'The Last of Us 2' conmociona con el brutal episodio 2: Abby, Joel y el día que lo cambió todo
Una espectacular hora de metraje que acabará rompiendo (aún más) el corazón de la audiencia.

[Este artículo contiene SPOILERS de 'THE LAST OF US' 2x02]
Sabíamos que acabaría llegando este momento, y llegó. Después de un primer capítulo que supuso un regreso pausado de la serie para poner en contexto a la audiencia, la segunda temporada de The Last of Us se deja toda la carne en el asador con un trepidante segundo episodio en el que no falta de nada. Ya avisamos: no es apto para estómagos (y corazones) sensibles.
Y es que dos grandes amenazas han llegado hasta Jackson después de cinco años de aparente calma: los Luciérnagas, capitaneados por Abby (Kaitlyn Dever) y su impulso de venganza, y una enorme horda de infectados de Cordyceps. Te contamos cómo lo enfrentan Joel (Pedro Pascal), Ellie (Bella Ramsey) y los demás, a partir de este momento CON SPOILERS.
El ataque masivo a Jackson
Si los fanáticos del videojuego de Naughty Dog tuvieran algo que reprocharle a la adaptación seriada de The Last of Us, sin duda esta no va a ser una de ellas. Mientras en el juego los Corredores solo persiguen a Abby mientras esta busca el rastro de Joel (hasta que se encuentra con el protagonista, quien la salva de ser mordida), la ficción de Max va más allá para regalarnos una espectacular secuencia de acción con aires a El señor de los anillos: Las dos torres o Juego de tronos en la que los zombies consiguen penetrar hasta el mismoísimo corazón de Jackson.
El inicio del capítulo 2, "A través del valle", ya nos mostraba a una ciudad preocupada porque pudieran llegar infectados hasta sus puertas y, por supuesto, un plan para esconder a los niños y para organizarse a la hora de defender y acabar con la amenaza. Sin embargo, una cosa es decirlo y otra vivirlo: seguro que nadie esperaba los cientos y cientos de Corredores que llegan hasta las murallas de Jackson en un momento de absoluta tensión dramática en la que también descubren que el Cordyceps se ha colado en sus tuberías.
Después de presenciar "el despertar" y alud de infectados que cae sobre Abby (menudo momentazo), es a través de los ojos de Tommy (Gabriel Luna) de quien vivimos todo el ataque. Así, vemos una perfecta coordinación de los habitantes de Jackson desde las murallas de la ciudad o desde los edificios de la calle principal: fuego, armas, perros… Todo vale con tal de acabar con los zombies, incluso con el Gordinflón que a punto está de acabar con el hermano del protagonista.
Finalmente, y en contra de lo que muchos pudieran pensar a lo largo del episodio, Jackson resiste, pero no sin perder a muchos de sus habitantes en el camino y teniendo que sacrificar a los que han sido infectados. Y lo peor: aún no saben lo que ha ocurrido a tan solo unos kilómetros de sus muros.
La terrible muerte de Joel
Pese a lo impresionante del ataque de infectados en medio del paisaje nevado de Wyoming, lo que se lleva la palma del episodio no son esas impresionantes escenas sino lo que está ocurriendo al mismo tiempo no muy lejos de allí de una manera más íntima y personal, pero igual de violenta. Sí, para quien no lo supiera por el videojuego, los spoilers o el boca a boca, Joel se nos va, y se nos va demasiado pronto y de la forma más inhumana posible.
Abby ya se lo prometió a sus colegas de los Luciérnagas cinco años antes: su venganza contra Joel sería provocarle la muerte de una manera lenta y dolorosa. Parece que además la suerte le sonríe cuando, de todos los habitantes posibles de Jackson, es a Joel y a Dina (Isabela Merced) a quienes se encuentra de casualidad cuando le persiguen los infectados.
