Aires en el marco de su gira despedida
La histórica banda inglesa The Damned incluyó a la Argentina en su gira despedida junto a su formación más celebrada y a 48 años de su debut. Fueron la primera banda del punk británico en lanzar un disco sencillo, un álbum, en hacer una gira por Estados Unidos y la única con tan larga trayectoria y vigencia. Se presentarán este sábado, a las 20, en El Teatro de Flores (Rivadavia 7806; últimas entradas disponibles a 70.000 pesos enPassline).
“Estamos muy contentos y sonando mejor que nunca. Por supuesto que tocar temas de nuestro último disco, Darkadelic, nos pone muy bien. Este es el primer álbum en el que hemos tenido mucho tiempo y espacio para escribir, porque normalmente solíamos escribir las canciones con más presión, ya sabes, tenerlas listas, ir a un estudio y probablemente estar en un estudio durante tres o cuatro semanas grabando y luego mezclando las canciones. Mientras que en este había espacios de tiempo donde podía escribir algo, irme y sentarme y pensar realmente en qué letras iba a escribir y cómo iba a ser el tema, los arreglos y hacer cambios. Un lujo que nunca antes había tenido”, cuenta Dave Vanian en diálogo con LA NACIÓN. " Siempre ha sido un caso de. ‘¡Eh! Hay que hacerlo ahora’. Y creo que eso nos ayudó bastante con la composición y algunos de los arreglos y la producción. Estoy muy orgulloso de este álbum”.
En los inicios, la banda estaba constituida por Dave Vanian en la voz, Captain Sensible en bajo, Brian James en guitarra y Rat Scabies en batería. The Damned se presentó por primera vez en vivo el 6 de julio de 1976 en el 100 Club junto a los Sex Pistols. El 22 de octubre de ese mismo año lanzaron el exitoso sencillo “New Rose” para la discográfica Stiff Records y el 18 de febrero de 1977 salió su primer álbum, Damned Damned Damned. En ese mismo año, 1977, compartieron escenario con grandes artistas como Marc Bolan, The Jam, The Clash, Generation X (Billy Idol) y Siouxsie and the Banshees, entre otros.
Poco después reclutaron a su segundo guitarrista, Lu Edmunds y adoptaron un sonido de guitarra dual. Fue con esta nueva y más completa formación que intentaron contratar a nada menos que Syd Barret para que edite su segundo álbum llamado Music for Pleasure, pero el acuerdo no se concluyó y el disco terminó editado por otro miembro de Pink Floyd, el baterista y productor Nick Mason, quien en ese tiempo estaba muy interesado en el “escandaloso” movimiento punk, de la misma manera que otro “dinosaurio” del rock clásico como Jimmy Page de Led Zeppelin, otro admirador de la banda. Este álbum marcaría la última colaboración de Brian James, el guitarrista y en gran parte compositor de las canciones del grupo, ya que este se retiraría debido a diferencias creativas con el resto de sus compañeros.
En esta nueva etapa surgieron algunos cambios musicales, como la voz de Dave Vanian, cuya manera de cantar cambió a un barítono más suave, más en el estilo de su admirado Jim Morrison que de la guturalidad punk. La banda ha destacado a lo largo de su trayectoria por su versatilidad a la hora de componer, desde un crudo punk rock como lo son las canciones en su primer álbum con letras llenas de rabia y rebeldía al romántico rock gótico que podemos escuchar en Fiendish Shadows, o el gran éxito de Phantasmagory. Según el periodista y productor Mariano Asch: “Lo que hizo que The Damned perduraran en el tiempo son básicamente los factores que los hicieron una banda distinta de todos los de su época. Primero, tener un cantante absolutamente de excepción, que no lo tenía ningún grupo de la época punk. La capacidad de redescubrirse e innovar musicalmente todo el tiempo. Estos tipos en seis años, del 76 al 81, sacaron cinco discos donde pasaron de hacer un punk ultraviolento, incluso hasta más veloz que el de los Pistols, a hacer canciones de ópera rock de 17 minutos. Todo lo que podés encontrar en el medio de eso claramente les dio una musicalidad que ningún grupo lo tenía”.
En la década del ochenta, el grupo vuelve a reinventarse y se focaliza más, tanto en la estética como en la melodía, en el estilo gótico. Si bien Dave Vanian siempre fue el vampiro del grupo con sus fúnebres trajes y su maquillaje, se puede decir que se terminó por captar la esencia oscura del grupo con el ingreso de Paul Gray y un mayor uso del sintetizador y la guitarra acústica.
Es justamente con la formación que nos visita que grabó discos como The Black Album (1980) y Strawberries (1982), dos álbumes fundamentales que confirmaron a The Damned como una banda vanguardista que sobresalía por sobre todas las de su época por actitud, atrevimiento y musicalidad. Luego, en 1985, firmaron contrato con MCA Records y grabaron el exitoso álbum Phantasmagoria y el sencillo Eloise, el cual alcanzó el puesto número tres en el chart de singles inglés.
