Taiwán sugiere aplicar a EE.UU. la regulación «N-2»: se cuestiona la seguridad de Trump en chips y militar, aranceles e inversión

La fotografía se complica, otra vez, con EE.UU. y Trump en el centro del debate. Taiwán, o al menos parte de sus representantes, están muy nerviosos con la expansión de TSMC en suelo estadounidense tras el anuncio de los 165.000 millones de dólares para las FAB y los laboratorios de investigación. Por ello, ya hay voces en Taiwán pidiendo al gobierno que aplique la regulación N-2 a los estadounidenses, puesto que, por ahora, Trump no garantiza absolutamente nada en cuestiones de chips y militar, así como inversiones en la isla.

La llegada de Trump está suponiendo un revuelo a todos los niveles, en todo el planeta. EE.UU. ya no juega al típico "o estás conmigo, o contra mí", ahora se han quitado esa careta y usan el "yo, mi, me, conmigo" donde solo miran por su país, como siempre ha sido, y es lo lógico. Caretas fuera, Taiwán tiembla, porque el gobierno está jugando con fuego y la defensa de la isla parece ser un problema, no el dinero.

El gobierno taiwanés se enfrenta a una encrucijada: decisiones que pueden cambiar la historia del país

Y es que a Trump y EE.UU. lo único que le interesa de Taiwán son sus empresas, TSMC, UMC y compañía. Quiere la capacidad de fabricación, no importa demasiado el coste, de ahí la inversión comentada, de ahí la Joint Venture que se está negociando en estos momentos con IFS, donde Intel quedaría como una especie de AMD con GlobalFoundries en el inicio de la ruptura.

Es un tablero que desde la isla no ven nada claro. Por ello, muchos de los políticos del país están pidiendo que se le aplique a EE.UU. la regulación N-2, algo que desde Taiwán se ve con buenos ojos de gran parte del congreso del país.

Esta regulación, la cual actualmente está vigente para los estadounidenses en el rango N-1, implica que la variable "N" es el nodo de vanguardia de TSMC, y el "número" corresponde a la cantidad de generaciones que les está permitido fabricar fuera de Taiwán. El problema es que Trump no quiere directamente regulación, es decir, quiere que en su suelo se fabrique el mejor nodo litográfico que TSMC pueda crear, y esto está levantando un polvorín en el gobierno de la isla, que tiene pocas medidas para hacer presión realmente.

Parte del gobierno de Taiwán quiere aplicar la regulación N-2, necesitan garantías y no tener aranceles

La única medida de presión que pueden hacer es endurecer lo que ya tienen en el tablero, aplicar esa regulación N-2 desde Taiwán y favorecer la producción para las empresas en territorio yanki dos nodos más atrás de lo que se fabrica en la isla, pero quieren más.

Quieren garantías de apoyo no solamente en los chips, sino en temas militares, puesto que China está observando atentamente y busca el menor resquicio de flaqueza en la relación entre ambos para lanzarse a conquistar la isla por la fuerza.

Además, el congreso taiwanés está pidiendo que se quiten los aranceles que va a imponer Trump a los chips que provengan de la isla, pero, ¿de qué tiene tanto miedo Taiwán con TSMC para lanzar una regulación N-2 y pedir lo que piden? Pues está justificado. Si EE.UU. aplica todo lo que ha prometido Trump, puede haber una fuga de talento y de empresas, que busquen en el país un mejor futuro, que por otro lado, es precisamente lo que intenta el mandatario estadounidense.

Al mismo tiempo, Trump juega la baza de Intel, donde espera que TSMC acepte la JV para que dirijan a la rentabilidad a IFS, y seguramente, una vez que no interese, volver a unirla a Intel cuando ya tengan el dominio de los nodos litográficos y puedan expandirse por ser rentables. Taiwán juega en una posición de debilidad, EE.UU. usa el condicionamiento, es una partida difícil, porque Europa no está para proteger a nadie en estos momentos, y Trump lo sabe, sabe que no iremos a la guerra contra China en estos momentos.

Por ello, Taiwán debe negociar, con astucia, ante el movimiento envenenado de Trump, porque al final, EE.UU. de una manera u otra, siempre gana, pero el tablero es de cristal, y un mal golpe podría desde quebrarlo parcialmente, hasta destrozarlo por completo.

TSMC es la gran baza de Taiwán, lo militar y la expansión es la de Trump, ¿quién hará el próximo movimiento y hacia dónde? Seguimos informando.

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