Si existe un momento en el que el espectador llega creer que Abby perdonaría a Joel al salvarle este la vida, enseguida se evapora: esa cara de inocencia y miedo es tan solo una fachada y la joven les guía exactamente hasta la trampa perfecta.
Y llegamos a ese momento, ese momento que tantísima indignación provocó en los seguidores del videojuego de Naughty Dog hace unos años: Abby tortura y mata a Joel de la manera más cruel posible, tanto que hasta Owen (Spencer Lord) y el resto de sus amigos no pueden reprimir el horror que sufren al verlo. Un final nada digno para un personaje tan cautivador, noble y extraordinario, que además fue uno de los dos absolutos protagonistas de la primera temporada.
Sin embargo, aunque podamos enfadarnos con Craig Mazin y Neil Druckmann por haber tomado este tipo de decisiones (la actriz que encarnó a Abby en el videojuego, Laura Bailey, incluso recibió amenazas de muerte en su día, algo absolutamente condenable), la historia de The last of us es como es, y la muerte de Joel a ojos de Ellie será el motor que mueva a la protagonista a la hora de seguir su camino.
Sí, había otras muchas formas de hacerlo y podría no haber ocurrido tan pronto en esta segunda temporada. Queríamos disfrutar más de Joel, de esa magnífica interpretación que nos regala Pedro Pascal, del vínculo tan bonito creado con Bella Ramsey y su Ellie. Su muerte podría haber sido mucho menos desalmada, más rápida. Nos quedamos sin palabras de despedida del protagonista ya que apenas habla durante el capítulo, aunque mantiene su entereza en todo momento e incluso llega a entender a Abby cuando esta le cuenta que el doctor al que disparó en la cabeza para salvar a Ellie de la operación era su padre. Todo podría haber ocurrido de otra manera, y sin embargo es de esta forma como recordaremos este episodio toda nuestra vida.
La ficción nos deja así una reflexión de cómo la venganza llama a la venganza en un interminable bucle de violencia en el que los humanos no atienden a razones, lo cual no les diferencia en absoluto de las bestias que tienen cerca. Ellie promete vengar a Joel, así como Abby prometió vengar a su padre, porque ambas piensan de alguna manera que así están haciendo justicia.
Juntos por última vez
Aunque nos pese a muchos, las interacciones que tienen Elie y Joel en esta segunda temporada han sido prácticamente nulas (aunque ya conocemos que la protagonista parece guardarle rencor por algo). El último momento que compartieron fue en la noche de Año Nuevo, cuando la joven grita a quien fuera su figura paterna tras empujar este a Seth (Robert John Burke), un vecino de Jackson que estaba molestando a la joven y a Dina. Tras el conflicto nunca hablan, nunca se acercan, pese a que Ellie ve a Joel con su guitarra en el porche más tarde esa noche.
Así, esa es la última vez que se miran a los ojos hasta que un día después Ellie llega al refugio donde están Abby y los demás Luciérnagas (ahora parte de los WLF de Seattle) y al estampar estos su cara contra el suelo se encuentra con la de Joel en la misma posición, a unos metros de ella y con tan solo un hilo de vida restante en él. Por mucho que ella le grite que se ponga en pie, el resto es historia.
A pesar de que todo apunta por los avances a que tendremos un capítulo con flashbacks de ambos juntos tras su llegada a Jackson (preparen los kleenex), es inevitable pensar que esta temporada la relación de ambos ha sabido a poco y que Joel y Ellie se merecían un final mejor. Al menos, más cercano.
Con todo, cerramos el 2x02 de The Last of Us con un sabor agridulce: unas escenas épicas de pura acción y unos efectos especiales y visuales increíbles han coexistido con la más injusta de las muertes y nos han mostrado la mejor y la peor cara de la humanidad. No nos queda más que despedirnos de Joel después de este duro, pero espectacular capítulo que nos ha dejado con el corazón en la mano. Será difícil que algún episodio de la segunda temporada lo iguale, pero esto solo acaba de comenzar. El próximo lunes, la aventura de Ellie continúa en Max.
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