Sopa de fideos con pollo al pesto y limón, un plato reconfortante y lleno de sabor
Andrea Carucci, autora de 'La cocina de la fertilidad', nos presenta todos los viernes recetas deliciosas y sanas.

Cuando los días han sido intensos o tienes invitados en casa, no hay nada mejor que una sopa de pollo reconfortante y llena de sabor. El pollo, el pesto y el limón forman una combinación ganadora con la que seguro acertarás, tanto para sorprender a tu familia como para agasajar a tus invitados.
Si te apetece seguir explorando recetas con ese sabor a cocina de toda la vida, pero con un toque especial y cuidado, te recomiendo el libro Casero. Cocido tradicional y familiar para preparar con la barra, del chef Jesús Sánchez, editado por Planeta Gastro.
Este libro es una auténtica joya para quienes disfrutan cocinando en casa con alma y sabor. Recetas tradicionales reinterpretadas con sensibilidad y mucho mimo. Una de las que más me sorprendió fue un flan de achicoria que está absolutamente delicioso, pero hay muchas más: desde guisos y carnes hasta entrantes con ese equilibrio perfecto entre lo clásico y lo actual.
Ideal para quienes buscan inspiración casera con un punto de creatividad, sin perder la esencia de lo auténtico.
Ingredientes
- 300 g de pechuga o muslos de pollo deshuesados preferentemente criados en libertad
- 1 litro de agua filtrada o de la mejor calidad posible
- 4 zanahorias, peladas y cortadas
- 3 ramas de apio, picadas
- 300 g de espinacas frescas picadas (puedes sustituirlas por brócoli en ramilletes pequeños)
- 1 chalota grande o 2 pequeñas, en rodajas finas
- 150–200 g de fideos sin gluten, fideos de arroz o tortillas para burritos cortadas en tiritas
Condimentos:
- 1 puñado de perejil fresco picado
- 90 g de pesto de albahaca (versión casera: albahaca, aceite de oliva, almendras o nueces, ajo y limón triturados)
- 2 cucharadas de zumo de limón natural
- 4 dientes de ajo, picados
- 1 cucharadas de hojas de tomillo fresco o seco
- 2 cucharaditas de romero fresco o seco picado
- 1 cucharadita de semillas de hinojo
- Sal y pimienta negra al gusto
- 1 ½ cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 1 ½ cucharadas de mantequilla con sal (puedes sustituirla por más aceite de oliva)
Opcional: si quieres un sabor más intenso, puedes sustituir parte o toda el agua por caldo de huesos o caldo de pollo que te haya sobrado de otras preparaciones. Otra opción es poner 2 cucharadas de levadura nutricional que no solo aporta nutrientes, sino también es saborizante.
Opcional adicional: agrega un trozo de parmesano que te haya sobrado (de corteza) durante la cocción, y para servir puedes añadir parmesano rallado y/o eneldo fresco.
Instrucciones
- En una olla grande, calienta el aceite de oliva y/o la mantequilla a fuego medio.
- Añade el pollo y dóralo bien por ambos lados, unos 7-10 minutos, hasta que tome color.
- Agrega la chalota, el ajo, el apio y las zanahorias. Cocina todo junto durante 10-15 minutos, removiendo de vez en cuando, hasta que las verduras estén ligeramente tiernas.
- Incorpora el tomillo, romero, semillas de hinojo, sal y pimienta negra. Cocina 1-2 minutos más para que suelten su aroma.
- Vierte el litro de agua (o caldo si decides usarlo). Si tienes un trozo de corteza de parmesano, añádelo ahora.
- Una vez hierva, baja el fuego al mínimo, tapa la olla y deja cocer lentamente durante 45-60 minutos, hasta que el pollo esté bien tierno y las verduras completamente cocidas.
- Retira el pollo, desmenúzalo con dos tenedores y vuelve a incorporarlo a la olla.
- Añade las espinacas (o brócoli), el pesto y el zumo de limón. Remueve bien y deja que vuelva a hervir suavemente.
- Incorpora los fideos y cocina de 6 a 10 minutos, según el tipo que elijas, hasta que estén en su punto.
- Justo antes de servir, añade el perejil fresco picado y ajusta de sal y pimienta si hace falta.
Consejo final: Sirve caliente y, si lo deseas, añade un poco de parmesano rallado y/o eneldo fresco por encima.
