Su vida después de Gran Hermano. Julieta Poggio: la “locura” de la fama, la maldad de la gente y la relación abierta con su novio
La actriz e influencer habla de su gran historia de amor con el modelo Fabrizio Maida al tiempo que nos comparte sus sueños. “Estoy ahorrando para comprarme un departamento”, dice.

Su paso por Gran Hermano en 2022 la ubicó rápidamente entre las influencers y actrices más buscadas. Sin embargo, hace tiempo que Julieta Poggio (23) empezó a construir su carrera artística: cuando tenía apenas 7 años debutó en la pantalla grande con la película Papá por un día, junto a Nicolás Cabré y Luisana Lopilato, y a ese trabajo le siguieron publicidades y participaciones en tiras populares como Valientes, con Luciano Castro y Mariano Martínez, y Consentidos, con Natalí Pérez.
“Nunca imaginé la exposición que me iba a dar el reality, que era algo que siempre quise vivir. Gran Hermano fue un trampolín para todo lo que vino después y me dio las herramientas para mantenerme en este medio que es tan difícil”, dice Julieta, quien, además de lucirse el año pasado en el escenario junto a Betiana Blum en la obra Coqueluche, ha colaborado como modelo e influencer con marcas de lujo, como Carolina Herrera, Paco Rabanne y Pandora. “Ya pasaron casi dos años de la final de Gran Hermano… Por suerte, pude seguir trabajando de lo que a mí me gusta, que es el arte, y que me hace muy feliz”, cuenta.
–¿Recordás qué hiciste con tu primer gran sueldo?
–Ahorrarlo. De verdad soy muy trabajadora. Me gusta agarrar la pala [se ríe], estar siempre haciendo cosas y sentirme productiva, pensar en nuevas ideas, laburar. Me doy mis gustos, me compro ropa y maquillaje, pero estoy ahorrando casi todo lo que gano para comprarme un departamento.
–¿Qué es lo más loco que te pasó hasta ahora desde que te volviste un personaje famoso?
–Sin dudas, el viaje que hice a Tailandia para una marca junto a figuras como Pampita y Jimena Barón fue una locura. Todavía hoy me parece muy bizarro que la gente me reconozca, me regale cosas o me hable en la calle.
–¿Cuál es el lado B de tu fama y tu vida mediática?
–[Piensa un rato]. El hate. Me cuesta procesar la maldad de la gente. Los comentarios negativos en las redes sociales, todo lo que viene cuando tu vida está más expuesta. Es increíble ver cómo la gente opina libremente, con maldad, de tu vida, de tus parejas, de tu familia… A veces cuesta no creer todas esas cosas que dicen de vos, como si fueran ciertas. Sé que no soy la única porque a muchos les pasa lo mismo, y también sé que no hay que tomárselo a título personal, pero cuesta… Hay que estar muy fuerte para convivir con esto. Estoy segura de que algún día se va a dejar de naturalizar la idea de convivir con el hate como si fuera algo inevitable. Es tremendo que haya esa impunidad.
–¿Hacés terapia?
–Sí, una vez por semana y no la dejo por nada del mundo. De verdad me hace muy bien dedicar ese tiempo a mi salud mental. Empecé a ir porque necesitaba entender todo lo que estaba viviendo y porque me cuesta procesar la maldad de la gente. A mí nunca se me ocurriría escribir un comentario lleno de odio para hacer sentir mal a otro. No me sale y creo que por eso me cuesta entenderlo. Por suerte hoy ya no me afecta, puedo ser la persona que soy con mis amigos, mi familia y las personas que me rodean.
Estoy muy enamorada de Fabri, pero a veces me duele que la gente piense que por tener una relación abierta con él hay menos amor
–Hace un tiempo contaste que con tu novio, el modelo Fabrizio Maida, mantienen una relación abierta. ¿Qué es lo positivo de esa experiencia?
–Siento que me enseñó una nueva forma de amar, sana y muy linda. Estoy muy enamorada de Fabri, él es mi mejor amigo, nos llevamos excelente y nunca nos peleamos. Me encanta estar cerca de él, me hace muy bien y espero que sea así por mucho tiempo. [Se ríe].
–¿Te afecta que se te cuestione vivir este amor libre?
–En realidad, a veces me duele que la gente piense que por ser una relación abierta hay menos amor. Creo que es una nueva manera de estar en pareja, de relacionarse. Con Fabri vivimos un amor increíble y grande, es un amor que no es posesivo. Por eso es que por momentos me da fiaca tener que dar explicaciones sobre cómo quiero vivir.•
Agradecimientos: Lucas Mata (estilismo) y Mauro Max de Brito (peinado)