“El alma de la banda está compuesta por la mezcla de las personalidades tan particulares y llamativas de cada uno sus miembros, principalmente la del líder y fundador del grupo, Dave Vanian (David Lett), un ex sepulturero criado en Hemel Hempstead, Inglaterra, fanático del cine negro, el arte renacentista y muy riguroso con su estética, que posee una voz muy masculina y seductora al cantar”, sostiene la periodista Evelyn Marzoa, quien agrega: “Dave desde muy joven optó por vestirse como un vampiro sobre el escenario, con largas capas negras, cabello peinado hacia atrás “a la gomina” y con el rostro maquillado de color blanco y sombras negras en los ojos, en homenaje a su admirado Bela Lugosi, mucho antes que Siouxsie Sioux, Robert Smith o Peter Murphy. Impulsó un gran movimiento gótico que imitaron miles de jóvenes en Europa y Estados Unidos. En 2022 dieron un concierto en vivo llamado A Night of a Thousand Vampires en Londres, en donde se convocó a que todos fueran vestidos como vampiros y se rompió un récord Guinness de más gente disfrazada de vampiro en un mismo lugar. El show fue acompañado por integrantes del Circo del horror sobre el escenario y Dave Vanian llegó al recinto dentro de un ataúd llevado por un antiguo carruaje con caballos”.
Vanian aclara que prefiere al Drácula de Bela Lugosi por sobre el de Christopher Lee y suma: “Toda esa estética es muy importante para mí, sobre y fuera del escenario. También me gusta mucho el Drácula de Andy Warhol: Sangre para Drácula, con Udo Kier, el actor alemán. Quiero decir, fue una versión totalmente diferente, y sé que fue divertida e interesante. Mi película preferida es La novia de Frankenstein; me parece una obra maestra. Y hay que destacar la versión de Drácula que la Universal hizo en 1931 en español con otros actores pero los mismos escenarios. Una maravilla como película”.
El cine es una de las grandes pasiones de Vanian y basta preguntarle por la composición de una de sus canciones más recientes para que explore aún más en esa línea. “‘The Invisible Man” fue escrito más desde el punto de vista de sentirse uno mismo invisible, esa cosa típica de ser la última persona a la que atienden aunque hayas sido el primero en llegar al mostrador; o tal vez alguien no te esté prestando atención en absoluto en una habitación. Pero luego también se transformó en lo que es, que es el verdadero Hombre Invisible, como en la novela de HG Wells, o el enfoque de mis queridos films de la Universal. Pero también es esa cosa en la que, si fueras invisible, qué cosas podrías hacer, qué locuras podrías lograr. Yo crecí con esos personajes, pero crecí más con los monstruos en blanco y negro de la Universal que con las películas de terror de la Hammer que vinieron después. Y todavía me encanta cómo se ven. Cuando era niño, siempre me obsesionaban las películas de monstruos porque me gustaban los lugares en los que vivían. Quería vivir en una casa como la del barón Frankenstein, en una zona remota sobre una roca, con techos enormes”.
Si la pandemia puso al mundo en pausa, en mayor o menor medida, ahí está el caso de una banda longeva como The Damned para exponer como ejemplo. “Yo no escribí nada hasta que terminó la pandemia, y de repente de alguna manera fue realmente bueno para mí estar dos años sin pensar en ello. Quiero decir, fue la primera vez que no cantaba en cuarenta años y pico”, cuenta Vanian y suma: “De repente, me di cuenta de que realmente podía escribir. Y escribí un montón de canciones, y mucha música instrumental y cosas así. Cuando llegó el momento de elegir temas para el álbum, simplemente reunimos todos nuestros demos individuales y luego nos sentamos a ver cuáles irían juntos. Y la verdad es que me encontraba en una situación complicada, porque la banda eligió cinco de mis canciones, y creo que dos o tres de ellas no estaban realmente terminadas. Y tuve que escribir las letras de todas ellas, así que tuve mucho trabajo por delante. Pero entregué todo a tiempo, así que estuvo bueno para mí”.
–Me encanta la última canción del disco, que es tuya, “Roderick”, con ese coro en latín que le da ese toque gótico. Tu hija Emily toca el violín en ella. Es el final perfecto para el disco, combinando a Edgar Allan Poe con un toque de tango...
–Lo del tango no lo había pensado. Está vinculado a Roderick Usher, del cuento de Poe. Sí, por supuesto, pero en realidad se trata más, ¿qué puedo decir? Se trata más de ciertas cosas mías allí.
–Tu eres Roderick?
–Bueno, al parecer, a veces si. Con respecto al tango, me gusta mucho. La última vez que estuve en Buenos Aires fui con la visión romántica de que habría tango en todas partes. Por supuesto, ya no es tan así, pero se siente.
–¿Mantienes contacto con Jimmy Page? Sé que Page apoyó a The Damned en los años 70.
–Estuvo en “La noche de los mil vampiros” y estuvimos bromeando al respecto. Dijo: “Solo te he visto dos veces y fuiste brillante en ambas ocasiones”. Pero, sí, vive al final de la calle y nos vemos a menudo.
–Terminemos con más cine: ¿El nombre de la banda tiene alguna relación con la película de Luchino Visconti de 1969 (The Damned, en Inglaterra, aquí conocida como La caída de los dioses)?
–Si, totalmente, era el film preferido de nuestro primer guitarrista, Brian James. El propuso el nombre y nos gustó a todos.
–¿Cómo te gustaría que los recordaran?
–Cuando empiezas con este tipo de cosas, nunca piensas que va a durar tanto, no piensas mucho en el futuro y en cómo evolucionan las cosas. Nunca me imaginé que iba a estar en una banda tanto tiempo. Y aquí estamos, mejor que nunca. Yo soy un artista, de no estar en la banda podría haber sido pintor o, no sé, trabajar en el cine, tal vez. Me encantan las películas, pero me hubiera gustado estar detrás de la cámara. No delante de ella, creo. De todas maneras, me gustaría que nos recordaran por ser muy buenos en lo que hacíamos y, con suerte, haber marcado una diferencia en la vida de las personas.