Propiedades del pollo
- Excelente fuente de proteínas: Cada 100 gramos de pollo cocido aportan más de un 20% de proteínas, lo que lo convierte en una opción ideal para mantener y desarrollar la masa muscular y la salud ósea.
- Favorece la reparación celular y el equilibrio glucémico: Gracias a su contenido en isoleucina, un aminoácido esencial, el pollo apoya la regeneración de tejidos y contribuye al control de los niveles de azúcar en sangre, siendo especialmente útil para personas con diabetes.
- Su valor depende de su crianza: Las propiedades nutricionales del pollo pueden variar según su origen. Los ejemplares criados en libertad y alimentados naturalmente ofrecen nutrientes de mayor calidad, mientras que los de producción industrial pueden tener un perfil menos saludable. Optar por pollos de crianza sostenible ayuda a reducir la exposición a compuestos dañinos.
- Estimula las defensas naturales: El ácido glutámico presente en esta carne favorece el buen funcionamiento del sistema inmune y del sistema nervioso, siendo especialmente útil en personas con bajas defensas o afecciones neurodegenerativas.
- Aporta beneficios a la salud cerebral: En especial, el pollo orgánico contiene fenilalanina, un aminoácido implicado en la síntesis de neurotransmisores clave para el estado de ánimo y la función cognitiva. Esto lo convierte en un aliado frente a trastornos como la depresión.
- Bajo en grasas perjudiciales: Su contenido reducido en grasas saturadas lo convierte en una alternativa saludable para cuidar el sistema cardiovascular y mantener un peso equilibrado.
- Fuente natural de vitamina B6: Esta vitamina esencial presente en el pollo facilita la conversión de carbohidratos en energía y contribuye al correcto funcionamiento del sistema nervioso y del metabolismo en general.
Referencias
- Spain CV, Freund D, Mohan-Gibbons H, Meadow RG, Beacham L. Are They Buying It? United States Consumers' Changing Attitudes toward More Humanely Raised Meat, Eggs, and Dairy. Animals (Basel). 2018 Jul 25;8(8):128. doi: 10.3390/ani8080128. PMID: 30044402; PMCID: PMC6116027. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6116027/
- Leidy HJ, Clifton PM, Astrup A, Wycherley TP, Westerterp-Plantenga MS, Luscombe-Marsh ND, Woods SC, Mattes RD. The role of protein in weight loss and maintenance. Am J Clin Nutr. 2015 Jun;101(6):1320S-1329S. doi: 10.3945/ajcn.114.084038. Epub 2015 Apr 29. PMID: 25926512. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/25926512/
- Westerterp-Plantenga MS, Lemmens SG, Westerterp KR. Dietary protein - its role in satiety, energetics, weight loss and health. Br J Nutr. 2012 Aug;108 Suppl 2:S105-12. doi: 10.1017/S0007114512002589. PMID: 23107521. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/23107521/
- Carbone JW, Pasiakos SM. Dietary Protein and Muscle Mass: Translating Science to Application and Health Benefit. Nutrients. 2019 May 22;11(5):1136. doi: 10.3390/nu11051136. PMID: 31121843; PMCID: PMC6566799. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6566799/
- Weigle DS, Breen PA, Matthys CC, Callahan HS, Meeuws KE, Burden VR, Purnell JQ. A high-protein diet induces sustained reductions in appetite, ad libitum caloric intake, and body weight despite compensatory changes in diurnal plasma leptin and ghrelin concentrations. Am J Clin Nutr. 2005 Jul;82(1):41-8. doi: 10.1093/ajcn.82.1.41. PMID: 16002798. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/16002798/
- Austin GL, Dalton CB, Hu Y, Morris CB, Hankins J, Weinland SR, Westman EC, Yancy WS Jr, Drossman DA. A very low-carbohydrate diet improves symptoms and quality of life in diarrhea-predominant irritable bowel syndrome. Clin Gastroenterol Hepatol. 2009 Jun;7(6):706-708.e1. doi: 10.1016/j.cgh.2009.02.023. Epub 2009 Mar 10. PMID: 19281859; PMCID: PMC2693479. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2693479/
- Strath LJ, Jones CD, Philip George A, Lukens SL, Morrison SA, Soleymani T, Locher JL, Gower BA, Sorge RE. The Effect of Low-Carbohydrate and Low-Fat Diets on Pain in Individuals with Knee Osteoarthritis. Pain Med. 2020 Jan 1;21(1):150-160. doi: 10.1093/pm/pnz022. PMID: 30865775; PMCID: PMC7999621.https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7999621/